Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2019 – Día 7: Rugió Groenewegen

La etapa más larga del Tour se corrió hoy. Fueron 230 kilómetros. Se tardaron 6 horas. Era una jornada de transición entre la alta montaña de ayer con llegada a La Planche Des Belles Files y la media montaña de mañana para llegar a Saint Étienne. Día muy tranquilo. Viaje lento por un valle para pasar de la cordillera de Los Vosgos a la cadena montañosa del Jura. El promedio de velocidad fue de 38 Kilómetros por hora. El recorrido que significó un respiro para los aspirantes al título y una nueva oportunidad para los especialistas del esprint. La etapa se resume en una larga fuga de solo dos hombres, algunos sitios de interés en la vía y una llegada masiva con victoria del holandés Groenewegen.

A la aventura se atrevieron los franceses Stephane Rossetto y Joann Offredo. Dos soñadores. Se metieron en una fuga cantada y consentida, casi con la certeza de que el grupo vendría por ellos cuando lo decidieran, pero como siempre, con la ilusión de lograr una hazaña. Los alcanzaron a 12 kilómetros del final. Estuvieron al frente 215 kilómetros. No fue la gran proeza para la historia, pero sí una muestra de guapeza que se convierte en la fuga más larga de esta edición del Tour.

Fue una etapa monótona, de mucho paisaje. De esas jornadas que generan descuidos que se pagan con sustos. Tejay Van Garderen al principio y Nicolas Roche en la mitad del recorrido sufrieron sendas caídas. Nairo Quintana atendió el llamado de la naturaleza justo cuando se dio un cambio de ritmo en la disputa del esprint intermedio y tuvo que perseguir con su equipo para volver al grupo. Muy pocas novedades antes de la emoción comprimida que desembocó en la una llegada masiva espectacular.

El ritmo lento de hoy en el Tour permitió un repaso rápido a la historia de las poblaciones por las que atravesó. En la salida, se pudo apreciar el León de Belfort, la monumental escultura realizada por Frédéric Bartholdi para conmemorar la heroica resistencia de la ciudad durante la guerra franco-prusiana.  En la mitad, al paso por Ornans, aparecieron cuadros a la lado y lado de la vía, para recordar los 200 años del natalicio del pintor realista Gustave Coubert. Y en la llegada, en Chalon Sur Saone, hubo tiempo para recordar que en esta ciudad Nicephore Niépce plasmó las primeras imágenes fotográficas de la historia, tras inventar la heliografía. 194 años después, casi en el mismo sitio, se obturaron los lentes del fotofinish para definir el ganador entre Groenewewen y Ewan.

En los últimos kilómetros los trenes del Deceuninck-Quick Step, el Team Jumbo-Visma y el Lotto Soudal trabajaron a tope. En la raya se impuso el holandés Dylan Groenewegen. El año pasado había ganado dos veces. En 2017 consiguió una victoria. En la primera etapa de la actual edición sufrió una caída cuando preparaba el remate. Hoy lo hizo perfecto.

Mañana, en la octava etapa, vuelve la montaña. Serán 200 kilómetros entre Mâcon y Saint-Étienne, con siete ascensiones categorizadas. Etapa de media montaña. Serán Cinco puertos de segunda categoría y dos de tercera. El último tiene bonificaciones y está a 13 kilómetros de la meta. El libreto dice que puede ser para la fuga, pero no se descarta que sobre el final aparezca para la foto algún león.

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