Este blog está dedicado a “Catapum”, película que se estrena el 9 de noviembre y en la que la directora Palu Abadía le rinde homenaje al bullerengue, música y canto afrodescendiente que nace en el Caribe, específicamente por los palenques.

El bullerengue es interpretado, generalmente, por mujeres mayores, quienes se encargan de conservarlo por medio de la tradición oral. Como práctica musical ancestral fue reconocida hasta hace poco, siendo Petrona Martínez la exponente más importante.

Catapum”, que según las maestras de tradición es el sonido que se hace con las manos (una con el puño y la otra abierta) al chocar con el agua, parte del acercamiento que la directora Palu Abadía tuvo con el bullerengue en un festival de música afrolatina en la ciudad de Nueva York, donde reside actualmente.

Para esta película en la que la directora se conecta con sus raíces, identidad, raza y legado cultural, llevó a cabo una investigación sobre esta música ancestral y varias entrevistas en los Montes de María, considerada cuna del bullerengue, con las maestras de tradición Ceferina Banquez y Pabla Flores, quienes abrieron las puertas de sus casas para hablar sobre esta tradición. En Nueva York conversa con Carolina Oliveros, así que “Catapum” se narra a través de tres mujeres que viven en dos países diferentes, pero que las une la exploración de la tradición.

Este es un trabajo que honra a las grandes maestras del bullerengue y a las nuevas generaciones que trabajan en construir un legado, tejer una memoria y una identidad. Es una producción realizada por mujeres celebrando el poder de la voz de mujeres y la fuerza sanadora de la música en nuestras vidas”, asegura Palu Abadia sobre la realización del documental.

Como toda expresión artística, el bullerengue relata sucesos personales, culturales o sociales; y esto le queda claro al espectador gracias a la narrativa liderada por tres protagonistas: Ceferina Banquez y Pabla Flores, maestras de tradición; y Carolina Oliveros, migrante en Estados Unidos.

Cada una narra su experiencia con el bullerengue.

Cerafina, por ejemplo, comparte que desde pequeña quería cantar bullerengue porque escuchó cantar a tías cantar, pero no pudo hacerlo hasta que murió su esposo.

Pabla dice que sólo se animó a cantar para rendirle honor a su madre, y Carolina expresa que luego de ir a un festival se conectó con el ritmo y decidió crear el movimiento Bulla para mantener viva la conexión con esta música en Nueva York.

Así, desde cada motivación y perspectiva, el espectador se sumerge en este viaje musical alrededor de este ritmo ancestral que hoy brilla en la categoría ‘world music’ y que es reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Catapum” se estrena el 9 de noviembre en cinco ciudades del país: en Bogotá en la Cinemateca de Bogotá, en Medellín en el Museo de Arte Moderno de Medellín – MAMM y el Teatro Comfama Otraparte, en Cali en la Cinemateca del Museo La Tertulia, en Cartagena en la Cooperación Española y en Barranquilla en la Cinemateca del Caribe.

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