Voy a dictar mi primera charla y… ¡tengo susto!

Actualización: la charla ya la dictamos, pero quedó grabada, así que si te interesa puedes escribir a: [email protected], [email protected].

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Hace poco leí un artículo de Joselin Cuartas en Forbes sobre el Síndrome del Impostor y me siento identificada.

Cada vez que me encargan un texto siento pánico por miedo a defraudar. Cada vez que comienzo un proyecto me da miedo no estar a la altura. Siento que todavía tengo mucho que aprender y que no estoy lista ni para la vida, ni para mi nuevo camino laboral…

Y este año especialmente ha sido complejo porque me he esforzado por enfrentar al impostor. Algunos días lo logro, otros no.

Sin embargo, si miro mis vivencias durante estos seis meses puedo decir con satisfacción que el universo me ha enviado ángeles de la guarda que me hay apoyado en el proceso. Seguro ellos no lo saben, pero así es.

Por ejemplo, cuando Salomé y Samuel me invitaron a participar en su pódcast Cultura en Ruta me pregunté si tenía algo importante para compartir. Ellos me propusieron un tema, pero no me sentí preparada y les propuse que conversáramos sobre lo que me apasiona, la comunicación cultural digital.

Durante la conversación me sentí muy cómoda y cuando escuché el pódcast me sentí orgullosa del resultado; y esa invitación me abrió un abanico de posibilidades que, si bien la estaba viviendo, estaban regadas por mi vida.

Me refiero a que desde que dejé la redacción de El Espectador me he preguntado por mi profesión, por quién soy y a qué me dedico. Durante muchos meses no sabía si seguía siendo periodista o no, y cuando trabajé en RTVC, que aprendí el oficio de las relaciones públicas, me enredé aún más porque siempre vi esos oficios de forma separada.

Sin embargo, este año mi esposo Lucho me definió con una frase muy chévere, una frase que está en todos mis perfiles: “te cuento mi historia sobre la historia de otros”.

Y en realidad eso es lo que hago. Si realizo contenido para @LiarteconArte narro mi percepción sobre lo que veo. Si escribo un boletín de prensa plasmo la historia que del artista o creativo, y si hago relacionamiento con medios, ayudo a que esa historia llegue más lejos.

En el último mes decidí poner a prueba mi capacidad de difundir las historias de otros y le propuse a la Galería Sextante llevar a los medios de comunicación y a las agendas culturales digitales la información sobre sus exposiciones. Desde mi punto de vista nos ha ido de maravilla.

Este trabajo me llevó a otro nivel y es el pensar en la comunicación como una estrategia para acercarnos a la gente, no sólo informar.

Si hay algo jarto en el oficio periodístico es transcribir una entrevista, sobre todo cuando el entrevistado ha divagado en su discurso. Eso me parece aburrido porque me demora el ejercicio de la escritura, a no ser que haya anotado previamente los minutos en los que dice algo importante.

Y ahora que recorro exposiciones de arte, me he enfrentado a textos curatoriales muy difíciles de entender. Muchas veces, esos textos que están en la pared justo antes de ingresar a la muestra, son complejos, enredados y me vuelan la cabeza.

Escuchando a los artistas, galeristas y coleccionistas entendí que para el gremio artístico esos textos son importantes, así como los científicos, por decirlo de algún modo.

Pero como mi bagaje es periodístico, siempre apuesto por el lenguaje claro y sencillo que nos permita entender a todos el tema. De hecho, esa es la inspiración principal de @LiarteconArte, comunicar el arte de forma sencilla para que, ojalá, algún día no muy lejano muchas personas quieran hacer el plan de recorrer galerías o museos de arte un viernes o un sábado.

Entonces, entendiendo que un artista debe manejar dos tipos de comunicación, por así decirlo, nos juntamos con Laura Moreno y Ángela Espitia, consultoras de Plart, y Alexandra Romero, directora del espacio Al Romero, para dictar la charla “Guía práctica para vivir del arte y no morir en el intento”.

Durante dos horas, el sábado 27 de julio a las 11:00 a.m. conversaremos sobre cómo enfrentarte al público general cuando se está, por ejemplo, en la Feria del Millón, o cómo hablar del arte frente a un galerista.

Parece obvio, pero no lo es. En varias ferias los artistas me hablan en tercera persona y allí mi mente se escapa porque me pregunto ¿por qué me habla como si no fuera él? También me pasa que los artistas no se presentan, no presentan su trabajo o no ubican la ciudad, el lugar o la fecha donde presentarán su exposición.

Por todo eso pensamos en la charla “Guía práctica para vivir del arte y no morir en el intento”.

Yo espero superar el Síndrome del Impostor y dar mis percepciones y brindar conocimiento sobre cómo darle a la palabra y al discurso el valor que corresponde. Para mí, es tanto como el concepto o el arte mismo.

Ya contaré cómo me va.

**Actualización: la charla ya la dictamos, pero quedó grabada, así que si te interesa puedes escribir a: [email protected], [email protected].

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