Nació en Virginia, y allí permaneció siempre. Su vida fue una vida tranquila, consagrada al pensamiento, al intelecto y a la poesía, y gozando de una libertad natural de la que no dispusieron legalmente sus propios padres. Anne pertenecía a esa primera generación que nacía emancipada, libertada por fin de las cadenas de la esclavitud, por lo que su padre dejaría las plantaciones y se mudaría a la prometedora urbe con su mujer y su pequeña en busca de un mejor porvenir. Quería que su única hija, consentida de la pareja, recibiera una educación de calidad, pero muy pronto tuvo que separarse de ella cuando se divorció de la madre, y ésta se la llevaría consigo a la pequeña ciudad de Bramwell, en West Virginia. En esta localidad se hacía un poco extraña la presencia de afroamericanos, hispanos, latinos y toda clase inmigrantes, y sin embargo la madre de Anne encontraría refugio en casa del señor William T. Dixie, quien junto a sus cinco hijos y a su esposa decidieron hacerse cargo de Anne mientras su madre trabajaba como cocinera. Sin escuela, desembarazada de compromisos, la pequeña Anne dedicaba sus días enteros a recorrer los jardines y bosques aledaños al hogar de los Dixie, empapándose de una naturaleza que más adelante jugaría un papel fundamental en su obra poética, así como esa soledad que fue su principal compañera durante sus años de infancia. Fascinada ya por el mundo de las letras, Anne se encerraba en la letrina y se fingía leyendo mientras pasaba las hojas del catálogo de Sears & Roebuck, imaginándose conocedora de las palabras, lectora, pequeña poeta. Su padre, quien a la distancia mantenía comunicación con la hija, no toleró que ésta estuviera vagando y sin estudiar, y amenazó con traerla de regreso si no ingresaba inmediatamente a una escuela formal. A través de su iglesia, la madre de Anne se había enterado del prestigioso Seminario y Colegio Teológico de Virginia, siendo así que a la edad de los 11 años Anne es enviada a Lynchburg para matricularse en la institución de formación superior más antigua de la ciudad. Allí estuvo hasta completar sus estudios, destacándose como una alumna avezada a la que incluso se le encomendó la responsabilidad de dar el discurso final de grado. Luego de alcanzar su diploma en estudios secundarios, Spencer regresa a Bramwell para oficiar como maestra en la escuela Elkhorn y Maybeury, labor en la que estuvo al frente por casi dos años. Sería entonces en el año de 1901 cuando Anne se encontraría con un viejo compañero de estudios, y que a la postre acabaría convirtiéndose en el amor de su vida. En su época de colegiales, Anne apoyaba a Edward A. Spencer en ciencias y en matemáticas, mientras que éste, más diestro con los idiomas, le servía a su futura pareja como intérprete de todas lenguas. Edward era un tipo emprendedor, persistente y dedicado, un buen hombre, como diríamos, reconocido por haber sido el primer cartero afroamericano en la ciudad de Lynchburg. La pareja contrajo matrimonio en 1901, y la boda se celebró en casa de la familia Dixie. Con los años tuvieron su descendencia, compuesta por un par de hijas, Bethel y Alroy, y luego un niño, Chauncey, el menor, quien al crecer se consagraría como un destacado piloto de combate durante la Segunda Guerra Mundial, y uno de los primeros afroamericanos a los que se les permitió cursar la carrera de aviación. Dos años más tarde la familia se mudaría a una casa ubicada en el 1313 Pierce Street, y que sería diseñada y construida por el marido, que pensó en crear un espacio para que su mujer pudiera concentrarse en el quehacer que más amaba y que era su obsesión: pensar. Se trataba de una casa más pequeña que le sirviera como estudio a su esposa, un Edén rodeado de jardines y al que bautizaría Edankraal, palabra que asociaba el nombre de los amantes y la palabra africana “kraal”, que significa corral o cercado. Y este sería el hogar de ambos hasta que, como se lo jurarían años atrás, sólo la muerte pudiera separarlos. Comprometidos con la lucha a favor de los derechos civiles y la igualdad racial, los Spencer hicieron de Edankraal el espacio propicio para que perseguidos de toda índole encontraran un refugio. Acabada la Guerra Civil, su hogar le abrió el espacio a una veintena de los más recientes esclavos que se habían emancipado y que aún no encontraban un paradero en este mundo; y así mismo Edankraal era la posada de los viajeros negros, a los que se les tenía prohibido por mandato legal hospedarse en estancias y hoteles. Uno de estos viajeros sería el escritor y activista James Weldon Johnson, que para 1919 coincidió con los Spencer mientras se disponía a fundar la National Associatition for the Advancement of Colored People (NAACP), y para cuyo proyecto los Spencer también serían fundamentales. Edankraal pasaba así a convertirse en un salón que convocaba a los más distinguidos intelectuales, artistas y toda clase de activistas que apoyaran el movimiento por los derechos de los afroamericanos. La NAACP llegó a contar con casi cien miembros inscritos en la lucha política que adelantaba Johnson, quien durante su estancia en casa de los Spencer se enteraría del talento poético de Anne, proponiéndole publicara su poema Before de feast at Sushan, y que finalmente saldría a luz pública a comienzos de 1920 en la revista The Crisis. Y aunque Anne rondaba los 40 años cuando publicó por vez primera, su contacto con la poesía se remontaba a sus años de estudiante en el Seminario, momento en el cual