Los Pirineos son una gran cordillera llena de pequeños pueblos. Es la frontera natural entre Francia y España. Conecta el Mediterráneo con el mar Cantábrico. Su nombre hace honor a Pirene, una deidad que murió incinerada luego de que Gerion, un monstruo de tres cabezas, incendiara el bosque en que vivía. Según la mitología, Hércules enterró el cuerpo de la que había sido su amante entre unas enormes y hermosas piedras que dieron origen a esta cadena montañosa. Hoy la etapa 8 salió de Cazéres Sur Garonne, a orillas del río Garona, y recorrió 141 kilómetros. Fue el primer trazado pirenaico. El recorrido incluía tres cimas de estas famosas montañas. El Col de Menté, el Port de Balés y el Col de Peyresourde estaban encadenados en 100 de los 141 kilómetros que tenía la jornada. El triunfo parcial fue para los aventureros que madrugaron, pero el atractivo mayor lo dieron los candidatos al título.
En el ciclismo la alta montaña no perdona; castiga y pasa facturas. Los de hoy eran dos premios de primera categoría y en medio de ellos estaba el primer ascenso de categoría especial en esta edición del Tour. En el primero se consolidó una fuga tempranera con 13 hombres que llegaron a tener 13 minutos sobre el grupo principal que era llevado por el Mitchelton del líder Adam Yates. En la segunda se seleccionó la carrera con un fuerte paso del Jumbo Visma. El francés Thibaut Pinot no tuvo los dioses de su lado y cedió más de 12 minutos en la meta en relación con los favoritos; las subidas de hoy fueron para él tres verdaderos monstruos. En el tercer ascenso se vivió una batalla entre los grandes candidatos y se consolidó la victoria en la etapa de Nans Peters, uno de los ocho sobrevivientes de la fuga.
En los Pirineos la naturaleza palpita con fuerza y el ciclismo también. Allí se dibujan paisajes de ensueño y al mismo tiempo etapas de lujo. A lo largo de sus valles y montañas se mantienen vivas tradiciones y costumbres ancestrales, y en sus carreteras se viven duelos épicos entre los grandes escaladores. La etapa de hoy se cerró con una batalla en el Peryresourde entre los jefes de filas de los equipos. Tadej Pogacar atacó y recuperó 38 de los 81 segundos que había perdido ayer en la etapa de vientos. Primoz Roglic se vio fuerte al marcar algunos de los ataques. Nairo Quintana también exhibió su gran condición. Romain Bardet atacó en el descenso hacia la meta y arañó dos segundos. Yates tuvo momentos de duda, pero conservó la camiseta amarilla. Egan Bernal, Superman López y Riberto Urán estuvieron atentos. Mikel Landa y Richie Porte lo intentaron, pero fueron controlados. Los tres primeros montes Pirenaicos sirvieron de cedazo para la clasificación general.
Los pequeños pueblos de estas montañas nunca fueron atacados en las múltiples guerras medievales. Tampoco en las confrontaciones mundiales del siglo pasado. Al parecer, su condición de poblados fronterizos les hizo gozar siempre del afecto de ambos lados. Lo contrario se vivió en el Tour. No hubo tregua. Colombia izó cuatro banderas que hacen mayoría en el top 10; curiosamente a los mismos 13 segundos del líder Yates. Entre el primero y el décimo de la clasificación hay exactamente un minuto. Nunca antes el Tour estuvo tan abierto a punto de cerrar su primera semana.
El lunes es día del primer descanso. Para poder disfrutarlo con tranquilidad hay que sortear mañana otro día sobre la tumba de la princesa Pirene. Serán 153 kilómetros de Pau a Laruns. La altimetría muestra dos premios de montaña de primera categoría, dos de tercera y uno de cuarta. A 18 kilómetros de meta tendrán que sortear el Col de Marie Blanque, para luego descender a la meta en Loudenvielle. La mitología tiene otras versiones de la historia de Pirene y otras explicaciones del nombre de estas montañas. El ciclismo puede sorprender diariamente con nombres poco conocidos y nuevas historias que se convierten en leyendas.