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Poesía Nativa

 

Manuela Saldarriaga

Ha publicado más de diez libros de poesía, entre los que se encuentran ¿Qué luna me condujo a esto? (1979), En amor loco y guerra (1990) y Cómo nos volvimos humanos: Nuevos y selectos poemas: 1975 – 2001 (2002). En 2012 escribió un libro de memorias que protegen sus recuerdos desde la niñez. Ha obtenido más de siete premios literarios y es una mujer de pluma aguda y de un entero carácter.

¿Qué tan importante es la poesía para la Nación Muskogee?

Es una pregunta complicada porque esta tribu no está toda alrededor del centro de Oklahoma; la mitad vive distribuida por todos los Estados Unidos. Hay poesía escrita y recogida en libros, pero la mayoría es oral y no es comprendida por todos como poesía propiamente, porque es música. Uno de los mayores poetas Muskogee fue Alexander Posey. Él es de una generación anterior a la mía.

¿Hay alguna antología con los cantos de los nativos?

Tal vez existan algunas de poesía Muskogee, en las que he sido incluida, pero debe haber pocos ejemplares o a lo mejor ya no existan. Hay antologías que reúnen poesía de otras tribus, que son alrededor de mil quinientas, junto con la nuestra. Edité con Gloria Bird, de la tribu Spokane, también amerindia, una antología en 1997 llamada ‘Reinventando el lenguaje de los enemigos: escritoras nativas contemporáneas de Norteamérica’ para la firma independiente W. W. Norton & Company.

¿Qué proyecto desarrolla ahora?

Hago un musical que tiene como propósito exponer los orígenes del jazz y el blues, los cuales corresponden a la Nación Muscogee y mucha gente no lo sabe. Es una historia de ficción de un hombre que está a punto de cometer suicidio porque lo ha perdido casi todo y cuando entra en conflicto hay una especie de espíritu guardián que lo envuelve en la música. Definitivamente la música, la danza y la poesía vinieron juntas al mundo, no entiendo por qué con el tiempo se convirtieron en artes solitarios.

¿Cuál cree que es el poder que confiere la poesía?

Sé que escribir y leer poesía ha salvado la vida de mucha gente. Después de cada guerra hay muchos dramas sicológicos y la poesía siempre aparece para calmarlos un poco. Cuando Norteamérica fue invadida hizo que la Nación Muskogee fuera trasladada de su lugar y que se reprimiera la cultura, el idioma y que los nuevos sistemas religiosos que llegaban con las nuevas instituciones desplazaran nuestras costumbres. Cuando alguien canta una canción de la tribu nos reconocemos como una gran familia. Y si sucede esto de manera individual y en comunidad, sobrepasa también los límites y se convierte en un trabajo de paz mayor.

¿Qué crítica le hace al gobierno norteamericano?

¡Ay!, cuál de todas. Pienso que tenemos un buen presidente y es un hombre inteligente que a pesar de tener tanta presión alrededor, trata de tomar buenas decisiones, pero es imposible. Es un hombre negro en el poder y eso creó mucho odio interno. “La fiesta del té” es un grupo de cristianos fundamentalistas que imposibilitó la enseñanza de diferentes culturas indígenas en las escuelas elementales, por ejemplo en Arizona. Tenemos con esta gente un renacimiento de anti-humanismo, anti-inteligencia, anti-expresión, anti-arte y el gobierno ha sido infectado.

¿Y cree en la poesía como mensaje pacífico?

La poesía ayuda a alivianar las cargas, es una manera de ver la vida y transformarla. Vito Apüshana (Colombia, Nación Wayuu, 1975) me enseñó que la poesía puede transformar un arma en una flor.

No sé cómo sucede aquí en Colombia pero la mayoría de los indígenas empieza a disminuir en mi país, así que eso te da una idea de todo el trabajo que tengo que hacer. Uno no puede hacer que la historia desaparezca, siempre va a estar ahí, lo importante es mantener la dignidad, la compasión y actuar conforme a esto. La poesía es lo que yo puedo hacer para que no perdamos la identidad y con ella también se escribe la historia.

Le pido un ejemplo

Nosotros tenemos un conflicto: hay personas Muskogee que fueron amigables con el Estado y se quedaron en su lugar, otros fueron traslados. Ahora desenterraron sus ancestros porque construyeron un hotel sobre nuestro campo santo. ¿Cómo encuentran paz aquellas personas que tienen que desenterrar su pasado? Esto lo reflejo en mi música y en mi poesía, que no es más que la voz de quienes me he rodeado. Yo soy un conducto. El conflicto siempre estará latente, pero somos conscientes de lo que pasa afuera, como en Gaza.

¿Qué consideración tiene de este caso, ya que lo menciona?

Nadie tiene por qué dispararle a civiles.

Fotografía: La poeta Joy Harjo, una de las invitades principales del Festival de Poesía de Medellín, que concluye hoy. /Natalia Rendón

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