Lucy

Es un milagro indiscutible el que Dios hubiera logrado una creación tan majestuosa en cuestión de seis días. Pero así mismo resulta un milagro conmovedor el que esta majestuosidad sea una obra elaborada palmo a palmo y que a Adán le haya costado tantos millones de años presentarse en esta Tierra con su forma humana. Lucy fue precisamente la tatarabuela de Adán, una primate que había logrado una evolución al poder andar erguida en sus patas traseras, siendo el espécimen más antiguo en nuestra cadena evolutiva encontrado hasta el momento. Se trata de un conjunto de fragmentos óseos hallados en 1974 a pocos kilómetros de la actual Addis Abeba, capital de Etiopía, que pertenecen a un homínido de género femenino de la especie Australopithecus afarensis, y que según los métodos de bioestratigrafía y paleomagnetismo revelaron que pudo haber vivido hace unos tres millones de años. Al momento del descubrimiento, los arqueólogos le pusieron por nombre “Lucy”, ya que era la canción de The Beatles que andaban escuchando en ese momento: Lucy in the sky with diamonds. Y aunque en un comienzo no le prestaron un interés particular, para 1978 la revista Kirtlandia publicó el hallazgo de una investigación que postulaba este homínido primate como el más antiguo y desconocido hallado hasta ahora. Medía alrededor de un metro y diez centímetros de altura, tenía un cráneo más pequeño que el de un chimpancé, pesaba cerca de 30 kilos y, a juzgar por sus muelas del juicio recién salidas, se trataba de una primate que oscilaba entre los 14 y los 18 años, y de quien se conserva un 40% de su esqueleto. Deducimos que Lucy tenía capacidad bípeda y se desplazaba caminando sobre sus piernas posteriores, dado la formación de su pelvis y también por las articulaciones de sus rodillas. También se intuye que dado la proporción fortachona de sus brazos Lucy podría haber pasado gran parte de su vida entre los ramajes de los árboles, seguramente para escapar de felinos y otras criaturas para quienes en el suelo pudiera ser una presa fácil. Un estudio más minucioso de sus restos óseos develaron una fractura en cuatro partes en el extremo del húmero proximal derecho, cortes afilados y astillas que sugieren que Lucy bien pudo haber sufrido un accidente, en el cual caería desde una altura de unos 12 metros y a una velocidad de unos 56 kilómetros por hora. Otras lesiones que confirman una caída serían las que encontraron en el hombro izquierdo, una rotura de tobillo derecho, la fractura de la primera costilla y otros cortes y daños en su rodilla izquierda y en la pelvis. Al caer, Lucy intentaría evitar el impacto estirando su brazo, o así lo explica uno de los científicos que pretenden descifrar el motivo de su muerte: “Ese tipo de fractura es el resultado de una mano que toca el suelo durante una caída, que hace que impacten los elementos del hombro hasta crear una marca única en el húmero.” Se cree que Lucy aterrizó con los pies, y no habiendo ninguna asistencia, el impacto de la caída y las heridas que le siguieron serían sin duda lo que le ocasionaría la muerte. Los expertos se atreven a asegurar que luego del impacto “la muerte le siguió rápidamente.” También hay quienes postulan que Lucy se encontraba en estado de gravidez al momento de morir, pero bien podría tratarse de un mito. Uno de los que investiga el caso ha dado con un comentario que nos muestra lo paradójico de este descubrimiento: “Es irónico que el fósil que protagoniza el debate sobre el papel arbóreo en la evolución humana muriera posiblemente de las heridas sufridas en una caída de un árbol.” En la misma zona han sido encontrados otros 250 restos fósiles pertenecientes a unos 17 primates de la misma especie, pero ninguno tan completo como el esqueleto de Lucy. Sus restos permanecen custodiados en una cámara blindada y de extrema seguridad en el Museo Etíope de Historia Natural en Addis Abeba. En el 2007 el Gobierno etíope quiso darle un paseo a Lucy por el mundo para que todos la conocieran, y durante siete años la tatarabuela de Adán anduvo de gira por varias ciudades para que muchos fueran testigos de un pedacito de cráneo, un par de costillitas, un fémur. Hace ya un tiempo que andaba Lucy trepándose en los árboles, saltando de rama en rama y empezando a hacer los primeros estragos de una especie que evolucionaría hasta convertirse en este homínido pensante. En el 2015 el presidente Barack Obama visitó los restos de Lucy en Etiopía y las autoridades le permitieron que los tocara, que saludara a Lucy. Lucy no sospecharía en su momento que tendría que esperar tres millones de años para convertirse en una celebridad, en el más grande hallazgo antropológico, un primer modelo de mujer, y a quien hoy día el mismísimo presidente de Estados Unidos quisiera estrecharle su mano. ¿Cuál es la verdadera historia de Lucy? ¿Qué hacía Lucy trepada en aquel árbol?