Volví a un set de grabación y fui feliz. Hace rato no tenía el placer de estar invitada a la grabación de una producción colombiana, hasta que en julio me dijeron que si podía ir un día a las grabaciones de la película “Policiaco sin crimen” en Bogotá. Una casa majestuosa del barrio La Magdalena…
Volví a un set de grabación y fui feliz. Hace rato no tenía el placer de estar invitada a la grabación de una producción colombiana, hasta que en julio me dijeron que si podía ir un día a las grabaciones de la película “Policiaco sin crimen” en Bogotá.
Una casa majestuosa del barrio La Magdalena era el escenario perfecto para ambientar esta historia que se desarrolla en los años 60 y está inspirada en el cine negro. Los protagonistas Juana Arias y Saín Castro filmaban sus escenas en las que los personajes Esperanza y Calvás sostenían un diálogo acalorado.
Semanas mas tarde, me preguntaron si me gustaría ir a Tunja a presenciar otra parte del rodaje. ¡Pero claro!, ¿cómo no?
Ese viaje fue más divertido de lo que pensé. Mi trabajo consistía en presenciar algunas escenas para entender el universo de “Policiaco sin crimen” y hacer las entrevistas necesarias para redactar el primer boletín sobre la película, algo que me gusta mucho, pero el grupo con el que viajé fue fantástico.
A algunos los conocía, pero no todos eran amigos míos. Durante el camino conversamos sobre cine, música, las familias y el quehacer periodístico.
La producción de “Policiaco sin crimen” nos trató muy bien y aguantó que estuviéramos por ahí borondiando, haciendo nuestro trabajo.
“Policiaco sin crimen” es la ópera prima de Darío Vargas, quien se rodea de grandes figuras que han forjado -junto a él- la industria audiovisual nacional desde el siglo pasado, como Rosario Lozano (diseño de producción), Rosita Cabal (diseño de vestuario), Andrés Vargas (dirección de arte) y Mauricio Cadavid (dirección de fotografía), entre otros.
Cuenta con la producción ejecutiva de Óscar Guarín, quien además de estar detrás de producciones legendarias como Las aguas mansas o Azúcar, es figura clave en series actuales como Emma Reyes o Cosiaca.
De regreso a casa redacté este boletín de prensa que comparto en este blog:
En Bogotá y Tunja se llevó a cabo el rodaje de Policiaco sin crimen, ópera prima de Darío Vargas que, inspirada en el cine negro estadounidense de los años 40 y 50, se desarrolla en Colombia a comienzos de los años 60, época en la que los detectives Calvás (Saín Castro) y Calvo (Juan Carlos Benjumea) son contratados por Esperanza (Juana Arias), una misteriosa mujer que busca a su abuelo desaparecido.
La investigación conduce a los detectives a descubrir, con la ayuda de su asistente Adelguiza Prisa (Ángela Cano), que han sido objeto de un engaño y deberán develar los motivos por los cuales la mujer los ha contratado.
“Que no haya crimen le da el tono que, creemos, debe tener la película, un tono de buen humor y de humor negro. Policiaco sin crimen está inspirada en un cine muy popular en Hollywood de los años 40 y 50, y tiene algunas revisiones actuales como Sin City o Blade Runner, películas de cine profundo, de autor, pero inversas en el sistema de Hollywood, por lo que el cine negro es, quizás, una de las expresiones más claras de lo que es buen cine”, dice Darío Vargas, reconocido director de clásicos nacionales como ¿Por qué mataron a Betty si era tan buena muchacha? o En cuerpo ajeno.
En esta película lo policial está presente sin que el crimen sea protagonista, así que la ciudad donde se desarrolla se presenta húmeda, fría, con rincones oscuros que parecen guardar secretos invisibles.
Fue así como las calles del barrio La Magdalena de Bogotá y las del centro de Tunja se tiñeron del ambiente de los 60 durante las semanas que duró el rodaje.
“Como estaban planteadas las escenas exteriores para recrear los inicios de los años 60 eran muy difíciles de realizar en Bogotá, teniendo en cuenta nuestro presupuesto de cine independiente. Por eso le propuse al director rodarlas en Tunja porque la ciudad tiene muchas edificaciones de los años 50 y 60”, comenta el productor ejecutivo Óscar Guarín, quien además de estar detrás de producciones legendarias como Las aguas mansas o Azúcar, es figura clave en series actuales como Emma Reyes o Cosiaca.
Fotograma “Policiaco sin crimen”: Juana Arias como Esperanza.
La experiencia de más de tres décadas en la industria audiovisual de Vargas y Guarín se complementa con el trabajo de algunos de los mejores profesionales que han impulsado la industria audiovisual nacional desde el siglo pasado, como lo es Rosario Lozano (diseño de producción de Crónicas de una generación trágica, Bolívar soy yo o La Pola), Rosita Cabal (diseño de vestuario de Yo soy Betty, la fea;Leandro Díaz o La Vorágine), Andrés Vargas (dirección de arte) y Mauricio Cadavid (dirección de fotografía), entre otros.
Con este equipo, Darío Vargas y Óscar Guarín crearon una propuesta visual y estética de Policiaco sin crimen que se apoya en una paleta de colores desaturada dominada por tonos fríos (grises, verdes apagados, marrones tierra y azul petróleo), uso constante de lluvia fina y niebla suave que refuerzan el tono melancólico y ambiguo de la historia, y locaciones urbanas nostálgicas (bares con muebles de madera oscura, cafés antiguos, oficinas con escritorios pesados, y calles adoquinadas iluminadas por faroles tenues).
El vestuario, por supuesto, está inspirado en la elegancia formal de la época, con una marcada influencia del cine negro, adaptada al contexto bogotano de principios de los 60. El maquillaje y la peluquería refuerzan esta estética con sobriedad y coherencia histórica.
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