Lloronas de abril

Publicado el Adriana Patricia Giraldo Duarte

La ventaja de ser hombre

 

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Hemos estado tan líquidos, mi querido amigo, que es la primera vez en tantos años que desnudas sin reserva tus pretensiones.

Me sorprende verte crecer, buscar, esperar, como alguna vez lo hice yo. Desconfiar y pensar que éste puede dejar de ser el terreno firme con más caminos para recorrer.

Ambos hemos perseguido la misma respuesta. Eso sí, quiero aclararte que muchas cosas pasan cuando lo que nos separa es una década de ansiedades y negaciones, una década de pensamientos entre hombre y mujer.

Soy de las últimas, por fortuna.  Entonces, he calmado forzosamente esas vagas ideas para revaluar los discursos que me impusieron a punta de malas experiencias. He alterado el estado normal de las cosas adelantándome para ganar una batalla absurda por el control definitivo de todo lo que no me pertenece.

En ti ha sido diferente, quizá más agobiante.  Yo no estuve expuesta a la virtualidad, a los ataques desobligantes que te cargan a la espalda, ni a las miles de teorías novedosas de salvación que has probado, desilusión tras desilusión.

El vínculo que nos une es el pálpito de la verdad, de la libertad, de la tranquilidad para mirar a los demás y saber que les cumplimos.  Las compensaciones de las hablamos en cada encuentro y que tu has contemplado como una protección superior a tus sentidos.

En realidad la tienes.  Eres hombre pero tienes un aire sensible, femenino, que yo le agradezco a la vida.  Eres un alma capaz de solidarizarse con el tiempo perfecto capaz de perdonar.

Entonces.  Para qué quieres saber qué hay al final de camino? si yo he avanzado casi 4 mil días y unas muchas horas de recorrido,  sin hallar la respuesta en el mundo real.

Agradece mejor, tener la ventaja de ser hombre.  Saber que inconscientemente no tienes más dosis de feminidad, pues de lo contrario, sufrirías por pensar menos en el abandono, cuando diste todo lo que otro no valoró.

Agradece no angustiarte por el tiempo siguiente, pues tienes un halo de tranquilidad hormonal que te hace más práctico.

Agradece no padecer el dolor de la mentira armada, solo por preferir los cuerpos de mujeres más cercanas al ideal de armonía estética que nos vendieron a todos.

Piensa en que es una ventaja estar preparado para no esperar nada, sencillamente nada, porque en tu mente masculina solo existe el hoy.

Me sorprende verte crecer, mi querido amigo. Saber que celebras mis vanidades y temores, que lees las ideas que construyo para no destruir más mi mundo, y que estás de acuerdo, muchas veces conmigo y el resto de mujeres.  Nos une la sensación de libertad, un estilo líquido y aterrizado…un hilo que entiende lo que estamos pensando de los demás.

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