Lloronas de abril

Publicado el Adriana Patricia Giraldo Duarte

La carta que nunca se entregará

La carta que nunca se entregará

…. Por problemas de comunicación

«No hay «un día de estos» sí no hay quien lo contemple.
— El demonio y monstruo que te convirtió en fénix
Atte: Ángel».

Esta es la única carta que te escribiré siendo consciente de que nunca deberé entregarla. Más allá de saber que quizá no deba escribirla. Lo hago por mí. Porque hay cosas que nunca dije, y que aún siendo posible que no las diga, debo decírmelo a mí. Esta es la carta que te dejará libre. Que te dejará ir. Y que nunca más habrá deseos de volver. Ni siquiera de un futuro. O mierdas “posmodernas” como lo has denominado. Quizá ya no importe. Pero mi corazón late tan fuerte como si pudieses ser capaz de leerlo justo en el instante en que te escribo esto. Hoy te dejo libre. En completa libertad. Y hago lo que me enseñaste a hacer. Dejar un recuerdo. Dejar un fantasma. Porque sé que tus letras ya no son para mí. Y mis letras…quién sabe si alguna vez fueron tuyas.

Hoy he pedido un consejo. El último consejo que me permitiré pedir por ti. El único consejo que reflejaría la verdad. La única verdad que siempre negué. Y quizá la verdad que te hará más daño. Y que, precisamente por eso, no debes leer.

Yeah, she’s in love with the concept
As if we’re all just how she imagined
Cause we’re in love, we just don’t know it yet
Well, tell me how I’m supposed to see the magic

Cause I don’t believe in it no more
But I won’t tell her
Cause I always imagined
It’s easier if she thinks she won
So Imma let her

And she said:
«I don’t think
I love you no more
You never seem to call me lately»
Girl I don’t think you know me at all
Cause I never thought I’d have to say this
No, I don’t love you, and I never did
Look at us burning down in flames for kicks
But just know, I’m not singing for your XO
I’m just singing cause it’s over

Came and went like the summertime
Is that a sunset or sunrise
Looking back like where’d the time go
So much for trying to keep this moving slow

Cause I don’t believe in her no more
But I remember
How we talked shit like we knew what we wanted
I still remember what she said:

«I don’t think I love you no more
You never seem to call me lately»
But I don’t think she knew me at all
Cause I never thought I’d have to say this
But I’m no liar and I never hid anything
You should’ve seen it coming to this, just know
I’m not singing for an ex thought
I’m just singing cause it’s over
Yeah, Yeah

Citaré completamente sus palabras: «No veo amor en lo que dices, veo cariño, protección, pero no veo amor. No creo que la ames. Creo que la quieres, y aún más, que la quieres proteger. Pero no la amas. Sólo tienes un instinto protector, pero no la amas. Y por eso debes dejarla ir. Porque ya fue y no está. Porque no se lo debes, aunque hayas cometido muchos errores. Porque estás confundiendo el querer proteger con el amor. Debes soltarlo todo. Porque NO la amas. Sólo la quieres». Al final, tuvo razón, por más que quise negarme. No te amo. Lo siento. Siento decirlo así. Pero es la verdad que nos hará libres. Y que te permitirá crecer. Porque sí eras la rosa. Pero el querer cuidarte hizo que dejarás de ser una rosa natural y te volvieras una rosa plástica.

Siento que acabase así. Siento no decirlo antes. Siento todos los errores que cometí. Pero ya sabes la segunda ley. «“Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”. Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el “si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo». Y yo no soy quién para cambiarlo.

