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Los libros prohibidos de Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco

Flickr, gualtiero
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Entrevista con Francisco Cruz Jiménez

¡Salud a ti, Macbeth, que serás rey!

Shakespeare

Jaime Panqueva (*)

Eran las once en punto y ya me esperaba sentado frente a un café oscuro. Tras los lentes redondos unos ojos que observan con una mezcla de astucia y valor. Francisco Cruz Jiménez, mexiquense, periodista de pueblo, como se define, autor de escritos controvertidos y perseguidos por el poder político y económico de su Estado, “el más importante del país”, como sostiene con diversos argumentos. A lo largo de la entrevista que duró un par de horas, habló de temas duros, incómodos, puntos ciegos que tuvo el arrojo de iluminar en sus dos libros más recientes Negocios de Familia y Tierra Narca, publicados ambos bajo el sello Temas de hoy de Grupo Planeta.

Hablamos de sus libros prohibidos, aunque él corrige: Yo digo más bien, libros peligrosos para la clase política. Para ellos cualquier forma de convocar a la verdad es peligrosísima, de tal forma que la verdad escrita los asusta porque es mostrar la forma en que han mantenido su monopolio de poder. ¿Qué grupo que detenta el poder lo quiere dejar? En Negocios de Familia documentó el nacimiento y ascenso del Grupo Atlacomulco desde la profecía de una “vidente”, Francisca Castro Montiel, en 1940, quien provee de identidad a las familias locales con el anuncio del ascenso de seis gobernadores y un presidente provenientes de la población mexiquense. A lo largo de siete décadas, como en una tragedia de Shakespeare, el arcano se ha cumplido en los gobiernos de Isidro Fabela, Alfredo del Mazo Vélez, Salvador Sánchez Colín, Carlos Hank González, Alfredo del Mazo González, Arturo Montiel y Enrique Peña Nieto. Y, según lo cree el grupo, éste último será el encargado de cerrar la predicción si llega a los Pinos en el 2012.

Nunca nadie decía nada

Negocios de Familia se fue cocinando a través de los años, como una saga familiar que abarca desde el ascenso del primer gobernador, Isidro Fabela, tras el asesinato político de su predecesor Alfredo Zárate Albarrán. Conocido por la mayoría de nosotros por sus logros diplomáticos durante y después de la Revolución, Fabela, el gran diplomático mexicano, es un gángster político al final de su carrera. Entre otras historias, persiguió un libro emanado de su ascenso al poder estatal por designios del presidente Manuel Ávila Camacho: El gobierno de Isidro Fabela es anticonstitucional, editado por un grupo de diputados locales. Cuando sale el libro hay una orden de Fabela y de su secretario de gobernación, su sobrino, Alfredo del Mazo Vélez, para quemarlo. Alguien guardó una copia y en 2007 me la hacen llegar.

Así sucedió con otros ejemplares que salvados por alguien que se negó a aceptar su desaparición, deseaban quizás conservar la memoria. Otro ejemplo es La revolución comienza a los cuarenta de Luis Amendolla. Desde que se inventó la imprenta hay miedo a lo escrito. Los políticos mexicanos, en especial después de los años 30, tienen temor de que se conozca esa verdad, que se conozca la improvisación política, la improvisación profesional burócrata. Toda la corrupción partidista. El miedo tiene su razón de ser. En un país con un desarrollo político tan pobre, la clase gobernante se amarra, se junta y oculta todo. La historia mexicana es rica en eso.

Fiel detractor de las historias oficiales, defiende a capa y espada la importancia de su estado en el conjunto de la nación. Nadie documenta que a partir de marzo de 1942, después del asesinato [de Zárate Albarrán], el Estado de México es un reflejo de todo el país: compra de votos, compra de conciencias, compra de funcionarios, compra de políticos; corrupción plena. Y sólo así se logra mantener en el poder el PRI. Es el modelo a seguir en todo el país. Descubres que ese estado es una réplica del país y que ese PRI se sostiene a base de corrupción.

La denuncia de la corrupción es una constante en su escritura, porque la ha palpado y se ha convertido en una constante vital. No cuento nada que no haya vivido; los temas de Isidro Fabela los conozco desde que era un reportero joven de unos periódicos de los pequeñitos, en Toluca, a principios de los ochenta. Yo decía en esa época: ¿por qué no lo escriben?, luego ya comprendí muchas cosas. Las primeras pillerías de Fabela las escuché de los reporteros locales que las cubrían y que eran sus amigos. Pero nunca nadie decía nada. Se habían convertido no sólo en reporteros, sino en trabajadores del gobierno.

Escritor por accidente con riesgo de “accidentarse”

Francisco Cruz fue también corresponsal en Colombia, durante la época de violencia narcoterrorista más cruenta a finales de los ochenta, luego en los Estados Unidos y también en la prensa escrita de Ciudad Juárez. Soy escritor de libros por accidente. En 2007 un amigo fue despedido de la dirección del periódico en el que yo era editor general y, como pasó en mi época en Ciudad Juárez, yo estaba convencido que era una injusticia e igual renuncié. Y ahora dije, voy a escribir unos libros. Se me hace que ya estoy maduro para hacerlo.

