Yo veo

Publicado el Diego Leandro Marín Ossa

Mediatizar a Catalunya

Barcelona vista desde el Tibidabo
Barcelona vista desde el Tibidabo

1.

A la puesta en marcha de las acciones del gobierno español sobre Catalunya derivadas de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, entre ellas la intervención de TV3, se les llama mediatizar.

Al respecto la Real Academia Española dice que mediatizar tiene dos significados, 1. Intervenir dificultando o impidiendo la libertad de acción de una persona o institución en el ejercicio de sus actividades o funciones; 2. Privar al Gobierno de un Estado de la autoridad suprema, que pasa a otro Estado, pero conservando aquel la soberanía nominal.

Se puede deducir que ambas acciones: intervenir y privar, también aplicarían para una Comunidad Autónoma como ocurre en este caso.

Así que toda acción política tiene un comienzo y una fin y se ejerce a partir del lenguaje, el verbal por ejemplo, que es el medio de comunicación más rico y complejo, la oralidad y la escritura como tecnologías de la palabra al decir de Walter Ong.

Porque el lenguaje representa el pensamiento, es un instrumento conceptual y práctico que permite transformar el mundo como lo piensan los teóricos del giro lingüístico.

Cada palabra tiene historia, cada historia está hecha de palabras, y así como cambian los protagonistas y las fechas, casi siempre las circunstancias son fenómenos que se repiten o en los que se presenta más de un retorno a través del tiempo.

img_2047
Paloma en Plaza Catalunya en Barcelona

 

Está en nosotros dinamizar historia y leguaje en bucles de aprendizaje o estancarnos en círculo como quien se mira el ombligo y deja de ver el mundo de intercambios que le rodea.

Hoy las rupturas de los referentes tradicionales de autoridad, la ausencia de ídolos que iluminen el presente y el futuro, el descrédito de las instituciones del Estado, nos lleva a enfrentar serias dificultades para determinar en colectivo lo que hay que transformar, y la guerra de lenguajes y de discursos que tiene escenarios intensamente emotivos en las redes sociales, en pocas ocasiones contribuye a un diálogo que sirva a la estabilidad y la prosperidad colectiva, al menos mientras se viene otra crisis de la misma o de otra naturaleza.

Los ciudadanos con una escasa o nula educación mediática están más confundidos y sus criterios o varían de manera constante sin rumbo, o se acomodan a formulas retóricas que causan sensación y de momento suenan coherentes, pero que pueden constituir trampas cognitivas basadas en el miedo individual y colectivo y en los prejuicios.

Pasaje en El Raval, Barcelona
Pasaje en un barrio de Barcelona

2.

Como vemos ninguna lengua es neutral, las definiciones como en el ejemplo anterior, son fruto de la convención o acuerdo como lo sustentó el lingüista ginebrino Ferdinand de Saussure.

Pero al acuerdo no siempre nos convocan a todos, bien sea por que nacimos cuando ya habían decisiones tomadas por nosotros y esto nos conduce a evolucionar o no, o bien sea porque nos acabamos de integrar a un sistema de pensamiento que tiene sus dinámicas propias y aceptadas por una sociedad y sus integrantes, ante lo cual nos enfrentamos a la aceptación o a la exclusión.

Esa es una de las paradojas de la condición gregaria del ser humano y a esto nos enfrentamos toda la vida, a menos que elaboremos un ermitaño, un lobo solitario que aún así en algún momento entra en contacto con otros de su especie o de otra forma de vida en el planeta.

Para sobrevivir nos tenemos que adaptar, incorporar la norma, el lenguaje, la historia, pero a la vez protagonizar los cambios sociales y culturales que exige el grupo al que pertenecemos, y que el colectivo regula según satisfaga las necesidades mediatas e inmediatas de cada uno de sus integrantes.

