Ella es la Historia

Publicado el Milanas Baena

Amina de Zaria (1533-1610)

Desde siempre el continente africano se vio inmerso en distintas guerras étnicas, ideológicas, religiosas, políticas, comerciales y territoriales, guerras que vinieron gestándose y prolongándose durante siglos, creándose imperios y gobernantes destacados, pero que dentro de la historia más conocida se han visto eclipsados por las repasadas anécdotas de las civilizaciones americanas, las culturas árabes, persas e indias, así como las leyendas de los imperios europeos. Entre estas sociedades un poco desconocidas, y a pesar de que aún hoy conforman un conglomerado de más de setenta millones de personas que se extienden por distintos países de África Occidental tales como Camerún, Ghana, Costa de Marfil, Chad, Sudán, a través del desierto del Sahara y principalmente en Nigeria, el pueblo de los hausa contó en sus orígenes con una figura femenina que daría inicio a esta larga dinastía. Conocida antiguamente como la provincia de Zazzau, los hausa gozaban de un punto estratégico en la ruta comercial que unía varias centros de mercado, liderando ellos el sector textil, debido a la gran producción de algodón que se cultivaba en dicha zona. Sus primeros hallazgos datan del siglo V d. de C., y sería hacia el siglo XI cuando el islam se consolida como la principal religión, pero solamente hacia el siglo XIII podríamos referirnos ciertamente a los hausa como a un imperio dominante y con ánimos expansionistas. Protagonista de este afán de imperio, se destaca la figura de una mujer guerrera, símbolo de la fortaleza femenina, que gobernó a este pueblo con el tesón y el coraje propio de los más destacados estrategas de todos los tiempos y latitudes. Amina de Zaria (actual noroeste de Nigeria) pasó a la historia como una reina guerrera que gobernó en los tiempos del esplendor renacentista europeo del siglo XVI, y quien nació entre los privilegios de la corte, siendo ella misma la hija de los reyes que gobernaban Zazzau. Serían sus abuelos los encargados de su crianza, y quienes insistieron en una educación acorde con la visión de reina que deseaban inculcar en la pequeña. Ella misma se interesaría por cuenta propia en la formación militar, en el conocimiento de la historia de las guerras y en el manejo de armas, mostrando una gran destreza al momento de cabalgar un caballo o de blandir con soltura y maestría sus espadas. Para el año de 1566, y ante la muerte de ambos padres, sería su hermano varón quien continuara en el trono, pero una década después, y luego de su muerte, Amina sería coronada como la primera “sarauniya” (reina) de Zazzau, para lo cual ya contaba con el apoyo de las tropas bélicas, a quienes comandaba desde hacía años. Empezó así por reunir un ejército considerable, que se estima en unos veinte mil efectivos, y quienes emprenderían la misión expansionista que Amina se había propuesto para engrandecer su reino. Nunca el imperio de los hausa alcanzó la comprensión de tanta tierra. Expandió las fronteras de su imperio conquistando territorios vecinos, y su tarea con pretensiones de abarcar todo el mundo no cesó nunca hasta el día de su muerte. La capital del imperio, así como las principales ciudades que iban cayendo bajo su dominio, solían ser fortificadas con la protección de elevados muros de piedra conocidos como “ganuwar”, muchos de los cuales se encuentran hoy día en pie. Durante su mandato amplió las rutas comerciales y es reconocida por popularizar el tráfico de la nuez cola. Se incrementó la producción de alimentos, la venta de caballos y metales y el comercio textil, así como también la venta de esclavos, que eran codiciados principalmente por los traficantes árabes. No se casó nunca ni se unió a ningún hombre, temiendo perderse en los encantos del amor, descubrirse femenina y hasta dominada por el macho, y es por esto que únicamente se valía del varón para satisfacer su natural deseo sexual. Se dice que era costumbre tomar un galante prisionero de guerra y hacerlo su esclavo sexual durante una noche, para luego a la mañana siguiente hacerlo ejecutar, en un acto que recuerda al de algunas otras especies animales como es el caso de la mantis religiosa. Una canción popular la recuerda como “una mujer tan capaz como un hombre de llevar a los hombres a la guerra”. Pocos registros históricos hay de su leyenda, y muchos de ellos controvertidos, como no contradictorios entre sí. El escrito más antiguo del que se tiene conocimiento data de 1836, reconociéndola como la primera “sarauniya” dentro de la cultura hausa. Otras fuentes que mencionan sus hazañas son las Crónicas de Kano, de finales del siglo XIX, y el registro escrito producto de la tradición oral y el relato de sus proezas. Estas distintas memorias fijan distintas fechas en las que pudo haber gobernado; lo que sí resulta indiscutible es el carácter violento, camorrero y codicioso con el que describen la personalidad intransigente de la indomable Amina. Según los datos, la reina de Zaria pudo haber gobernado durante unos treinta y cuatro años, desconociéndose cuál sería la causa y el motivo de su muerte. El crecimiento de su pueblo continuó un par de siglos después del fallecimiento de esta gran guerrera; sin embargo, hacia comienzos del siglo XIX, los hausas no pudieron resistir los ataques de otros creyentes musulmanes que acabaron por derrocar el imperio. Un siglo más tarde, apenas comenzara el siglo XX, las diferentes compañías inglesas empezaron a apoderarse de estos territorios, y hasta convertirlos en protectorados y colonias de la corona británica. Actualmente Amina es recordada como un símbolo nacional, y su legado heroico ha inspirado el empoderamiento de la mujer en las generaciones que le sucedieron. Para recordarla la ciudad de Lagos, capital de Nigeria, erigió una estatua de la reina junto al Teatro de Artes Nacional, y en cuya figura puede apreciársele dominante e imponente sobre su caballo, daga en mano, comandando un ejército imaginario de miles de hombres. Así también en 1975, en celebración del Año Internacional de la Mujer, el gobierno nigeriano presentó un timbre postal en el cual se estampa un supuesto retrato de la heroína. Recientemente, en el año 2017, la serie televisiva Amina… a girl, a warrior, a legend, ha llevado su historia a la pantalla chica, reivindicando su obra y su leyenda, y permitiéndole a las nuevas generaciones enterarse de una guerrera que no dejaremos caer en el olvido.

Amina de Zaria

 

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