Pazifico, cultura y más

Publicado el J. Mauricio Chaves Bustos

Patrimonio bibliográfico del municipio de Túquerres.

Revista, portada.
Revista, portada.

 

Se preguntarán muchos de nuestros lectores porqué en estas columnas nos hemos detenido en algunas ocasiones en Túquerres, tal y como lo hicimos cuando se publicó la “Colección de autores Tuquerreños” (2019), la que seguimos considerando una de las más importantes compilaciones literarias que se han hecho en el departamento de Nariño. La razón, para quienes no solamente hacemos los recorridos desde las elucubraciones teóricas, sino para quienes hemos andado los territorios de nuestro departamento, es que Túquerres es la provincia que se vuelve un verdadero gozne entre la sierra y la costa nariñense. Basta llegar a El Espino, para comprender lo que es el recorrido que lleva de la sierra al mar o viceversa. Un relacionamiento ancestral, desde luego, tal y como se comprueba con los caminos precolombinos que aun subsisten, y que comunicaban a los Telembíes con los Pastos, para entender así porque en los entierros de unos y otros aparecen elementos comunes, como ocarinas, caracolas y el mismo oro, que llegaba desde la región pacífica, o en las Crónicas de Indias, en donde los asombrados invasores describen los viajes por esos viejos caminos que les permitían soñar con oro y con tierras semejantes a las castellanas, o en las publicaciones de finales del siglo XIX e inicios del XX, en donde las casas comerciales funcionaban constantemente en Túquerres, Tumaco o Barbacoas.

Mi bisabuelo paterno tenía en Ipiales su casa comercial llamada “Jesús Chaves & Hijo”, que funcionaba desde finales del siglo XIX, y junto con su hijo, mi abuelo paterno, antes de irse a estudiar a Bogotá, hicieron importantes viajes a lomo de mula, a pie y en “andas de carguero”, como lo hicieron los múltiples viajeros durante muchos siglos, para llegar a Barbacoas y a Tumaco, intercambiar productos serranos por las mercancías que llegaban de Europa a los puertos, el oro con el que se comercializaba por entonces, así como la sal, tan necesaria para la dieta y para la gastronomía serranas. Y esa es la historia de casi todas las familias de estos territorios que, pese a las diferencias con que crecieron muchos, han mantenido un constante intercambio no solamente de mercancías, sino también de ideas, baste ver, a finales del XIX e inicios del XX, el liberalismo imperante en Tumaco e Ipiales y el conservadurismo también imperante en Barbacoas o Pasto.

Hecha esta moción, entramos en materia. He recibido con gran entusiasmo la revista titulada “Patrimonio Bibliográfico del municipio de Túquerres”, investigación de Jesús y Mario Bacca Rosero, matemático y físico respectivamente, ambos docentes hace más de cuatro décadas, ambos escritores, ambos apasionados por rescatar las letras que contienen parte del intelecto que queda en los libros de múltiples autores de la ciudad sabanera. Para la publicación han contado con la colaboración de la Alcaldía Municipal en cabeza de Juan Fernando López, de la Casa de la Cultura dirigida por Carlos Benavides, de la Secretaría de Educación y de la Fundación de Autores Tuquerreños, de la cual los autores son miembros permanentes. En hora buena por estas alianzas que no hacen más que dar cumplimiento al artículo 71 de la Constitución Política de Colombia, donde se estipula: “La búsqueda del conocimiento y la expresión artística son libres. Los planes de desarrollo económico y social incluirán el fomento a las ciencias y, en general, a la cultura. El Estado creará incentivos para personas e instituciones que desarrollen y fomenten la ciencia y la tecnología y las demás manifestaciones culturales y ofrecerá estímulos especiales a personas e instituciones que ejerzan estas actividades.”

Cargueros en la montaña de Barbacoas, 1853.

Cargueros en la montaña de Barbacoas, 1853.

La revista rastrea a “todos” los autores tuquerreños de 1920 a 2021, es decir un poco más de 100 años de historia literaria de una ciudad, de un territorio, de tal manera que la meta trazada es amplia, en donde caben la geografía, la astronomía, la política, la historia y cuanto género literario existe en el idioma. Se recuerdan a muchos creadores, hombres y mujeres, que van de un estilo a otro, desde el clasicismo decimonónico heredado por muchos, hasta los más contemporáneos que buscan permanentemente innovar en el lenguaje.

Inician con la obra literaria de Víctor Sánchez Montenegro (1903-1985), ensayista, poeta, crítico literario, publicó en diferentes latitudes, entre otros España y México, sin duda alguna un espíritu generoso que dejó una importante obra no solamente para Nariño, sino para las letras de habla hispana. Aparece luego Juan Álvarez Garzón (1898-1974), poeta, novelista y dramaturgo, célebre por sus novelas “Gritaba la noche” y “Los Clavijos”, ambas contestatarias de un régimen de castas y abolengos. Luciano Mora Osejo (1928-2016)), matemático, filósofo, académico, “investigador de ciencias y humanismo, con producción escrita de matemática aplicada, demografía, física teórica, epistemología, producción agrícola, entre otros temas”. Benhur Cerón Solarte (1947), sociólogo y geógrafo, con importantes estudios sobre la historia socio espacial de Nariño. María Isola Salazar es la primera mujer que aparece en la revista, poeta y pedagoga, con una obra que va del erotismo al cinismo, enmarcada en un lenguaje minimalista sumamente conmovedor. La sigue Tulia María Álvarez (1915-2019), poeta costumbrista, con una poesía sencilla que describe a su comarca. Pablo Muñoz Ibarra, José Rafael Guerrero Villota, Mario Jacoby Bacca, Ana Lucía Rosero, son autores de publicaciones recientes que aparecen dentro de esa amplia pléyade de más de 70 autores tuquerreños reseñados en la revista.

