Ella es la Historia

Publicado el Milanas Baena

Mary Church Terrell (1863-1964)

“Adobe”, como le llamaban sus padres, nació en Memphis, Tennessee, y fue hija del que fuera considerado como el primer afroamericano millonario del sur de los Estados Unidos, luego de haber trabajado como esclavo durante años para el señor Charles Church, y quien tras finalizar la Guerra de Secesión conseguiría emanciparse e invertir en el comercio de bienes inmuebles hasta amasar una considerable fortuna. Por su parte la madre de Mary sería la primera afroamericana en tener su propio salón de belleza en el estado de Ohio. A la edad de los 7 años asiste al Antioch College Model School de Yellow Springs, y a los 20 años empezará sus estudios superiores en el Oberlin College, en Ohio, siendo este instituto el primero del país en aceptar a mujeres negras entre sus estudiantes. Junto a Anna Julie Cooper, para 1884 Mary se convierte en una de las primeras afroamericanas en graduarse con un título universitario, y cuatro años más tarde obtendrá un máster como licenciada en literatura clásica, siendo su especialidad y fascinación la poesía griega. Durante estos años universitarios dos círculos literarios la eligieron como la poeta más avezada de la clase, además de haber servido como editora y redactora del Oberlin Review. Mary comienza su tarea como profesora hacia el año de 1885 enseñando lenguas modernas en la Universidad de Wilberforce, una universidad fundada por las minorías negras, interesada en promover la educación y abogar por la igualdad de derechos sin discriminación racial. Una vez graduada, el Oberlin College le propone por primera vez a una mujer negra que asuma la dirección de dicha universidad, pero Mary la rechazaría para migrar a Europa, en un viaje que la llevaría a recorrer durante dos años varios países del viejo continente y aprender el francés, el alemán y el italiano. Una vez de regreso a Estados Unidos, Mary se enfocó en lo que en adelante fuera su causa principal: abogar por los derechos y el empoderamiento de las mujeres afroamericanas. Detrás del seudónimo de Euphemia Kirk, Mary escribiría decenas de artículos que fueron publicados en periódicos de Baltimore, Chicago, Pennsylvania, Virginia, Washington, e incluso en el New York Post; en todos ellos la activista fomentaba la necesidad de un sistema educativo que diera cobertura a la mujer negra. En 1891 se casa con el abogado Robert Heberton Terrell, con quien tendría tres hijos, dos de los cuales murieron antes de alcanzar la edad adulta, y años más tarde el matrimonio adoptaría a una niña. Luego de casarse, Mary pensó en dedicarse de lleno a la vida familiar, y continuar patentando el modelo de vida obsecuente de la esposa sumisa, ama de casa, y obligada a la crianza exclusiva de los hijos. Algunos de sus amigos intelectuales la disuadieron de que no abandonara su vocación revolucionaria y artística, y que sin dejar de lado sus labores de madre y esposa no declinara en sus labores públicas. Fue así como Mary emprendió nuevamente carrera y un año más tarde se convertiría en la primera mujer en presidir el debate Bethel Literary and Historical Society, en Washington, D.C, y ese mismo año, en esa misma ciudad, su fuerza de liderazgo la llevaría a fundar, en compañía de Anna Julie Cooper y otras abanderadas de la misma causa, el exitoso movimiento conocido como Colored Women’s League, y cuyo objetivo principal era el de promover la unidad de las mujeres negras para que se interesaran en integrar el proceso social y educarse lejos de los escenarios religiosos. Une sus fuerzas con otros movimientos destacados de estudiantes y activistas con los mismos propósitos. En Boston, así como en otros estados del país, comenzaban a surgir varios movimientos en favor de los derechos femeninos, siendo así como Mary tendría la oportunidad de conocer a reconocidas gestoras del femenismo, como es el caso de Lucrettia Mott, Elizabeth Cady Stanton y su amiga Susan B. Anthony, quien describiría a Mary como a una persona “encantadora, servicial y amigable”. En 1895 acepta ocupar el cargo de superintendente en el Latin Department del Dunbar High School, siendo nuevamente la primera mujer afroamericana en ocupar dicho puesto. Un año más tarde ayuda en la fundación del National Association of Colored Women (NACW), oficiando como la primera en presidir dicha institución, dedicada a combatir el racismo y luchar por la educación de la mujer afroamericana, y fundando guarderías y kindergartens por distintos lugares del país. Fue reelegida para un segundo período, y una vez reelecta para su tercer mandato, Mary decide encomendar la tarea de presidir a otra de sus compañeras, por lo que se le nombrará como presidenta honorífica. Incansable, para ese mismo año fundó la National Association of College Women, y que unos años después se convertiría en la National Associationof University Women. En los años venideros la inagotable activista publicará algunos libros y ensayos, entre los que se destaca su autobiografía, A colored woman in a white world, en donde la valerosa Mary narrará algunas de sus experiencias durante sus años universitarios, en un ambiente en el que se vio constantemente rodeada de una mayoría de hombres blancos, y en donde reconocería su fortaleza y la convicción de su lucha. En 1898 se pronuncia en la sesión bienal celebrada por las sufragistas en la ciudad de Washington, D.C, y en donde quiso arengar a las multitudes que le acompañaban con un discurso titulado The progress of colored women. Para 1904 publica un trabajo en el que recoge varios casos particulares de discriminación racial y que tituló Lynching from a Negro’s point of view. Ese mismo año es invitada al Congreso Internacional de Mujeres celebrado en Berlín, siendo la única conferencista de piel negra, además de la más aplaudida, toda vez que pronunciaría su discurso en francés, a veces salpicaría un poco de alemán, para despedirse por ultimo en inglés. Su discurso desprovisto de hipocresía lograba conmover e influenciar, denunciaba sin temores las injusticias cometidas contra su gente e invitaba al mundo entero a unirse a su causa y su lucha en favor de la igualdad de los derechos civiles, destacando que, como es sabido, la union, hace la fuerza. Fue la voz del negro que se hizo escuchar. En 1908 Mary hace parte de la Seneca Falls Historical Society, que años más tarde lograría añadir a la Constitución la famosa Decimonovena Enmienda. En Adelante trabajará de la mano con el movimiento sufragista, integrando los distintos escenarios de combate y fundando a su paso instituciones y otros círculos de mujeres interesadas en seguirle. Esta búsqueda le serviría para reconocerse en su cultura africana y estrechar los vínculos que unían a los negros nacidos en América con sus antiguas raíces. Durante los años de la Gran Guerra Mary se involucró en la War Community Service para prestar servicios de recreación a los soldados en descanso. Una vez acabada la Guerra, Mary tendrá una gran actividad política al interior del Partido Republicano, sirviendo como delegada internacional de paz. Ese mismo año recibe una invitación por parte del escritor británico H.G. Wells, por lo que realizará un corto paseo a Inglaterra para entrevistarse con el hombre que viajó en el tiempo. A comienzos de la década de los cincuenta la persistente Mary Church Terrell le apostará a la caridad de los marginados, promoviendo la instauración de varios comederos para personas indigentes. Casi a punto de celebrar sus 90 años de vida, abandonará este mundo, pero su legado nunca dejó de hacer presencia. Así lo señaló años más tarde la primera dama estaounidense, Mamie Eisenhower, cuando se refirió a Mary Church Terrel como a una mujer verdadera y memorable, cuyo regalo a este mundo fue dedicarse durante más de sesenta años a luchar por una mejor humanidad. Es considerada con méritos como una de las cien mujeres afroamericanas más influyentes y destacadas de todos los tiempos.

FANNY OSBOURNE

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