Liarte: diálogo sobre arte

Publicado el Lilian Contreras Fajardo

Lucas Gallego: arte sobre el deterioro del territorio

Lucas Gallego expone en la galería La Cometa de Bogotá “Ejercicios de construcción para el Antropoceno”, en la que evidencia, gracias a la imagen satelital, la transformación que el ser humano ejerce, negativamente, sobre el territorio.

El espectador de esta muestra puede ver, por ejemplo, en los visores iluminados “Taxonomía de quemas de territorios ubicados en Puerto Lleras” los vestigios de un territorio quemado para su explotación o en las “Mesas de luz” sectores del río Tomo y cómo se convierte en un sistema de riego para diversos procesos y proyectos a gran escala que, finalmente, afectan dinámicas en el suelo productivo.

“La colonización de una región detona agresivas alteraciones en sus procesos geo-biológicos, con consecuencias como la perdida de la biodiversidad propia al reducir el hábitat de especies endémicas, o la degradación del suelo y sus características físicas que, junto a la extinción de bosque joven, provoca severas alteraciones climáticas de escala global”, dice el texto curatorial de la muestra.

Por medio del uso de la imagen satelital, Lucas Gallego propone un ejercicio de reconstrucción de memoria “con el que busco generar una reflexión sobre el efecto que nuestros ideales civilizatorios provocan en el territorio, el comentario al reconstruir un catálogo cartográfico de áreas que se hallan entre Mapiripan, Puerto Lleras y Puerto Gaitán”.

Ejercicios de construcción para el Antropoceno” presenta una extensión fotográfica (27.6 millones de metros cuadrados), una cifra que en palabras del artista es “insignificante” en comparación con la deforestación que sufre la Amazonia colombiana.

No hay que olvidar que el territorio siempre tiene alguien que lo habita, por lo que todo cambio debido a la deforestación, al cambio del cause de un río o a la siembra de un monocultivo perjudica directamente a los pobladores de la región y a la larga, a todos los seres que habitamos el planeta.

Antropoceno no es una palabra común. ¿Por qué la usa en el título de la exposición?

El Antropoceno es un término que tiene que ver mucho con la intervención humana en el planeta. Es un término no tan antiguo que tiene que ver con las huellas que el hombre deja en la Tierra, con los cambios industriales, con la deforestación, con el uso excesivo de los recursos naturales, de suelos y materias primas de origen natural. Es algo así como una nueva era geológica en la que el ser humana sufre la mayor afectación de la naturaleza.

¿Cómo nace la exposición “Ejercicios de construcción para el Antropoceno”?

El precio de la venta de madera en Bogotá me llevó a un trabajo investigativo que arrojó como resultado que la problemática es el control de tierras. Soy carpintero. Estudié arquitectura y tuve relación con las artes, pero durante mi oficio de carpintero me di cuenta de que hay lugares que proveen materias primas muy económicas, por lo que siempre me pregunté por qué, si la explotación legal de la madera no lo permite.

Busqué licencias ambientales que soportaran la comercialización de madera en pequeños depósitos y no existen. Cuestioné entonces la procedencia de esta materia prima y llegué a territorios que se encuentran en Meta, Casanare y Guaviare, que son los que tienen las mayores afectaciones de deforestación en Colombia.

Pero, luego de toda mi investigación, me di cuenta de que la madera es el menor de los problemas… casi que ni siquiera es un pretexto porque todo en el fondo tiene que ver con el control de tierras que, en muchos casos, es económico y político.

¿Esta exposición se une con “Lo liso y lo estriado” que recientemente presentó en el Jardín Botánico de Bogotá?

Sí porque es una línea de trabajo. Sin embargo, lo que se representó en “Lo liso y lo estriado” era Casanare y lo que evidencio en esta es lo que sucede en Mapiripán, Puerto Lleras y Puerto Gaitán, lugares que en los años 90 vivieron un gran problema de inseguridad y desplazamiento. Ahora, existen motivaciones económicas.

¿Cómo se representa artísticamente la investigación?

Por medio de la construcción de imagen satelital, capturada con un satélite de investigación científica que me permite explorar y trabajar, sin llegar a estos territorios. El satélite me permite capturar la imagen y luego representarlas en obras.

¿Qué puede ver el espectador en obras como, por ejemplo, “Construcción fotográfica satelital”?

Lo que me interesa es que la gente pueda reconocer el detalle de las afectaciones de la deforestación. En las fotografías de gran formato el público puede ver cómo el territorio es parcelado para, seguramente, sembrar un monocultivo o ganadería. Por la altura del satélite es difícil reconocer cuáles son los cultivos, pero sí se puede tener una perspectiva de lo que sucede porque al detallar la imagen se ven de forma diminuta los galpones o grandes bodegas, por lo que fácilmente se puede entender la magnitud de la tierra arrasada. Las fotografías dan cuenta de la poca naturaleza que queda en medio de un gran desierto que tiene sobre sí las huellas de maquinaria pesada que lo transforma.

La obra “Terrario de selva húmeda tropical” es una planta. ¿Por qué la usa en esta muestra?

Siempre en mi obra intento tener una pieza viva y esta planta ya había estado por el Museo de Arte Moderno de Bogotá en otra muestra; lo que me gusta es que el público pueda ver en una planta viva las huellas del paso del tiempo. También es un ejercicio simbólico sobre todo el poder que el ser humano ejerce sobre la naturaleza, por eso la planta crece al revés.

¿Dentro de la exposición, qué papel juega la videoinstalación?

Estas dos piezas representan lo que parecen ser áreas selváticas, pero en realidad son lugares que fueron arrasados y vueltos a sembrar por los pobladores. Por eso ningún árbol, excepto el Cedro, es originario del lugar. Es más o menos una jardinería a gran escala, es lo menos parecido a un territorio selvático.

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