Liarte: diálogo sobre arte

Publicado el Lilian Contreras Fajardo

Museo de la Independencia – Casa del Florero: un lugar para pensar en conceptos como ciudadano, libertad o país

El Museo de la Museo de la Independencia – Casa del Florero es uno de los espacios culturales que todo colombiano debería tener la posibilidad de visitar.

Por un lado, su ubicación estratégica en la esquina de la Plaza de Bolívar de Bogotá le otorga un bagaje histórico que, cuando uno está en el recinto, es imposible no imaginar todo de lo que es testigo. Por otro lado, por los objetos que alberga y la historia que cuentan.

El Museo de la Independencia – Casa del Florero está ubicado en la Carrera 7 con Calle 11, Bogotá.

Por su puesto, allí se puede apreciar el famoso Florero de Llorente, aquel objeto que según documentos que registran los hechos del 20 de julio de 1810 fue el causante de la gran pelea entre el español José González Llorente y el patriota Antonio Morales., y que en 1882 fue donado al Museo Nacional de Colombia por el artista Epifanio Garay.

Sin embargo, lo que más me gusta del Museo de la Independencia es la sala “Sala contextos de independencia” porque tiene dos grandes líneas de tiempo en las que cuentan paralelamente la historia de la Independencia de Colombia y lo que simultáneamente ocurría en Europa. Muchas veces se nos olvida que las luchas de diferentes pueblos están ligadas entre sí.

De este museo también me gusta que es dinámico. Aunque cuentan la historia formal del proceso independentista, tienen un proyecto que se llama “Intervenir la historia”, una convocatoria en la que artistas pueden presentar su visión de la misma, en diálogo con el presente.

Este dinamismo se traslada al espectador, pues luego de ver las piezas y los documentos históricos puede forjar su propia lectura sobre conceptos como independencia, ciudadano, país, libertad o nación y, de paso, pensar ¿de qué nos independizamos?

Durante los últimos años, este recinto museal ha realizado avances importantes en sus narrativas digitales, como el pódcast “Al aire bagatela” (en honor al periódico «La Bagatela» fundado en 1811 por Antonio Nariño en la actual Bogotá) o recorridos en 360º de sus exposiciones.

Por ejemplo, recomiendo la de “Hilos y agujas. Moda e indumentaria neogranadina”, en la que explican cómo los estilos europeos acogidos por los neogranadinos durante los siglos XVIII y XIX representaban a los miembros de la sociedad pues, no hay que olvidar, la moda siempre es política y traduce una condición social y económica.

Durante esta semana (19-25 de julio de 2021), Del 19 al 25 de julio, el Museo de la Independencia – Casa del Florero conmemora 211 años del proceso de independencia con la exposición temporal “Una esquina con historia, 61 años del museo”, que sirve también para festejar sus 61 años de funcionamiento.

En su canal de YouTube, la gente puede seguir diferentes conferencias con historiadores o sociólogos que invitan a seguir pensando en la construcción de país, no sólo desde el pasado, sino también teniendo en cuenta el futuro.

No está de más sacar un poco de tiempo para escuchar por lo menos una conferencia y analizar qué papel desempeñamos en la construcción de la sociedad… porque no es sólo responsabilidad estatal.

 

Datos curiosos e importantes del museo

  • Para hacer las reformas de la casa, fueron trasladadas piezas de varias construcciones coloniales demolidas, como fue el caso del balcón esquinero traído de la ciudad de Pasto o las vigas que pertenecieron al convento de Santa Inés. Esto con el objetivo de recrear lo más fiel posible la casa construida en tiempos de la colonia.
  • La colección inicial del museo surgió a partir de las donaciones de diferentes instituciones como el Museo Nacional, la Academia Colombiana de Historia, el Museo de Arte Colonial (nombre de la época), la Quinta de Bolívar e importantes colecciones particulares como la de Eduardo Santos.
  • La pieza más representativa de la colección que se expuso desde primer día de apertura del museo, fue el controvertido “Florero de Llorente”, objeto que años antes había sido donado al Museo Nacional por el pintor Epifanio Garay.
  • 1960: Para el momento de la apertura del Museo se logró reunir entre pinturas, elementos de ambientación y piezas consideradas como reliquias, un total de 61 objetos.
  • 1964: Guillermo Hernández de Alba compra del predio del lado oriental de la casa. Allí se construyó un jardín rodeado de plantas ornamentales, la palma de cera y algunas hierbas medicinales.
  • 1965: Se instaló en el jardín un obelisco inspirado en los dibujos realizados por Antonio Nariño en el siglo XIX, por ello, este espacio tomó el nombre de Jardín Nariño.
  • 1969: El museo hacia parte del Instituto Colombiano de Cultura.
  • 1997: Comenzó a ser parte del Ministerio de Cultura de Colombia.
  • 2001: Se llevó a cabo el inventario y catalogación del total de la colección.
  • 2010: Se le renombró como “Museo de la Independencia – Casa del Florero” para conmemorar el Bicentenario de la independencia de Colombia, y se realizó una renovación del mismo, transformándolo en un espacio de encuentro y diálogo con la historia y el presente.
  • 2010: el 20 de julio se inauguraron 6 nuevas salas, en las que se plantean reflexiones sobre los acontecimientos que desembocaron en la firma del Acta de la Revolución del 20 de julio de 1810 y sobre conceptos como la autonomía, la libertad, las formas de gobierno y la ciudadanía.
  • 2018: Se desarrollan la maleta de pensamientos libres e independientes como parte de la estrategia de exposiciones itinerantes para llegar a diferentes lugares del país.
  • 2020: El museo virtualiza su oferta educativa y cultural y mantiene su oferta para diferentes públicos desde cualquier lugar a través de exposiciones digitales, recorridos 360° y realidad aumentada.

Datos para destacar de la casa

  • El Museo de la Independencia – Casa del Florero se encuentra en una casa colonial patrimonial de 400 años, propiedad que se construye a finales del siglo XVI y se termina a comienzos del siglo XVII.
  • El estilo de la casa es de estilo árabe andaluz, también denominado Mudéjar, típico de las edificaciones coloniales caracterizado por los muros blancos, junto a las puertas, ventanas, balaustradas y balcones verdes.
  • Esta construcción se remonta a la fundación de Santafé, por parte de Gonzalo Jiménez de Quesada, la casa de dos pisos, se fue valorizando por su estratégica posición entre la Calle Real, vía principal de la ciudad, y la Plaza Central como núcleo del poder religioso, político y económico.
  • La casa es construida para el hijo de mayor del mariscal y fundador Hernán Venegas Carrillo.
  • La casa a partir de 1739 hasta 1792, fue una propiedad del Señor Francisco Moreno y Escandón, fiscal de la Real Audiencia.
  • Posteriormente pasa a ser propiedad de la hija de Sebastián Rodríguez Trujillo, quien alquila el balcón para presenciar los eventos que se realizan en la plaza Mayor.
  • Debido a su ventajosa posición cercana a la Plaza Mayor, pasa a ser un local comercial, desde 1805 a 1810 es propietario José González Llorente.

    [email protected] / @LiarteconArte

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