Hace 5 meses, el holandés Taco Van Der Hoorn había terminado su vinculación con el Jumbo Visma, era un ciclista sin contrato, y contemplaba seriamente la opción de retirarse. Hoy levantó los brazos en la línea de meta después de sobrevivir 185 kilómetros en la fuga del día, consiguió su primera victoria en una de las grandes vueltas, justificó el contrato que le hizo el Intermarché Wanty – Gobert Matériaux y de paso le dio la primera victoria de la temporada a su equipo. Cambió la historia.
La tercera etapa del Giro de Italia salió de Biella y 190 kilómetros después estrenó el pequeño pueblo de Canale como meta de una etapa en 104 ediciones de la carrera. De salida, aparecieron la lluvia y la fuga. La primera desapareció 50 kilómetros después de la salida. La segunda la integraron ocho pedalistas, de los que solo Van Der Hoorn llegó por delante del grupo. Aunque el Bora Hansgrohe trabajó todo el día al frente del grupo principal preparando una victoria de Peter Sagan, calculó mal el control de la fuga y recibió muy poca ayuda para esa tarea. Al final, el único sobreviviente de la aventura entró 4 segundos por delante del grupo, se llevó todos los honores y le malogró el trabajo de toda la jornada al equipo alemán.
En el camino hacia la línea de meta, los pedalistas pasaron por Asti, un pintoresco pueblo con estructura medieval, famosa por sus vinos y por haber sido la cuna de Giovanni Gerbi, un ciclista de principios del siglo XX que cambió la historia de este deporte. En 1912, Gerbi fue el pedalista pionero en el mundo en depilarse las piernas y raparse la cabeza buscando ser más veloz; algo que en su momento fue una gran innovación. Eran los tiempos en que se corría sin casco y los ciclistas tenían que usar su propio cuerpo para luchar contra el viento. Gerbi se afeitó la cabeza y las piernas. Sus compañeros de equipo y sus rivales se burlaban de él, lo consideraban ridículo y nunca lo hicieron. 30 años después fue algo que se hizo común. Gerbi tenía la razón. También cambió la camiseta de algodón, normal en la época, por una de seda, generando burlas en los demás. Fue el primero en entender que el material del uniforme también tenía que ver con el rendimiento. Cambió la historia.
Hoy Taco Van Der Hoorn aprovechó la oportunidad. Se reguló en la fuga, no disputó ni los premios de montaña ni los esprints intermedios. A 17 kilómetros de la meta marcó el ataque del suizo Simon Pellaud, penúltimo sobreviviente entre los aventureros. A 8 de meta se fue en solitario con el grupo principal aproximándose. Aguantó hasta el final y explotó en emoción. Él mismo confesó que no se creía su victoria. De pensar en el retiro hace cinco meses pasó a ser titular de todos los medios por su heroico triunfo. Final feliz. El final triste lo tuvo la historia de Gerbi, el «diablo rojo», como le decían por vestirse siempre de ese color, con tan solo 25 años, después de haber sido tercero en el Giro en dos ocasiones, en 1912 y 1913, Gerbi entró en una profunda crisis mental, se apartó de las carreras antes de que la I Guerra Mundial le retirara del todo.
El Giro del 2021 continúa mañana con 187 kilómetros entre Piacenza y Sestola. La mitad son planos y rectos, la otra mitad escarpados y duros. Hay un premio de montaña de segunda categoría a 2 kilómetros de la línea de meta. Se anuncian ataques. Otra historia para contar.