Yo veo

Publicado el Diego Leandro Marín Ossa

Romero no ha muerto, ahora es un vampiro

Fernando Romero Loaiza dejó este plano de la existencia el sábado 12 de noviembre de 2016. Después de orientar su clase matutina en la Universidad Tecnológica de Pereira dijo sentirse mal, empacó sus cosas, tomó sus muletas, acomodó su cuerpo en la silla, y luego de un impulso se puso de pié, se despidió, y marchó arrastrando su pierna anclada en el presente, hasta subirse con dificultad en su carro topolino, para emprender el último viaje hacia la eternidad sanguínea que lo sedujo para siempre.

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El profesor y escritor hace tiempo estaba preparando su transmutación, de allí que en muchas ocasiones nos dio indicios fuertes de su viaje secreto, por ejemplo desde los primeros años de la década de los noventa, sus Crónicas de vampiros delataron sus aspiraciones, y hace unos meses esas pretensiones quedaron plasmadas de manera contundente en una nueva edición de sus historias. También la aventura cibernético amorosa de Redwolf en su relato Me has salvado de mi, fue de alguna manera un anuncio de la huella que quería dejar, en su paso por el mundo. Y sin que por ello se pueda decir que se trataba de una novela autobiográfica, fue de esta y de otras maneras, que anunció su ascensión al mundo luminoso en el que habitan las mentes superiores.

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El maestro calígrafo, sabía mimetisarse en las letras, en la melancolía de septiembre y en el pensamiento indigenista de Quintín Lame, en el cine cubano y en los ecos del río.

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Beatriz, una amiga mutua, me contó que había preparado en silencio una sorpresa que lo haría sentir más cómodo en su oficina, dadas las condiciones físicas de su cuerpo. Un gesto noble que queda para la memoria.

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Pero como hace días estaba en su transición adánica, prefirió desplegar sus alas plateadas, y sin aviso realizar el vuelo sideral e ingresar al mundo de los vampiros latinoamericanos, antes de la gran luna y con una canción de Leonard Cohen de fondo.

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No sin antes realizar su ritual secreto: Selló con una protección de arcángel la escritura de los estudiantes que recibieron su curso de caligrafía, liberó los tres duendes del conocimiento entre las letras de sus libros de pedagogía, e inyectó un virus de lucidez en sus blogs y en las redes sociales. Todo esto con la esperanza de contagiar cerebros más que de alimentarse de sangre humana. Ahora Fernando Romero es un vampiro.

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  • Este es un sencillo y respetuoso homenaje al maestro y escritor Fernando Romero Loaiza quien falleció en la mañana de este sábado, y a mi querida Beatriz por su corazón de oro.

Bellaterra, Barcelona, 13 de noviembre de 2016.

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