Ya conoces tu verdad. Pero ahora debes conocer la mía. El cómo te volviste un experimento más… Un experimento que probaría todo lo que podía causar en una persona. Todos los cambios que podía generar. Tú no eras el conejo. El que conejo era yo. Siempre lo fui.  Tú eras Alicia. Y siempre lo serás. Y sin importar qué pase, fuiste sólo una hipótesis a la que quise con mi mente. Porque bien sabías lo mucho que mi corazón estaba dividido. Quise centrarme en ti al no querer enamorarme de D. Y lo hice tan perfectamente que pude nublar a mi corazón. Incluso a mi mente. Incluso por querer olvidar todo lo que había sentido por A y lo que aún siento por F. Porque es verdad. Porque aún la amo. Quizá nunca deje de hacerlo. O quizá sólo se convierta en el tipo de cariño que nunca se termina por olvidar. Pero recuerdo sus palabras. Las palabras de F. «Me preguntaste qué pienso. Creo que me amas y estás dejando de hacerlo». Cuánta verdad en sus palabras. Nunca podré prometerte el tipo de eternidad que ya le prometí a F. Que ya entregué sin darme cuenta. Por eso te entregué mi presente. Debías disfrutarlo. Sin preocuparte por el pasado o por lo que podía ocurrir en un futuro. En ese instaste…simple y llanamente, y sólo en ese instante yo era tuyo. Pero no lo hiciste, nunca dejaste de sobre pensar. Me pregunto si habrá sido eso. El ya no querer estar solo. El agotamiento de la soledad. Quizá lo fue. Quizá por ello anoté la frase de Carlos. Sí. Esa serie que tanto te gusta. «Uno no elige de quién se enamora, pero decide con quién se queda». Y yo había decidido quedarme contigo. Quizá por ello en ocasiones me encuentro todavía pensando en un futuro. Como si esas cosas pasarán. Me encuentro repitiéndome que no eres mía. Que no eres mi novia. Y que posiblemente nunca debiste serlo. Me encuentro pensando en esa hermosa niña que habíamos imaginado. En Emma. Y en cómo sería criada para que no entre a la retorcida academia y toda su creatividad se conserve. Para que sea feliz. Y no tenga los problemas paternales por los que tú y yo hemos tenido que pasar.

«Tu corazón no era lugar para un monstruo como yo». Te mentí. Esa serpiente volviéndose unicornio sí era para ti. Quizá estabas destinada a destruirte con él. Y cuánto odiaba la idea de que eso pasase. Pero ¿qué odiaba realmente? ¿qué te destruyeses o que fuese con él? Es aquí dónde vas descubriendo la clase de lobo que soy. Y te lo dije desde un principio. Soy un lobo disfrazado de oveja. Porque siempre, absolutamente siempre, el mejor lobo será una oveja. Y tú sólo eras una indefensa oveja queriendo ser lobo. Y que en cuánto se topó con esta dulce oveja creyó estar segura. Creyó estar protegida. Sin saber cuánto daño podía infringirle. Cuánto daño podía causarle. Y te lo dije. Te dije que te haría daño de la manera más dulce posible. Te hablé de mi amor por las ruinas. Te hablé sobre lo mucho que destruyo a las personas. Y el como al final, las acabo convirtiendo en fénix. Acaban volviendo mucho más fuerte de lo que eran originalmente. Acaban volviendo más vivos. Más reales. Más ellos. Y tú, sencillamente tú, serás el único fénix que sacará la cara por todos. El más vivo de todos. Porque estabas tan muerta, tan dañada, tan destruida que una resurrección tuya valdrá mucho más que todos aquellos a los que devolví a la vida alguna vez. Siempre serás mi mejor experimento. Aquel en que lo conseguí todo. Porque no solo volverás a vivir…que digo volver. No sólo vivirás de verdad, plenamente, sino que también te amarás. Y no me importa ni un poco todo el odio que puedas sentir hacía mí, porque al final, habrá resultado como lo planeé. Y sin saberlo muy bien. Y reitero, no me importa si me odias. Al final, me amarás. Porque el odio sólo es un amor negativo. Y sé que nunca podrás olvidarme porque te hice sentir viva. Te hice sentir querer vivir. Ahora mismo sólo eres una babosa en una crisálida convirtiéndose en mariposa. Y por fin podrás decir que aquel libro que tanto te gusta, es tuyo. Por fin podrás tener ese corazón de mariposa. Y esta vez, una real.

