Yo veo

Publicado el Diego Leandro Marín Ossa

¿En dónde estaba el espíritu teatral del Festival de Manizales?

Siempre es grato llegar al Festival Internacional de Manizales, visitar este viejo libreto es llenarse de sueños posibles, de sociedades imaginadas y de amores y desamores que duelen en la memoria de los días. Está visto que cada espectador habla desde su experiencia, de allí que para hacer justicia a este venerable de las artes escénicas, quiero decir hoy que agradezco sus enseñanzas: en los años que llevo asistiendo encuentro siempre los lenguajes rudimentarios de la escena y la audacia de las vanguardias.

Matacandelas en Las danzas privadas de Jorge Holguín.
Matacandelas en Las danzas privadas de Jorge Holguín.
Teatro Matacandelas de Medellín en el FITM 2012.
Teatro Matacandelas de Medellín en el FITM 2012.

También veo que los públicos cambian, se desaparecen y se trasforman, y que en medio de la gente siempre se mueven los aprendices que en últimas se llevan gestos, palabras e imágenes que de alguna manera inspiran su trabajo.

Público en el Teatro Auditorio de la universidad Nacional en Manizales.
Público en el Teatro Auditorio de la universidad Nacional en Manizales.

Pero este año es especial, el Festival es un viejo sabio para muchos o un organismo maduro del que se puede aprender. Lo cierto es que con lo que viví dentro y fuera de la escena me traje hasta la mesa de trabajo entre tantas, una pregunta como ocurre cada vez que asisto: y este año la cuestión es ¿en dónde está el espíritu teatral del Festival de Manizales?, pues yo lo sé a mi manera: lo sentí el fin de semana pasado en el aplauso emocionado de quienes aman y respetan el lenguaje de Matacandelas, esta vez en su obra Las danzas privadas de Jorge Holguín.

Lo sentí en la risa de los niños que viajaron por la poesía infantil y la danza de palabras en La farolera del Centro Cultural General San Martín, un retorno a la luz en aquella tarde dominical del Teatro Los Fundadores, lo sentí en la presencia del recuerdo amado y en la cama de hielo de la agrupación Apoc, Apoc con su Cartografía especializada.

Apoc, Apoc de México con su Cartografía especializada.
Apoc, Apoc de México con su Cartografía especializada.

Y más aún lo sentí en las historias de amor y desamor que se tejen siempre en las calles y los parques de hoy y de ayer: invadidos por la nostalgia de un tiempo infantil preservado para los ángeles que representan su propio drama, y caen sin remedio alguno en las sucesivas escenas de un purgatorio sin fin, esos seres que a pesar del olvido creen en un final feliz.

Viendo la presentación de Xabi Larrea de España con su obra Up.
Viendo la presentación de Xabi Larrea de España con su obra Up.

Entonces el espíritu del Festival sigue intacto pese a que no ocurra igual con nosotros y puede suceder que algún día el teatro esté allí, en esa ciudad clavada en la montaña, pese a que ya no vaguemos por sus calles y sus escenarios. Entonces hoy vale decir como en otro tiempo: larga vida al Festival y que su espíritu se renueve en cada año.

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