Por: Mary Ramírez
I
Quizá, sí, quizá. Lo importante es arriesgarse, atreverse. Hoy me atrevo contigo.
II
Me atreveré hasta obtener una señal, esa que me dirá si sí, si no, o si tal vez.
III
Me atreveré a quitarte dudas, miedos. Solo te daré certezas, pequeñas dosis de ilusión para comenzar.
IV
Me atreveré a siempre soñarte y a hacerte realidad. A admirar lo que admiras, a querer lo que haces y a apoyar lo que quieras.
V
Nueve palabras comienzan el anterior fragmento, como el “Ki de las Nueve Estrellas”, aquel sistema astrológico para planear el tiempo y espacio y así, volvernos uno, como el Yin y Yang, dos fuerzas que construyen el Universo.
VI
Sí, me quería atrever, me atreví y me atrevo por ti. Guardo ilusión, pero no esa ilusión de interpretación errónea, sino esa ilusión como estado emocional positivo que anhela poder alcanzarte.
Adriana Patricia Giraldo Duarte
Las lloronas hablamos de todo lo que nos ocurre en la carrera de la vida: pasiones, amores, aprendizajes, sueños, dolores, esperanzas. Por eso este blog es un espacio para que rayes todo lo que escribes a solas. Se trata de descifrar ese femenino inagotable, sin culpas, sin adelantos, ni pretensiones diferentes a las de hallar el verdadero lugar de nuestro yo, a través de la escritura.
Es un ejercicio compartido que nos permite transformar la rabia en creatividad y la impaciencia en expresión, sin que tengamos que consolarnos o crear disculpas letales.
Envíame tu texto a
[email protected] para verlo publicado en Lloronas de Abril. Es hora de pensar en lo vistoso y sanador que pueden ser nuestros días, si dejamos atrás el falso consuelo que no nos pertenece. Revivamos este impulso. Hablemos como necesitamos hacerlo. Espero tu texto.