Su primera publicación El cartel de Juárez, Planeta, 2008, fue una introducción a los carteles del narcotráfico. No a los que ya conocemos, Cruz se fue varias décadas hacia el pasado. En los años cuarenta ya había solicitudes de extradición de mexicanos a los Estados Unidos [se refiere en particular a Ignacia Jasso]. Ya había grandes capos como Abelardo Luján Rodríguez que empieza en los años 20 y que en 1932 llega a la presidencia de la República: fue nuestro primer narcopresidente.

Para Francisco Cruz no hay tópicos prohibidos, la gente tiene derecho a saber de dónde provienen sus dirigentes. Son temas que deben saberse así hayan tratado de cubrirse con el manto del olvido. Nadie menciona los nexos con el narcotráfico de Miguel Alemán Valdés. Grandes familias, la familia Bermúdez de Ciudad Juárez. En esa época, los años 20, hay documentos que muestran que Antonio Jáquez Bermúdez, contrabandista de alcohol en esa época, se sentaba en las mesas de la cantina Kentucky [célebre bar de Juárez] a negociar con Al Capone entregas de alcohol. Antonio Jáquez Bermúdez, quien fue después durante doce años director general de Pemex, en la época dorada de esa empresa.

A través de la conexión de Antonio Jáquez Bermúdez, Cruz documenta el enriquecimiento de otro gobernador y la figura más prominente del Grupo Atlacomulco: Carlos Hank González. Cuando lo estudias descubres que es uno de los tipos más corruptos que ha habido en este país. Que del gobierno hizo un modus vivendi. Al morir tenía una riqueza de 3.000 millones de dólares. Inició su riqueza arropado por Isidro Fabela y Maximino Montiel y gracias a los favores de Pemex a través de Antonio Jáquez Bermúdez y la distribución de combustible por todo el país. Como político era brillante. Un tipo sagaz y con muchas ambiciones. Pero así hace su primera fortuna, a través de las dádivas y la corrupción. Cuando llega López Mateos legalizan todos los créditos y favores que tenía con Pemex. Lo limpian todo.

Por un momento no fue fácil escuchar tantos nombres ilustres defenestrados sin compasión alguna, como también fue dolorosa e indignante la lectura de Tierra Narca. El fulgor en sus ojos sigue ahí como para dar una prueba más de su atrevimiento.

Cuando haces una investigación de esta naturaleza, al principio la restringes lo más posible, teniendo en cuenta como es la clase política mexicana, sobre todo la del grupo atlacomulco; vengativa, revanchista. Me preguntan: ¿a quién le tienes más miedo, a los narcos o al gobierno? Al gobierno; son los jefes de los otros.

Las consecuencias no se hicieron esperar. Antes que saliera el libro, por ejemplo, asaltaron la pequeña redacción en la que escribía. Yo no estaba, pero los dos asaltantes que entraron iban por la computadora donde estaba el primer borrador de Negocios de Familia. Se robaron la computadora. Ellos no sabían que tenía una copia, casi diaria, en la editorial. Se robaron el borrador. En esa redacción había cámaras digitales y computadoras que valían tanto o más que la mía, pero sólo se llevaron mi computadora. Cuando llegó el comandante de la agencia estatal de seguridad a reportar el robo, lo primero que le dijo a mi amigo, que era el director de la revista, fue: no van a encontrar nada, vinieron por información y ya está. Levantamos el acta y todo, pero nunca pudimos ratificar la denuncia. Su posición fue siempre: se robaron información y ya.

El acoso no terminó allí. Una semana después de que salió el libro, caminaba con mi hermano, un tipo que mide 180 pesa 80 kilos, caminábamos en el centro de un pueblo, íbamos al medio día a la hora del tianguis a comprar comida. Cuatro personas con aspecto de policía [en traje de civil] lo rodearon para robarle su billetera frente a mí. No le robaron su teléfono, que valía más que la billetera. Lo robaron y se fueron caminando, sólo me veían a mí. Luego un día llegué a mi casa y habían desaparecido todas mis memorias USB.

Los incidentes siguieron escalando a largo de ese 2009. En aquella época recibía llamadas muy raras, a veces no me dejaban hablar por teléfono. Levantaba el teléfono y había alguien platicando en la línea. Yo les decía, “por lo menos déjenme hablar, me tienen bien ubicado…”

El autor sabía que las cosas podían ponerse peor: En un sistema político tan cerrado como éste y tan retrógrada, primitivo, uno debe asumir las consecuencias: las asumo. Pero en Negocios de Familia no me fastidiaron a mí, fastidiaron a mi familia o a mis amigos. Yo sé que hay una consecuencia y yo vivo pendiente de ella todos los días. Me cuido lo necesario, no soy paranoico, pero sí me cuido.

