Por: Carlos Fernando Gutiérrez
Las pasiones son infinitas como los seres humanos.
Hay quienes se lanzan a la incertidumbre, buscando certezas. Otros creen que solo serán felices en lugares lejanos y extraños.
Hay quienes desafían sus límites corporales, buscando retarse a si mismos. Otros traspasan su ética y buscan el poder, la fama o el dinero.
Muchos permanecen en la rutina de ser ellos mismos y solo mirarán el cielo cuando exhalen sus últimas palabras.
Otros nos hacemos caminos y aventuramos los pasos por senderos, lugares y horizontes.
Solo buscamos la elemental belleza del viento o la luz, la huella del pájaro en la tarde, el sonido del agua entre las piedras, la canción de las hojas secas.
Quizás esta es la felicidad… la que no hace ruido, ni se aplaude.
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Adriana Patricia Giraldo Duarte
Las lloronas hablamos de todo lo que nos ocurre en la carrera de la vida: pasiones, amores, aprendizajes, sueños, dolores, esperanzas. Por eso este blog es un espacio para que rayes todo lo que escribes a solas. Se trata de descifrar ese femenino inagotable, sin culpas, sin adelantos, ni pretensiones diferentes a las de hallar el verdadero lugar de nuestro yo, a través de la escritura.
Es un ejercicio compartido que nos permite transformar la rabia en creatividad y la impaciencia en expresión, sin que tengamos que consolarnos o crear disculpas letales.
Envíame tu texto a
[email protected] para verlo publicado en Lloronas de Abril. Es hora de pensar en lo vistoso y sanador que pueden ser nuestros días, si dejamos atrás el falso consuelo que no nos pertenece. Revivamos este impulso. Hablemos como necesitamos hacerlo. Espero tu texto.