Con seguridad quedan muchos nombres por fuera, en anaqueles de bibliotecas olvidadas, en revistas alimento de las polillas, deben estar los nombres de aquellos creadores que alimentaron las letras de la noble ciudad sabanera, además, no sobra recordar el dicho de que uno también es de donde vive, de tal manera que suena interesante recordar que Victoria Pereira Urdaneta, conocida con el nombre religioso de Sor Celina de la Dolorosa (1905-1987), estudió sus primeras letras en Túquerres bajo la dirección de la religiosa suiza Caridad Brader, fundadora de las Franciscanas de María Inmaculada, por mencionar un solo nombre de muchos autores que hicieron de Túquerres su escenario creativo.

La revista surge de cinco exposiciones de autores tuquerreños, de tal manera que es todo un proceso que busca visibilizar el trabajo escrito que se ha realizado en el municipio, recogiendo los autores que van de 1920 a 2021, como se ha dicho. Dicen los autores que los libros y textos que ahí aparecen, forman parte de las “pequeñas bibliotecas” que hay en los hogares tuquerreños; aunque la intensión es buena, ya que sirve como una especie de inventario de la producción literaria, sin embargo, y en aras de un proceso de investigación más amplio, y no por ello cayendo en los metarrelatos que llegan desde afuera para invalidar lo propio, se hace necesario ampliar el campo de estudio, entendido como los escritos también hechos por tuquerreños y que no están en el municipio, cabe mencionar la novela corta “Vetulia y Eudoro”, del tuquerreño Cesar M. Garzón, publicada en la Imprenta del Sur de la ciudad de Túquerres en 1908, la cual descubrí para aliento de la literatura nariñense, ya que se constituye en la primera novela, aunque muy breve, escrita en el siglo XX en el departamento de Nariño, publicación que esperamos tenga eco en la administración municipal y podamos presentarla en este año. Y seguimos en la pesquisa de la novela “Fue un sabio”, publicada en 1912, obra del escritor tuquerreño Manuel Benavides Campo, la cual parece que existía en una biblioteca de dicha ciudad y ha desaparecido del todo.

Habitantes de Túquerres, 1853.

Habitantes de Túquerres, 1853.

Lo anterior, no interfiere en nada en seguir auscultando lo que los autores llaman “la historia de las márgenes”, y que yo considero más bien de las periferias, frente a centros que han sido excluyentes, donde habita ahí una otredad creativa e imaginativa, como fácilmente puede deducirse de las producciones reseñadas en la revista. Al contrario, esos estudios permiten ampliar el espectro creativo de dicho territorio, ya que ahí se asienta la historia literaria de sí misma.

De igual manera creemos que el tiempo escogido pudo ampliarse, desde luego que la intensión es maravillosa, mostrar la producción de un siglo de letras, sin embargo, teniendo en cuenta que la imprenta apareció en Túquerres en 1873, y en donde la producción no era de grandes tirajes, sería muy importante reseñar a esos autores que van de 1873 a 1920, esperamos que un próximo número cubra ese periodo, de una u otra forma determinante dentro del contexto regional, posibilitando el análisis del paso de las formas clásicas de escritura a las más modernas con la aparición de los diferentes movimientos denominados “ismos”.

Y como todo es susceptible de mejorar, también hacemos una sugerencia muy comedida y respetuosa a los diseñadores de la revista, con una carátula realmente hermosa, una fotografía de una mujer leyendo, que invita también a la lectura, el interior debe guardar esa armonía. La forma como están distribuidas las imágenes de los libros confunde un poco, además de que los apartes en que está dividida la revista tampoco son claros, no se sabe si van en orden cronológico o por categoría literaria. Además, una breve biografía de los autores completaría maravillosamente las reseñas.

Felicitamos a los profesores Jesús y Mario Bacca Rosero por este trabajo dedicado y profundo, agradecemos la generosidad que han tenido para realizar una muestra muy completa de todos esos escritores tuquerreños que esperan ser leídos y re-visitados, para encontrar también en sus libros parte del alma de su hermosa ciudad.

Yo desde la lejanía física de la tierra que también es mía, pues por mi vena materna soy también cantarrano, me siento pleno leyendo a sus autores, y cuando en Bogotá visito el centro, me solazo en la Carrera de Túquerres (Carrera 5ª, entre calles 5ª y 6ª) para sentirme aun más cerca de ustedes.

Perspectiva Idealizada de la Provincia de Túquerres, 1853.

Perspectiva Idealizada de la Provincia de Túquerres, 1853.

 

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