Final en muro, como ayer. Explosivo, dramático y espectacular. Hoy fue en tierras de Asturias. Esos premios de montaña cortos con pendientes de dos dígitos no permiten diferencias escandalosas, pero dejan que los jefes de fila midan fuerzas uno contra uno. En cierres así se arañan escasos segundos que terminan siendo un gran botín. Ayer lo hizo Nairo, hoy lo consiguió Yates. La diferencia estuvo en que la fuga de ayer coronó y la de hoy claudicó. Así, Yates pudo levantar los brazos en la etapa 14 y subió al podio a reclamar la camiseta roja de líder que le había prestado hace dos días a Jesús Herrada.
El Alto de Les Praeres se estrenó en la Vuelta y cerró la etapa. Solo tiene 4 kilómetros. Duros y mortificantes. En los primeros 100 metros el grupo ya estaba reducido a 20 pedalistas y el polaco Kwiatowski, único sobreviviente de una fuga de 6, ya había sido alcanzado. De ahí para arriba fueron 3.900 metros de ataques. Primero Kruijswijk, después Valverde con Carapaz y luego Nairo Quintana en tres ocasiones, con Miguel Ángel López siempre a su rueda. Todos los ataques fueron controlados, menos el último, a 700 metros de la raya, de Simon Yates. Fue medio kilómetro eterno. El británico abrió hueco y celebró. Lo escoltaron Supermán y Valverde, a solo 2 segundos. Después entraron Pinot a 5, Nairo a 7, Kruijswijk a 11, Enric Mas a 19 y Urán a 27. Diferencias cortas después de un esfuerzo largo.
Nairo fue el más incisivo, pero gastó balas que no dieron en el blanco. El final fue explosivo. Herrada, el líder, perdió 9 minutos y pasó a la segunda página de la clasificación general. El primer folio sigue como ayer, apretado, igual que estos 14 días de Vuelta. Hoy tampoco se resolvió la lucha por el título pero igual que ayer alejó a varios de los aspirantes a hacerlo. Una nueva selección. Ayer había 17 pedalistas a menos de 3 minutos de Yates; no de Herrada, que era un líder transitorio. Hoy son 11 los que quedan en ese margen de tiempo ante el británico. Ya son menos los opcionados a ganar la carrera. Quedan solo 7 jornadas.
El nivel en la Vuelta es alto. El desenlace de la carrera todavía no es claro. Mañana se cierra la segunda semana con la mítica llegada a lagos de Covadonga, premio de montaña de categoría especial al cierre de la fracción. Antes, deberán pasar por dos puertos de primera categoría. Al final son 11,8 kilómetros con un promedio de inclinación del 7,2%. Será otro tipo de subida. Ahí ganó Lucho Herrera en el 87 y en el 91, Oliverio Rincón en el 93 y Nairo Quintana hace dos años. Hasta hoy las fuerzas entre los favoritos se ven muy parejas. Huele a Colombia.