Por: Valentina Suárez Fernández
La perdí en medio de mi búsqueda de respuestas y en las de mi propia generación, muy torpe de soluciones. He internado recuperarla en la música, en la lectura, en las conversaciones profundas y frívolas con mis ángeles guardianes en la tierra.
Porque la había perdido, busqué su definición en la Real Academia de la Lengua. Inspiración: “estímulo o lucidez repentina que siente una persona y que favorece la creatividad, la búsqueda de soluciones a un problema, la concepción de ideas que permiten emprender un proyecto”.
También la he buscado en la canción de la película Encanto interpretada por Olga Lucía Vives e Isabel Garcés; en las conversaciones con amigas en las que me han propuesto escribir sobre nuestros hijos, que para ellas y para mí son la fuente de mayor amor; la he buscado en granjas y en el contacto con la tierra; también en medio oraciones profundas, en conciertos; en consultorios médicos que han admirado lo que escribo; en pensamientos durante el ejercicio y cantando a todo pulmón. Pero no llegaba.
Hoy, en medio de la noche, descubro que entre más libero, más agradezco, más crece mi fe y más fortalecida me siento. Con mayor facilidad vuelve eso que había perdido. Ya no sé si es la fe o más inspiración; o si la inspiración es justamente fe.
Con la humildad de los errores cometidos, con las aventuras maravillosas vividas en estos meses, con imágenes cálidas de un futuro, sin duda distinto. Vuelve, repentina y fugazmente.
Con la fuerza inmensa del amor hacia quienes me aman genuina y tal como soy; de quienes con trabajo me han proporcionado amistad y ayuda, de quienes han allanado mi camino de esperanza y de los que con el brillo de la luciérnaga en la noche han iluminado mi camino. Vuelve.
Hoy emprendo nuevos proyectos con la inspiración que surge posterior al abril de las lloronas, cerca de julio, donde nacen las Violetas, sin duda fuentes de mi amor.
Este es el momento. A escribir. Catarsis y proyecto: INSPIRACIÓN.
Adriana Patricia Giraldo Duarte
Las lloronas hablamos de todo lo que nos ocurre en la carrera de la vida: pasiones, amores, aprendizajes, sueños, dolores, esperanzas. Por eso este blog es un espacio para que rayes todo lo que escribes a solas. Se trata de descifrar ese femenino inagotable, sin culpas, sin adelantos, ni pretensiones diferentes a las de hallar el verdadero lugar de nuestro yo, a través de la escritura.
Es un ejercicio compartido que nos permite transformar la rabia en creatividad y la impaciencia en expresión, sin que tengamos que consolarnos o crear disculpas letales.
Envíame tu texto a
[email protected] para verlo publicado en Lloronas de Abril. Es hora de pensar en lo vistoso y sanador que pueden ser nuestros días, si dejamos atrás el falso consuelo que no nos pertenece. Revivamos este impulso. Hablemos como necesitamos hacerlo. Espero tu texto.