Liarte: diálogo sobre arte

Publicado el Lilian Contreras Fajardo

Exposición recrea los olores que evoca una pintura de Brueghel y Rubens

Cuando leí que el Museo del Prado (Madrid, España) tiene la exposición “La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa” no dudé en hacer clic para ver de qué se trata.

Casi que todo lo que presenta el Prado es una maravilla, pero esta muestra es un desafío total porque a partir del cuadro “El olfato” pintado en 1617 y 1618 por Jan Brueghel el Viejo y Pedro Pablo Rubens se idean “Una exposición olfativa” y permiten que el público que asiste a la sede física del museo aprecie diez fragancias relacionadas con elementos presentes en la pintura.

¿Cómo? A partir de lo representado en la pintura: “El jardín de árboles y plantas singulares que Isabel Clara Eugenia y su marido tenían en Bruselas a principios del siglo XVII”, dice el texto curatorial que explica también que los artistas representaron “más de 80 especies de plantas y flores, algunos animales relacionados con el olfato, como el perro sabueso o la civeta, y diferentes objetos relacionados con el mundo del perfume, como guantes perfumados, recipientes con sustancias fragantes, un ambientador que se calienta en un lujoso brasero y alambiques para destilar las esencias”.

Lo primero que hice, por supuesto, fue ver “El olfato”. El sitio web del Museo del Prado permite apreciarlo en gran resolución y hacer zoom para apreciar los detalles. Pero toca ser experto en la obra de los artistas, en el arte flamenco (XV, XVI, XVII) o botánico para poder interpretar lo que se ve para que el jardín sea mucho más que un lindo jardín.

Luego vi un video de menos de 10 minutos en los que los curadores, Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado; y Gregorio Sola, Perfumista senior de Puig y Académico de la Academia del Perfume, explican porqué “La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa” es innovadora al permitir que siglos después podamos relacionarnos con la obra desde otro punto de vista.

Es decir, como ya los historiadores hicieron su trabajo en estudiar a los autores, a lo representado, investigar quién encargó el cuadro y su tránsito por el mundo; pues al Museo del Prado se le ocurrió dar honor al nombre “El olfato” y ofrecerle al espectador la posibilidad de olor de las flores representadas, los instrumentos relacionados con la perfumería y las fragancias destiladas.

Las diez fragancias que creó el perfumista Gregorio Sola a partir de los elementos de la pintura son:

  1. Alegoría: ramillete de flores que huele la figura alegórica
  2. Guantes: reproduce el olor de un guante perfumado de ámbar según una fórmula de 1696.
  3. Higuera: planta escenificada. En el contexto de la corte de Bruselas que evoca el cuadro de Jan Brueghel es una planta valiosa, por encontrarse fuera de su clima habitual.
  4. Flor de naranjo: por los alambiques se usaban para destilar este producto.
  5. Jazmin: fragancia es delicada e intensa, con facetas verdes y cremosas y una ligera nota animal. El jazmín huele diferente por la mañana que por la noche, cuando es más opulento. Como otras plantas que se ven en el cuadro, es una importación procedente de lugares más cálidos.
  6. Rosa: es la más reconocible de todas las flores y en el siglo I ya era la flor más utilizada para hacer perfumes. Jan Brueghel pintó ocho varie[1]dades de rosas, entre ellas la centifolia y la damascena, las más utilizadas en perfumería.
  7. Lirio: probablemente la materia prima más cara de la perfumería, con un valor superior al doble del oro debido a su complejo y lento pro[1]ceso de elaboración.
  8. Narciso: utilizado en perfumería se cultiva principalmente en la región francesa de Aubrac, y se cosecha a finales de mayo y principios de junio.
  9. Civeta: este animal tiene una bolsa entre las patas traseras de la que se extraía una sustancia resinosa, la algalia, usada antiguamente en perfumería. Para esta exposición se usó en versión sintética.
  10. Nardo: el utilizado en esa época era de origen indio y muy costoso, el que se empleaba en perfumería cuando se pintó el cuadro procede de México. En la actualidad su coste puede superar los 10.000 €/kg.

Infortunadamente, digitalmente no se pueden apreciar las fragancias, pero el Museo del Prado pone a disposición una historia fantástica sobre “El Olfato” que Jan Brueghel el Viejo y Rubens pintaron entre 1617 y 1618, y que hace parte de la serie “Los cinco sentidos”, que también expone el museo español.

Así mismo, una breve biografía define a Brueghel como uno de los pintores más apreciados de su tiempo, uno de los primeros especialistas en pintar flores. En esta serie de cuadros le encargó a su amigo Rubens que estuviera a cargo de las figuras alegóricas.

Brueghel trabajó como pintor de corte de la infanta Isabel Clara Eugenia y su esposo Alberto de Austria, soberanos de los Países Bajos meridionales, por lo que la serie “Los cinco sentidos” fue posiblemente un encargo que con el paso de los años (1636) ya hacían parte de la colección del rey Felipe IV, en Madrid.

Después de saber todo esto, no tuve de otra que volver a detallar “El Olfato”, recorrerlo de arriba abajo, de derecha a izquierda y saltar al resto de la serie de los cinco sentidos, pues quería saber más de Isabel Clara Eugenia y Alberto de Austria, quienes vivían en lo que hoy en día es Bruselas.

Y así se me fue pasando el tiempo e hice feliz a los de CEO, que tanto se preocupan por captar el interés de la gente para que navegue mucho tiempo. Se me pasaron las horas leyendo, por ejemplo, que quienes han investigado y estudiado la pintura “El Oído” lograron establecer que “la pintura del interior de la tapa sobre los teclados se ha identificado con la obra del pintor flamenco Hëndrich Van Balen (Amberes, 1575-1635) «Anunciación a los pastores» de principios del siglo XVII. El original se conserva en el Museo Casa de Jovellanos en Gijón, con no de inventario”.

Los textos de “La Vista” me transportaron hasta Bruselas porque a través de una ventana se ve el Palacio de Coudenberg, una de las residencias de los archiduques Isabel Clara Eugenia y Alberto, quienes fueron gobernadores de Flandes.

Cada uno de los textos que acompañan cada obra de “Los cinco sentidos” tienen muchos datos que a su vez están relacionados con otros datos que hacen que la navegación sea una clase de historia que permite ir y volver entre el texto y la excelente resolución de cada cuadro digitalizado.

Y, finalmente, un recurso muy valioso y que me hubiera servido muchísimo durante mi maestría, es la línea de tiempo que ubica al lector en el año que se realizó cada una de las obras de “Los cinco sentidos” y la contextualiza de acuerdo con el año y los artistas de la época. Recorrer esa línea de tiempo es abrir otra puerta a horas y horas de navegación, al igual que ver los muchos videos disponibles en el recurso multimedia.

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