Por: Milena Agudelo Trejos
Me perdí en tus ausencias, mis lágrimas y la decepción.
En tus mensajes sin responder, mis reproches y tu indiferencia.
Me perdí en el miedo que genera esconder los sentimientos, en tus dosis mínimas de amor y la nostalgia que deja una cama vacía.
Entre días grises, los muros que levantamos y la ansiedad que deja el fallar.
Me perdí en el nosotros, pero con valentía y determinación regresé para darle la mano a esa mujer orgullosa y de grandes sentimientos que soy.
Me perdí pero regrese con las cicatrices que deja el dolor y dan testimonio de lecciones memorables.
Regresé aceptando mis inseguridades, alejando las expectativas y soltando el control.
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Adriana Patricia Giraldo Duarte
Las lloronas hablamos de todo lo que nos ocurre en la carrera de la vida: pasiones, amores, aprendizajes, sueños, dolores, esperanzas. Por eso este blog es un espacio para que rayes todo lo que escribes a solas. Se trata de descifrar ese femenino inagotable, sin culpas, sin adelantos, ni pretensiones diferentes a las de hallar el verdadero lugar de nuestro yo, a través de la escritura.
Es un ejercicio compartido que nos permite transformar la rabia en creatividad y la impaciencia en expresión, sin que tengamos que consolarnos o crear disculpas letales.
Envíame tu texto a
[email protected] para verlo publicado en Lloronas de Abril. Es hora de pensar en lo vistoso y sanador que pueden ser nuestros días, si dejamos atrás el falso consuelo que no nos pertenece. Revivamos este impulso. Hablemos como necesitamos hacerlo. Espero tu texto.