Y sí, me equivoqué muchas veces. ¡Al carajo con eso! ¿qué más da? Arrepentirme no te hará volver. Y quizá tampoco te quiera de vuelta. Quizá sólo me esté engañando para que así sea. Pero eso no cambia el hecho de que no te amo y nunca lo hice. Y que probablemente tampoco lo haga. Porque sabemos que no, una mariposa no regresa al lugar en que dejó de ser babosa para convertirse en mariposa. Pero dicen que todos acaban volviendo al lugar en que fueron felices. Estás casi destinada a volver. Pero fíjate muy bien en ese casi que se cuela en la ecuación. Porque significa que cuando quieras volver yo ya me habré ido. Y no encontrarás nada en esta persona a la que alguna vez llamaste hogar. No encontrarás un ángel. Sólo un demonio que nunca reconocerás como aquel que te salvó y te dio vida. Porque todo lo que hiciste fue ver con ojos de amor. Y no había magia. Ni amor. Ni nada. Completamente nada.

Sin embargo, y solo como un pequeño momento de debilidad, tenías razón al creer en el destino. El destino te llevaría a caer en mis garras. Porque destrozarte era lo mejor. Porque lo sabes. Sabes que tu destrucción creará una nueva hermosa e inimaginable nebulosa. Y serás todo lo que siempre quisiste. Y yo sólo seré una parte del pasado que definirás como un final y un inicio. Dos veces. En cuánto me conociste y en cuánto me terminaste. Debiste alejarte a la primera oportunidad. Debiste hacerlo. Porque el dolor era demasiado grande para una pequeña y estúpida babosa. Y yo era demasiado narcisista para reconocerte como un ser humano. Como algo más que una tonta mascota. Como algo a lo que pude amar. Pero ¿qué voy a saber yo de amar? Lo descubriré sin ti. Y esta vez no me importará la soledad y cuánto tiempo tenga en esta, porque me enseñaste a acelerar aun cuando sé que me estrellaré. Y prefiero eso a simplemente dar la vuelta y abandonar. No importa con quién sea, y menos interesa si no eres tú. Porque no te amo. Y nunca fuiste la persona de la que enamoré. Y no fue una idealización. Yo sabía exactamente quién eras. Tú decidiste ser otra persona y yo sólo dejé que te limitarás. Tenías tanto miedo de dejar de serlo que nunca viste que ya no lo eras, si es que alguna vez me enamoré de ti. Porque no te amo. Pero eras sólo eso. Un jodido y sutil experimento por el que casi habría dado mi vida. Porque no me habría importado pasar toda una vida a tu lado. Porque estaba bien allí, en esos brazos que juraban y no sabían el peso que mi amor traería. Porque no puedo evitar sonreír al pensar en ti, y en todo lo que conllevas. Porque no puedo evitar enojarme. Porque no puedo dejar de dejarte ir. Porque que ya no estás aquí. Y no lo estarás más. Y no te quiero de vuelta. No te amo. Porque eres sólo un fantasma. Y hoy, no quiero un cementerio. Ya me pasé toda una vida en uno. Iré a una florería y agarraré todas las flores que haya, se las daré a la primera persona que vea. Y dejaré de ser tan cobarde. Dejaré de limitarme. Y tendré esa historia de amor que habrías deseado tener a mí lado. Pero yo no era todo lo bueno que veías. Y nunca quisiste creer en el demonio que llevaba dentro. Y te lo dije muchas veces. Al final nunca mentí. Tampoco oculté nada. Ni lo tergiversé. Tú también me limitaste a ser sólo un ángel. Pero nunca fui feliz a tu lado. Y ya nunca lo seré. Porque desde hoy, te dejo en libertad. En completa libertad para que te folles a media ciudad y a medio mundo si te apetece. Para que beses todos los labios que desees queriendo sentir todo lo que sentiste sin que yo te tocase ni una sola vez. Te has jodido por decisión propia. Te he olvidado por decisión tuya. Y me has dejado con el corazón destrozado justo como para convertirme en mi propio fénix.

Más de Lloronas de Abril en 

https://www.facebook.com/lloronasdeabril/?ref=bookmarks

Comentarios