Un episodio posterior revela el miedo de los políticos a la opinión pública y por fortuna para Francisco Cruz, puso punto final a la persecución.

Por esos días hubo una entrevista en radio con Carmen Aristegui, ella me había entrevistado para la salida del libro. Platicamos fuera del aire, me dijo: ¿no te ha pasado nada? Le platiqué todo y me dijo: el lunes hablamos sobre eso. Y el lunes hablamos al aire sobre las presiones. Hasta ese día se calmaron. Hasta el día en que se hizo público, nunca más volví a tener un incidente, nunca un asalto, nunca nada. Quiero pensar que son casualidades de la vida, pero esas casualidades nunca me volvieron a pasar.

Sobre la buena disposición de los políticos para la compra de libros

Las amenazas e intimidaciones no son la única estrategia. Con su último libro, Francisco Cruz decidió ser más cuidadoso. Cuando salió Negocios de Familia ya tenía dos meses trabajando en Tierra Narca, todavía la investigación la cerré más. Fui muy selectivo en las personas que iba a entrevistar, cualquier duda que tuviera, no la platiqué con nadie. No abrí la boca. Fue una sorpresa la publicación del libro, así quería que fuera.

Tierra Narca denuncia la infiltración de la corrupción en las más altas esferas de la política mexiquense. La guerra entre carteles, que tuvo como hecho emblemático la masacre de 24 personas en la Marquesa, comenzó con la venta de la plaza a La Familia y a los Zetas. Te encuentras a las familias en el Estado de México negociando y controlando también el narcotráfico. Ya vimos hacia atrás, fue lo mismo. El narcotráfico es un tema que controlan grupos en el poder a través de personajes muy cercanos como Cuitláhuac Ortiz Luna [primo del gobernador Peña Nieto, muerto en noviembre del 2009] o José Manzur Ocaña [ex procurador estatal]. Sobre este último, que a la fecha sigue prófugo, Cruz es categórico: ¿Dónde está? No lo sé, lo han visto en Alaska, en California, en Guadalajara, ese cuate tiene todo el dinero del mundo y se convirtió en el gran capo del Estado de México. Un hombre con un apellido de abolengo. No estamos hablando de Pedro Pérez. Lo formaron para ser policía, para ser procurador general de la república. Imagínate si hubiera llegado a procurador. Se les salió de control.

La aparición de Tierra Narca no fue seguida de amenazas, al contrario, personajes ligados con los diputados estatales o locales se presentaban en las librerías para comprar todos los ejemplares disponibles. Así sucedió en Coatepec o en Gandhi de Metepec. Uno o varios individuos compran todos los libros y se los llevan. No está mal, ojalá los lean… comenta con sorna.

Una estrategia más inteligente fue publicar un libro como réplica. Arturo Montiel desde Atlacomulco se denomina la respuesta escrita por Norma Meraz, actual esposa de Arturo Montiel, a Negocios de Familia, que también se encuentra disponible en librerías. Lo que llama la atención, es la exigencia a funcionarios de diversas dependencias del estado para que lo compren o que la fila para pedir la dedicatoria en las presentaciones simule un llamado de lista.

Que se equivoque el pueblo, no los gobernantes

El café se agotaba y se volvía a servir, la charla enfiló hacia temas de actualidad política. Francisco Cruz no es optimista y tiene sus razones. A donde rasques en este país apenas en la superficie lo verás dañado por la corrupción. No veo un movimiento político que nos vaya a sacar de donde estamos. Veo una clase política y empresarial empeñada en mantener sus privilegios, empeñada en agrandar sus riquezas, y en seguir adelante sin el resto de los mexicanos, sólo usándolos como mano de obra.

Su aporte con la redacción de sus libros e investigaciones preferí dejarla al final, como colofón de la entrevista.

Estamos acostumbrados como mexicanos a conocer a nuestros gobernantes a posteriori y no antes de elegirlos. Hay un movimiento que busca cambiar esto, para ayudarnos a descubrir quiénes son antes de tiempo. A nosotros no nos toca ser agentes del ministerio público, ni somos jueces, ni somos nada. Somos escritores, somos periodistas, nos toca investigarlo y darlo a conocer antes de que pase. Si la gente decide votar o elegir a alguien ya es otro tema, pero que tengan los elementos, la información suficiente para tomar una decisión. Es mejor que se equivoque la gente a que se equivoquen los gobernantes. Las imposiciones siempre van a ser peligrosas y este país vive de imposición en imposición. Esa es la historia.

Libros perseguidos en el Estado de México

La revolución empieza a los cuarenta de Luis Amendolla

Estado de México: feudalismo político de Jorge Díaz Navarro

Grupo Atlacomulco: Revelaciones 1915-2006 de Jorge Toribio Montiel

El gobierno de Isidro Fabela es anticonstitucional de García Campos, Pallares y Fernández

Negocios de Familia y Tierra Narca de Francisco Cruz

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(*) Colaborador.

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