María Paula Lizarazo
Son títulos envidiosos que dejan huérfanos los textos.
Son como próceres de patria que abandonan al pueblo.
Son como jinetes que nunca amaestraron el caballo.
Son como nómadas escépticos del destino.
Son como escritores sin pluma.
Son como esa gente sin apellido pero con muertos bajo la tierra.
Son como los campesinos prohibidos para cultivar por culpa de Monsanto.
Son como horizontes que no cuentan con unos ojos que los contemplen.
Son papel en blanco.