Liarte: diálogo sobre arte

Publicado el Lilian Contreras Fajardo

Sair García: su obra desde la palabra

Generalmente, cuando entrevisto a un artista por su obra, previamente he tenido la oportunidad de verla personalmente. Sin embargo, con Sair García ocurrió algo distinto pues, al enterarme que está exponiendo “Banana Republic” en el Museo de Arte de Pereira, quise hablar con él para poder entender de qué se trata la muestra.

En este caso, en internet pude encontrar cierto contexto de él y de su trabajo, pero no tanto de la exhibición. Uno que otra publicación en las redes sociales de él y del museo me dieron pistas, y alguien me facilitó el texto curatorial, que me guio un poco más y me permitieron omitir una pregunta que me molesta: ¿de qué se trata su obra?

A la entrevista con Sair García llegué con interrogantes concretos más allá del qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué, las respuestas típicas que debe dar todo artículo, por lo menos periodístico, que es el mundo donde navego con confianza.

De “Banana Republic” sabía de ante mano que es la exposición individual que el artista presenta en el Museo de Arte de Pereira (MAP) hasta el próximo 5 de octubre y que, con la curaduría de Christian Padilla, ofrece una reflexión sobre el territorio y sus habitantes, sobre ese paisaje colombiano que es sinónimo de diversidad natural y cultural, pero que también es una condena para quienes lo habitan porque significa despojo, exilio y violencia.

También sabía que el título “Banana Republic” responde a un trino del expresidente estadounidense George W. Bush, quien dijo en tono burlón “Así es como se disputan las elecciones en una república bananera” en el marco de los hechos que se registraron en enero de 2021 en el Capitolio Nacional de Estados Unidos, cuando fue asaltado por seguidores del entonces presidente Donald Trump.

Pero, ¿cómo se fusiona “Banana Republic” con la obra de Sair García? y ¿qué es lo que específicamente se puede ver en la exhibición?

En eso se concentró mi conversación con él y entonces fue maravilloso poder descubrir su obra gracias a la palabra, ese lenguaje con el que yo me siento bastante cómoda, sin olvidar que su lenguaje es el visual.

Sair García nació en Barrancabermeja a mediados de la década del 70, por lo que es testigo directo de la violencia que se registró en la zona en los 80 y 90. Cuando llegó a Bogotá para estudiar en la Universidad Nacional en 1996 se percató de que esa violencia había consumido a casi todo el país.

“Ver eso que sucedía en mi pueblo desde afuera se transformó en una catarsis dolorosa”, dijo, y fue por eso que de inmediato tomó la decisión de hablar de la violencia, pero no desde el punto de vista agresivo o violento como lo han hecho otros artistas, sino desde una forma sutil porque su pintura se enfoca en “la gente, la población, los directamente afectados”.

Eso responde a que la familia de Sair García, como muchos en el país, tiene una historia de dolor relacionada con la desaparición de un ser querido, y por eso en su trabajo trata de “reivindicar un poco el dolor de aquellos que hemos tenido a alguien que jamás regresó”.

Su decisión de reflexionar sobre el dolor y plasmarlo en pintura, y no cerrar los ojos como muchos colombianos hacemos ante los hechos violentos, se debe también a querer poner su carrera al servicio de la sociedad para “hacer que la gente no pierda esa memoria, no olvide todo lo que ocurrió”.

Para Sair García, los artistas tienen la responsabilidad de “contar la historia de la humanidad”, pero no le otorga esa misma responsabilidad al espectador de su obra.

“Nosotros (los artistas) sí tenemos un compromiso con la sociedad, incluso con quienes se tapan los ojos, de recordar que en realidad no todo está bien, que hay que cambiar, que no hay que olvidar y sobre todo, no hay que repetir”, enfatizó.

¿Y cómo es que “Banana Republic” logra el objetivo del artista?

Gracias a la curaduría de joven historiador del arte Christian Padilla, con quien habló y se indignó por las palabras de George W. Bush. Juntos se cuestionaron sobre lo que el arte ha hecho – o no – para contrarrestar la estigmatización de los colombianos en el exterior.

Pensaron en montar una retrospectiva con el trabajo que García ha producido durante dos décadas de carrera, pero el espacio en el Museo de Arte de Pereira no era suficiente, por lo que se amoldaron y presentan esta exposición que es presentada como una “antología” de Colombia, del paisaje, de un país que es rico y diverso naturalmente, pero que destruye y perpetúa la violencia con tal de lograr el anhelado progreso.

Banana Republic” también recuerda que son los países poderosos los responsables de que nuestros países sean como ‘platanales’, pues “ellos han financiado las matanzas y tienen responsabilidad directa sobre los infortunios”.

Afortunadamente, según él, “para eso está el arte”, para recordar que existen esas problemáticas, que siguen y siguen, y que las he retratado durante 20 años.

Pero, además de retratar, también se debe tener presente que es cierto que los éxodos de los pueblos han existido durante toda la historia de la humanidad. La cuestión para él es preguntarse ¿por qué suceden el Colombia?

“Aquí ocurre porque nosotros mismos nos matamos, nos desplazamos, nos robamos. Todo lo hacemos contra nosotros mismos, nosotros no peleamos contra nadie distinto a nosotros mismos, y eso es realmente particular y lo que de verdad produce rabia, indignación. No es posible que, a estas alturas de la vida, todavía se desplacen pueblos enteros. Alguien tiene que decir que, en Ituango en 2021, se desplazó todo un pueblo por violencia y corrupción. Si es un artista, bienvenido y maravilloso, porque parece que nadie más lo hará”.

Banana Republic” exhibe obras pertenecientes a las series “Magdalena” y Estática milagrosa. La primera es el resultado de una investigación que lleva ocho años y presenta al río como denunciante, protagonista y testigo de la violencia; mientras que la segunda pone en escena a esos pueblos palafíticos del Pacífico, la precariedad de sus casas y evidencia cómo el Estado ha sido ajeno a esta sociedad.

En el Museo de Arte de Pereira también está expuesta la instalación “Buitres”, en la que estos animales están representados en plata 925 sobre acero inoxidable y aluden a esas aves que vuelan sobre las plataneras y encuentran las fosas.

Cuando tenga la oportunidad de ver con mis propios ojos la obra de Sair García, me tomaré el tiempo para apreciarla. Pondré atención en los detalles y seré testigo de cómo para él es más importante el soporte que la técnica, es vital en sus pinturas.

Recordaré que dijo que los cuadros de “Magdalena” no están pintados sobre una tela porque así lo han hecho los artistas durante la historia; sino sobre acero, porque luego de una larga investigación supo que era la metáfora perfecta del río.

Finalmente, también sé que cuando esté frente a su obra, tendré el suficiente tiempo para pensar sobre mi postura frente a la realidad colombiana porque, estoy convencida, lo que sucede en el país no es solo culpa de los países más poderosos y del Estado. Es culpa de todos los que hemos dicho “eso no es conmigo” y seguimos de largo en el camino.

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