¿Cómo es que el gusto por coleccionar, catalogar y archivar se vuelve arte?
Las ganas de coleccionar ciertos objetos, que con el paso del tiempo se transforman en archivo, es la premisa de la exposición “Colecciones y rumores” que se puede ver hasta inicio de octubre en la Cámara de Comercio de Chapinero de Bogotá. El gusto personal define qué es aquello que se quiere capturar, tener o…
Las ganas de coleccionar ciertos objetos, que con el paso del tiempo se transforman en archivo, es la premisa de la exposición “Colecciones y rumores” que se puede ver hasta inicio de octubre en la Cámara de Comercio de Chapinero de Bogotá.
El gusto personal define qué es aquello que se quiere capturar, tener o retener. Desde sentimientos hasta artículos tan diversos como fichas médicas sobre fetos con malformaciones, cerámicas rotas o fanzines. Todo es válido y todo tiene una razón de ser en esta muestra en la que participan cinco artistas de Bucaramanga y Bogotá.
“‘Colecciones y rumores’ es parte del ciclo ‘Presagios de un futuro imperfecto’, que contó con tres exposiciones que reflexionan sobre futuros fallidos, si se quiere. Esta muestra aborda un poco el tema de la colección como forma artística”, dice el curador Nicolás Cadavid.
Al recorrer las dos salas y el patio uno va encontrando el sentido de este asunto, aunque no sobra leer el texto curatorial, ese que está a la entrada porque ahí está toda la explicación que uno necesita para entender que, en realidad, uno está viendo más que un cúmulo de casetes, platos rotos o palos y ramas.
La inauguración de “Colecciones y rumores” contó con un conversatorio liderado por el curador Nicolás Cadavid, el antropólogo e historiador del arte Elías Doria y los artistas, quienes hablaron de la práctica de coleccionar e investigar tanto un tema que el artista realiza una obra que transita por la “seudociencia” porque toma “herramientas de varias ciencias como la biología, arqueología o la medicina”.
Tener el tiempo para asistir a estas charlas es una oportunidad muy chévere para aprender a leer la obra de un artista porque no comparto para nada esa frase cliché de que “la obra debe soportarse por sí misma”.
Yo he visto varias veces la obra de Andrés ‘Frix’ Bustamante, pero no sabía de dónde nacía su inspiración artística, hasta que lo escuché en el conversatorio de inauguración de “Colecciones y rumores”.
Él presenta “Esperemos que tu última página sea de verdad la última”, una instalación que reúne el archivo con la producción artística y las experiencias vividas.
“Siembre que colecciono, en realidad lo que estoy buscando es generar vínculos con el otro. No soy muy prolífero para hacer amigos, entonces el fanzine se convirtió en la excusa para conocer gente y poder intercambiar. Más que fanzines y obra, lo que muestro son experiencias recolectadas desde los 90 porque los dibujos que hay fueron realizados en medio de una noche de charla entre amigos”, comentó ‘Frix’.
Las motivaciones de Isabella Arenas para realizar “Salón Oeste: no compatible con la vida” fueron bien diferentes. Su obra parte de la revisión del archivo laboral de su padre médico, en el que encontró la expresión “no compatible con la vida”, que hace referencia a los neonatos que tienen una malformación que les impide vivir. Esto, sumado a su gusto por el cine de terror, da como resultado una serie de dibujos, modelados e impresiones en 3D que, por momentos, son impresionantes de ver sabiendo que parten de la realidad.
Harvey Fuentes, por su parte, ha recorrido el Cañón del Chicamocha tantas veces que es testigo del cambio que ha tenido el paisaje y el territorio a través de los años debido a las “afectaciones climáticas o a la urbanización”, y por eso su trabajo “Origen e inventario” es una especie de archivo o “gabinete de curiosidades” de “naturalezas muertas” que representa lo que alguna vez fue el Chicamocha.
“Arqueología al rescate” es la propuesta de Nicolás Bonilla, quien a partir de sus estudios de historiador y antropología tiene el interés por la cerámica, pero no por la que se exhibe en las vitrinas, sino la que ha sufrido accidentes y está rota.
“Durante muchos años trabajé en museos, realizando la práctica de organizar, catalogar y jerarquizar cruza todo mi trabajo como artista, por lo que más que en hacer piezas de cerámica, me he dedicado a coleccionar piezas fallidas, objetos de muchos talleres y lugares que están rotas y no se pueden vender o comercializar. En la cerámica es muy difícil llegar al éxito, así que estas piezas descartadas permiten pensar sobre lo que hubiera sido, sino hubieran terminado en un basurero”, dijo Bonilla en el conversatorio.
Finalmente, Mónica Naranjo también recurre al paisaje para inspirarse. Ella es la única que no colecciona objetos, sino vivencias de sus exploraciones en los cenotes de Yucatán y presenta su visión sobre cómo el “desplazamiento a través de lo desconocido” brinda herramientas para “comprender el territorio como un cuerpo vivo que empuja al ser humano a sus límites físicos”.
“Colecciones y rumores” es una linda oportunidad para ver el trabajo de artistas que hacen obra a partir de la observación y la recolección, y que se alejan de la postura política o corrientes de moda que van marcando el pensar y el sentir.
Periodista con maestría en Estética e Historia del Arte.
Coautora del libro “Cartas de Cuarentena”, junto a la cineasta Josephine Landertinger Forero.
Creadora de @liarteconarte.
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