Ella es la Historia

Publicado el Milanas Baena

Galia Moss (1974)

Su hazaña fue la de medírsele a las temibles aguas oceánicas, y zarpando de Vigo, España, emprendería una odisea marítima atravesando en vela las aguas del Atlántico, hasta desembarcar en el parque nacional mexicano de Xcaret, y convirtiéndose así en la primera latinoamericana capaz de lograr la proeza de sortear a solas y de extremo a extremo las riesgosas e imprevistas corrientes atlánticas. Para realizar su sueño, Galia tendría que estar remándolo durante toda su vida. De una voluntad inquebrantable y una disciplina férrea, su preparación física empezaría a la edad de los 5 años, y diez años después su dedicación y su espíritu deportivo la llevarían a representar a México en distintas competiciones del atletismo. Y aunque durante cinco años estudiaría composición musical y se graduaría como piloto comercial de aviones de un solo motor, Galia no descuidaría su preparación física, especializándose en las carreras sobre pista, y no dejando de correr durante los siguientes dos años. Finalmente se toparía con el universo acuoso de los mares, y cumpliendo a su ilusión infantil de querer cruzar de punta a punta el océano, empezaría a entrenarse en natación y navegación, para así encarar un día su intrépido desafío mortal: a los 24 años ya Galia tenía definido convertirse en la primera mujer capaz de vencer miedos y obstáculos y surcar en solitario el océano. Los próximos siete años los dedicaría a concretar su tarea de estudio y entrenamiento: se preparó en un aprendizaje teórico y recibió cursos de cabotaje, compitió en torneos de regatas y se rodeó de los más sabios y expertos en el asunto de torear las olas, y luego de insistir con la búsqueda de quién pudiera patrocinar su travesía, la valerosa Galia se sentiría preparada para lanzarse al temerario encuentro con las impredecibles marejadas, y cumplir finalmente su anhelado sueño. En el 2006 partió desde España. Su trasegar marítimo tendría un propósito social, ya que varias organizaciones sin ánimo de lucro se comprometieron a desembolsar una donación de dinero cada vez que Galia avanzara ocho millas náuticas, consiguiendo que al finalizar su periplo llegara la victoriosa Galia no sólo con el récord de haber sido la primera mujer en cruzar de extremo a extremo el Océano Atlántico en un viaje a solas, sino también llegar a puerto para celebrar la recaudación de fondos, cuya suma alcanzó a reunir dinero suficiente para la fabricación de más de 600 viviendas en las locaciones más marginales de México. En su libro publicado un tiempo después, titulado Navegando un sueño, Galia describirá los detalles de su temeraria empresa de 41 días en solitario a bordo de un velero en el que navegó los inciertos destinos marítimos. En 2011 quiso encarar un nuevo desafío en solitario, esta vez atravesando las aguas que separan las costas desde Veracruz hasta las remotas playas israelíes, pero una eventualidad técnica que averió su velero la llevó a desertar de su cometido, dando por terminado su recorrido al atracar de urgencia en la Isla Faial, una de las Azores. Un año más tarde, impelida por una causa social, la infatigable y solitaria marinera volvería a cruzar el Atlántico en su velero, y esta vez por cada milla náutica que recorría la Fundación Televisa y 1 Kilo de Ayuda se comprometerían a financiar a un niño con el dote de comida durante dos años, contabilizando al terminar su recorrido más de 500 niños que se verían beneficiados con esta travesía. “Todos tenemos un sueño por alcanzar. La llave está en creer, confiar en que lo puedes lograr, trabajar por él y arriesgarte a vivirlo”. Experta en motivación y liderazgo, Moss se ha dedicado en las años recientes a faenar las aguas en las que persigue fondos económicos y mecanismos de ayuda y apoyo para financiar proyectos sociales, y en esa búsqueda de recursos ha recorrido por varios países de Latinoamérica como representante oficial de su país, consiguiendo con sus iniciativas el auxilio académico para que más de 2.000 niños mexicanos puedan tener acceso a la educación escolar, además de liderar los proyectos que lograrían concretarse en la creación de cinco escuelas modernas destinadas a la educación pública. Sí, navegó sus sueños. Apasionada, visionaria, persistente, y con un enorme sentido social que la incitan a avanzar una milla más para un niño, una familia, Moss seguirá sorteando a solas las aguas del mar, interpretando los vientos, descifrando el oleaje y emprendiendo nuevos desafíos que la lleven a navegar por todos los océanos.

Galia Moss

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