El ciclismo también tiene sus leyes de Murphy. La primera es que en aquellas etapas en las que aparentemente no iba pasar nada, ocurren de todo. Esa fue la norma que imperó hoy. Etapa llana por los Marismas de Poitou. Se iba de la costa hacia el interior del país, huyendo de los vientos del litoral. Sin lluvia, en un día soleado y caluroso. Con una sola subida, de cuarta categoría, en los 167,5 kilómetros de Chatelaillon – Plage a Poitiers. Además, con una fuga de un solo hombre, controlada todo el tiempo. Era un día para esperar el esprint y ya. No fue así. Antes de salir ya se había presentado el primer incidente.
Las etapas siempre arrancan con una salida neutralizada y la bandera se baja cuando salen del casco urbano. Lo hacen así para evitar accidentes. «Si algo puede salir mal, saldrá mal», reza la original Ley del célebre ingeniero estadounidense. En una rotonda de ese primer recorrido se cayeron Cyril Gautier, Ilnur Zakarin y Alexey Lutsenko. La etapa no había arrancado oficialmente y ya se había registrado la primera caída.
El tempranero incidente retrasó la salida oficial. Una vez dieron el banderazo empezaron simultáneamente una aventura y un drama individuales. El francés Matthieu Ladagnous del Groupama FDJ fue el único que se lanzó en fuga y se mantuvo adelante del grupo. Rodó en solitario 124 kilómetros, nunca tuvo más de 4 minutos de diferencia, recibió el premio como el más combativo del día y como era de esperarse, fue cazado por el grupo. Al mismo tiempo, el austriaco Lukas Muhlberger vivió un particular drama atrás del lote. Fue al coche médico en varias ocasiones y justo cuando el lote alcanzaba al francés, el austriaco decidió retirarse. Se había caído el primer día, pero hoy amaneció con un malestar general. «Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más perjuicios será la única que vaya mal», dice uno de los corolarios de la Ley de original.
Faltaban incidentes. A 30 kilómetros de meta, en el paso por una pequeña población, ocurrió una caída. Se fueron al piso varios pedalistas del Movistar, del Israel Star-Up Nation y del Astana. El Murphy del ciclismo dice que de todas las posibles implicaciones de una caída, el ciclista siempre terminará con una fractura de clavícula. Hoy le pasó a Ion Izaguirre. Pasará la noche en el hospital bajo supervisión médica. Fracturas de clavícula y tercer metacarpiano y varios puntos de sutura en la barbilla y la mejilla.
Pese a todo lo anterior, la de hoy fue una etapa calmada… en relación con las anteriores. Tranquila hasta que llegó el esprint. El esperado duelo entre Ewan, Bennet, Van Aert, Sagan, Viviani y otros más apareció en los últimos 200 metros. Hermoso embalaje, de lo mejor del año. Apretado. Caleb Ewan no necesitó fotofinish para levantar los brazos como ganador. Cinco pedalistas en la misma línea. Para enmarcar… sin embargo, por una extensión pesimista de la sentencia Murphiana, todo lo que puede salir bien siempre encontrará algo que lo haga salir mal. De eso se encargó Peter Sagan. No necesitó que lo provocaran para meter la cabeza en una acción que puso en riesgo a sus colegas. Entró segundo en la meta, pero terminó en el puesto 85 por decisión de los comisarios de carrera que lo sancionaron por maniobra peligrosa. Empañó el lindo esprint.
Murphy fue ingeniero aeroespacial. Formuló su ley en 1949, después de descubrir que estaban mal conectados todos los electrodos de un arnés para medir los efectos de la aceleración y desaceleración en pilotos. Su desarrollo en otras leyes, corolarios, principios y máximas obedece a cierta inclinación a la negatividad de los seres humanos. Mañana se corre la etapa 12. Será la más larga de esta edición del Tour. Entre Chauvigny y Sarrán Correze hay 218 kilómetros. El cabezazo sería que no haya sin infortunios.