Para facilitar esto, como especie hemos creado y perfeccionado normas como el derecho al voto, el derecho a la información, la libertad de expresión, el derecho a la intimidad y en general las libertades individuales y colectivas expresadas en el Estado de derecho.

img_2984
Detalle en El Barrio Gótico de Barcelona

 

Pero el Estado como brinda derechos exige deberes, y así como el lenguaje y la historia también es dinámico, se transforma, lo transforman las sociedades que participan del diálogo y modifican lo que a su parecer les permite asegurar su vida satisfecha y en paz.

En esa labor son diferentes los grados y formas de participación pero todo está orientado al bien común, por lo que no siempre todas las necesidades individuales quedarán satisfechas, y la sociedad y sus instituciones tendrán que arreglárselas para que cada ciudadano tenga la capacidad de transformar su mundo y adaptarse al cambio.

Y en ese sentido los medios como la educación y la alfabetización mediática son de gran importancia para modificar las cosas, resolver problemas de naturaleza comunicativa y recuperar la estabilidad simbólica en la sociedad mediatizada.

img_3511
Vista de Barcelona desde la playa de Barceloneta en El Mediterráneo

3.

Para Eliseo Verón una “sociedad en vías de mediatización es aquella donde el funcionamiento de las instituciones, de las prácticas, de los conflictos, de la cultura, comienza a estructurarse en relación directa con la existencia de los medios”.

De ahí que la posible intervención de TV3 no sólo cause estupor y rechazo para muchas personas, sino que además es una medida que se explica: primero por la importancia que tienen los medios en el establecimiento de la agenda, es decir en los temas que adquieren o pierden relevancia en las pantallas según sea la decisión de la empresa mediática a partir de sus intereses; segundo por la construcción de opinión pública que se moviliza o se inmoviliza según se dirija la información a las audiencias con instrumentos como la retórica que causa impacto en las emociones, los modos de pensar y actuar de la gente, y tercero por el poder de los líderes de opinión (presentadores, reporteros, escritores, deportistas…), y el poder de los medios que construyen la realidad y elaboran tipos de observadores de dicha realidad mediada por las pantallas.

Los políticos de todas las orillas ideológicas, saben que estamos en un “proceso general por el cual la transmisión de formas simbólicas llega a estar cada vez más mediada por los aparatos técnicos e institucionales de las industrias de los medios de comunicación” como afirma John B. Thompson.

img_3012
Detalle de Plaza España en Barcelona

 

Entonces ¿qué podemos hacer los educadores y alfabetizadores mediáticos?, ¿qué podemos aportar todos, incluso quienes sin ser catalanes ni españoles deseamos lo mejor para su gente?

La sociedad en conjunto está convocada a elaborar debates, a mediar las acciones con el diálogo, pero también a aprender de la historia en perspectiva de futuro, a usar el lenguaje en función de la paz y los acuerdos, a darle de nuevo el lugar protagónico a la democracia con la complejidad, amplitud y respeto por la diversidad que implica hacerlo cada vez que se enfrenta un sisma.

Nuestro rol para contribuir a ello es la mediación como la explican Serrano, Barbero y Prieto Castillo entre otros, nuestro aporte es mediar los textos, los discursos y los relatos que conducen a la acción transformadora del mundo.

Mediar de manera pedagógica los abordajes que hagamos con familiares, vecinos, estudiantes y colegas, contribuye a la paz y a restablecer una democracia justa que incluya a la mayoría de las voces.

Prieto Castillo y Francisco Gutiérrez dicen que “entendemos por mediación pedagógica el tratamiento de contenidos y de las formas de expresión de los diferentes temas a fin de hacer posible el acto educativo, dentro del horizonte de una educación concebida como participación, creatividad, expresividad y relacionalidad”, y aunque esto lo afirman en un contexto de educación a distancia, podemos actualizar el sentido de su idea en función de la formación de ciudadanos mediáticos desde las aulas, los hogares y los medios de comunicación.

Plaza España en Barcelona
Plaza España en Barcelona

Comentarios