ya había brotado el genio lírico y había redactado un poema del cual no se conserva registro: The skeptic. Y así no descansó en toda su vida rayando cuanto papelito se le cruzaba para dejar una memoria escrita de su pensamiento hecho poesía. Durante veinte años combinó así la persecución de convertirse en escritora con el oficio de maestra de literatura y lenguaje (además de bibliotecaria) en una escuela secundaria para afroamericanos, la Paul Laurence Dunbar High School. La biblioteca sería nutrida durante casi dos décadas por los libros que Anne solía traer de su colección personal para donárselos a la escuela. También propondría a la escuela que el personal académico fuera exclusivamente conformado por afroamericanos. A lo largo de los años Anne se manifestó de múltiples formas pidiendo auxilios estatales, promoción de prensa y liderando proyectos y reformas que pretendieron mejorar las condiciones educativas de su comunidad. Desafió la legislación que segregaba a negros y blancos en el sistema de transporte, haciendo públicas sus intenciones de no volver a utilizar los servicios de buses y tranvías para desplazarse a pie o en bicicleta. “Mi madre estaba llena de fuego”, sería como definiría Chauncey a la intrépida Anne Bethel Spencer. Pese a su propensión a la soledad y al recogimiento, Anne siempre tuvo las puertas de su hogar abiertas y participó de toda clase de reuniones y comités que celebraban los activistas, convirtiéndose además en un miembro destacado del afamado grupo de intelectuales, el New Negro Movement, mejor conocido como el Harlem Renaissance. Y aunque poco solía abandonar a su amada Edankraal, Spencer mantuvo contacto a lo largo de toda su vida con varios personajes que integraban el movimiento y con quienes compartió una prolífica correspondencia. En su poesía Spencer evocaba a la naturaleza, inspirada en un jardín que supo cultivar hasta el último de sus días y que fuera también su orgullo. De allí la fuente que nutrió varias composiciones, como su conocido poema Grapes, still life. Sin embargo sería su lucha por los derechos de su gente la que incentivaría a Spencer a volcarse sobre la poesía como una manera de protesta. Concentraba su ingenio y su perspicacia intelectual en denunciar o narrar las vicisitudes y martirios que vivían las comunidades negras en un mundo tan desigual. Así también se destaca su postura de mujer empoderada y que le ha valido su lugar dentro del movimiento feminista. Recurre también a seres mitológicos y religiosos, valiéndose principalmente de sonetos, elegías y epigramas, logrando componer poemas breves que no excedían una veintena de versos. Durante la década de los veinte la poetisa publicaría la mayor parte de su trabajo. Se destaca su poema White things, el cual sería incluido en la antología poética The new negro: an interpretation, siendo considerado por un crítico de la época como “el poema de protesta por excelencia”. Y así también figuraría en la antología publicada por James Weldon Johnson en 1922, The book of American negro poetry. Para finales de esta década ya Spencer había logrado un gran reconocimiento y sus poemas habían sido publicados en revistas de renombre como Palms y Opportunity, ambas relacionadas con el contexto del activismo social. Fue incluida en el Norton anthology of modern poetry, siendo una de las tres únicas escritoras negras que aparecen en la prestigiosa antología publicada en 1973. Pero la obsesión más honesta de Spencer quizás sería otra. Desde siempre Anne se dedicó a la que sería tal vez su vocación más seria: la jardinería. Edankraal sería para ella su pequeño remanso de paz, donde solía pasar las noches en vela y en compañía de las palabras que la harían memorable dentro de la literatura mundial. Este que fue su estudio opera hoy día como el Anne Spencer House & Garden Museum, que además de exponer los trabajos originales de la escritora, recoge documentación y otras existencias que dan testimonio de aquel movimiento intelectual de los Harlem Renaissance. En 1975 publica uno de sus poemas más memorables, 1975, el mismo año en el que Anne Bethel Spencer también abandonaría Edankraal y este otro jardín terrenal. Y a pesar de haber estado en un contacto permanente con la escritura, fueron menos de treinta los poemas que publicó en vida, y más a partir de la muerte de su amigo Johnson, en 1938, cuando entonces sus apariciones pasaron a ser más bien esporádicas. Dos años después de su muerte se darían a conocer varios poemas inéditos que fueron compilados y publicados como una obra póstuma. Y a pesar de que su material publicado fuera relativamente poco, la calidad de su obra le otorga un puesto entre las poetas más destacadas en lengua inglesa del siglo XX. Fue enterrada junto a su esposo, quien se le había anticipado desde hacía más de una década. Las cartas y misivas que mantuvo con James Weldon Johnson se encuentran en la Universidad de Yale. En 2016 la Universidad de Virginia la honró con la distinción póstuma de “Mujer Fuerte en la Historia de Virginia”, y en el 2019, como otra forma de recordarla, el Servicio Postal de los Estados Unidos diseñó en un sello la insignia Forever stamp 2020, homenajeando también a quienes formaron parte del Harlem Renaissance.
Once the world was young
for I was twenty and very old
and you and I knew all the answers
what the days was,
how the hours would turn
one dial was there to see
now the world is old
and I am still young
for the young knows nothing, nothing.