Parsimonia

Publicado el Jarne

Odio eterno al hincha moderno

Lo verán en los informativos y la prensa deportiva porque van a estar un tiempo hablando del incidente que ha ocurrido hoy. Ha muerto un hincha del Deportivo en una batalla entre miembros de Riazor Blues -hinchas radicales del Deportivo- , Bukaneros -del Rayo Vallecano- y Alkor Hooligans -Alcorcón-, todos de ultraizquierda, frente a miembros del Frente Atlético, de ultraderecha. 

La verdad es que no es la primera vez que ocurre. Hace casi 16 años, también en Madrid, murió apuñalado un aficionado de la Real Sociedad, Aitor Zabaleta. Fue más grave porque aquel chaval no pertenecía a ningún grupo y acompañaba a su novia, que era de una peña femenina. Tomaron algo en uno de los bares aledaños al Vicente Calderón y se encontraron con los radicales del Atlético. A partir de allí, se lo pueden imaginar. Por cierto, El Frente siempre tiene algunos canticos para los vascos cuando van al campo.

Los ultras en los campos de fútbol españoles tuvieron su momento de gloria a finales de los años 80 y durante todos los 90. Animaban los partidos, organizaban a la hinchada y eran incondicionales con el equipo, perdiese o ganase. Muchos de los grupos que todavía subsisten se fundaron en aquella época. Los equipos les facilitaban todo lo que ellos pedían y los jugadores se hacían fotos con ellos.

Con el paso del tiempo, comenzaron a ser incómodos. Los radicales empezaron a protagonizar muchos incidentes o acabaron en partido de ultraderecha o ultraizquierda. El fútbol se han convertido en un negocio muy importante. Mueve cifras astronómicas y levanta pasiones que trascienden clases sociales, género o raza. Estas malas compañías empezaron a causar mala imagen. Cuando los presidentes pensaron que tenían un poder excesivo o que eran un incordio, los clubes los echaron o les dieron su apoyo de una forma velada.

Hace un tiempo, un colega que vino a España me dijo que le llevara a Vallekas. Él es aficionado del Santa Fe. Tenía a los hinchas del Rayo Vallecano, Los Bukaneros, idealizados. Me explicaba que los barras bravas de su equipo no tenían ideología política; sólo se dedicaban a beber y pelearse. Espero que comprenda que al otro lado del Atlántico, las cosas no son muy distintas y que por muchas proclamas revolucionarias que muestren, no son tan diferentes.

Por supuesto, no hay que generalizar y todas esas cosas que se suelen decir en estos momentos del tipo el fútbol no es violento, todo ocurrió fuera del campo y demás. No estaría mal que movieran por una vez el culo y tomaran las medidas necesarias, sobre todo para desmontar estos grupos y garantizar que cualquiera pueda ir a un campo de fútbol sin pensar llevarse un bate o un casco. No tengo mucha fe porque todo pasará, pero por pedir, que no quede.

Foto de los detenidos. Realizada por Celia Moliner.
Foto de los detenidos. Realizada por Celia Moliner.

En Twitter: @Jarnavic

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