Sigo disfrutando los borondos virtuales mientras en Bogotá se renuevan las salas de exposición. Esta vez navegué el Guggenheim Bilbao, museo que presenta “Mujeres de la abstracción”, que recuerda y rinde homenaje a las mujeres artistas que trabajan la abstracción en el siglo XX.
Inicialmente, cuando hacía estos recorridos virtuales pensando en encontrar recursos multimedia memorables, pero con el tiempo he aprendido a valorar el contenido por encima del formato; aunque me siguen conquistando las exposiciones transmedia.
En el caso de “Mujeres de la abstracción”, el Guggenheim Bilbao apuesta por un formato sobrio en el que, primero, un texto muy completo me ubica en el objetivo de la muestra: recordar a las artistas que han sido invisibilizadas en la historia del arte a pesar, dicen los curadores, de “su innegable aportación a sus raíces, sus inicios y su posterior desarrollo”.
Luego, la muestra se divide en “Introducción”, “Exposición”, “Sabías que” y “Catálogo”. La introducción recuerda que la abstracción es un lenguaje basado en formas plásticas que floreció a principios del siglo XX.
Las artistas de quienes se presenta obra son catalogadas como agentes y cocreadoras de la modernidad ya que muchas definieron su papel al margen del género y otras reivindicaron un arte femenino. En su mayoría fueron relegadas de la historia del arte y es por eso que “Mujeres de la abstracción” tiene en cuenta a artistas de danza, artes decorativas, fotografía y cine “procedentes de América Latina, Oriente Medio y Asia, sin olvidar a las autoras afroamericanas, con el fin de volver a construir una historia con múltiples voces e ir más allá del canon occidental”.
Una vez ubicada en el tiempo y espacio, ingresé al pabellón virtual, pero no entendí nada. Me devolví e ingresé a “Exposición”, que a su vez se divide en “Simbolismo sagrado”, “Mujeres rusas de la vanguardia”, “La Bauhaus de Texas” y “Neoconcretismo brasileño”.
El punto “Mujeres rusas de la vanguardia” creo que fue el que más me gustó porque las mujeres rusas vivieron una doble negación. Los curadores se cuestionan porqué en el famoso ensayo “¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?” de 1971 Linda NochIin no habló de ninguna artista rusa, a pesar de las muchas que lograron reconocimiento en vida ya que durante el Imperio Ruso la enseñanza de las bellas artes era accesible a las mujeres ya en 1871. Por eso, era común que no solo pintaran, sino se dedicaran a la poesía, los libros, el teatro, el diseño de vestuario y los textiles.
“Simbolismo sagrado” hace énfasis en el espiritismo que estuvo de moda en la década de 1850 y fue fundamental en la abstracción; mientras que “La Bauhaus de Texas” retoma la importancia del curso de fotografía creativa que en 1935 Carlotta Corpron creó en la Texas Woman’s University de Denton, en el que apostaba por la exploración experimental.
Por su parte, “Neoconcretismo brasileño” recuerda cómo y por qué algunos artistas de Río de Janeiro se opusieron en 1957 a los principios del Arte Concreto de Max Bill: “el arte figurativo es una abstracción de la realidad, mientras que el arte no figurativo, una pura creación de la mente, se convierte en concreto a través de su materialización”. Con el Manifiesto Neoconcreto, los artistas brasileños acusan al Arte Concreto de preferir el “ojo-máquina” al “ojo-cuerpo”.
Ahora sí estaba preparada para ver las fotos, el video y hacer el recorrido que también se puede disfrutar en realidad virtual. Yo no tengo esta tecnología, entonces opto por guiar el cursor a lo que me interesa. Simular caminar, acercarme o poder abrir en pantalla completa la imagen me gusta. Quienes son miembros del museo tienen a disposición la audioguía, muy necesaria; pero para los que no hemos invertido podemos ver el conversatorio introductorio, un regalo nada despreciable porque pude situarme en el auditorio en el que, durante una hora, los organizadores o curadores compartieron toda la investigación que realizaron para poner en marcha esta muestra de arte abstracto. ¡Un privilegio!
Un recurso chévere del Guggenheim Bilbao es el “Sabías que…?”, frases muy cortas informativas y educativas.
Nunca me había llamado mucho la atención la abstracción, pero “Mujeres de la abstracción” me abre un mundo de posibilidades para ver este lenguaje plástico.
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