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Las ocultas señales de la ‘Superluna’ y futuras consecuencias

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Archivo El Espectador

Por: René Arrieta Pérez*

Al hombre le cuesta hallar las verdades que existen en la simplicidad.

Los símbolos contienen en sí el máximo poder dentro del conocimiento de lo que pueda conocer el hombre.

He querido iniciar con estas dos grandes verdades. Una, porque denota lo que ocurre con nuestra civilización; la otra, porque advierte y deja claro lo que por misión tiene lo referenciado.

La Luna es hoy el satélite de la Tierra, tal como en su ciencia clasificatoria lo ordenaron los astrónomos. Para los sabios aún constituye uno de los siete planetas, simple y llanamente por las relaciones de influencias y correspondencias tanto en el mundo natural como en el plano de los mundos superiores. Por esa razón, en la ciencia alquímica de los sabios, como uno de los siete planetas, es una forma de regencia.

La Luna representa el mundo de Hécate, que en el mundo oculto es el reino de la magia hechicera, o para ser más exactos, es la dimensión donde se regula el poder de esta magia. Por lo tanto, es bajo sus auspicios que operan los taumaturgos.

Entre otras cosas, es la magia y su orden subvertido lo que ha desatado un poder sin límites en el terreno de la maldad del Hombre. En el conocimiento iniciático rosacruz se le llama egregor a la fuerza magnética que desata el Hombre con su pensamiento y sentimientos positivos. Un poder potente y de protección que se configura en una enorme fuerza del bien. No obstante, la maldad que generan los seres humanos con sus obras y sus pensamientos se condensan en un magnetismo y poder de maldad, creando una especie de egregor negativo. En el Universo todo es mente y energía; sino que lo reafirmen o lo nieguen los astrofísicos que andan en busca de la fuente y la potencia que lo dinamiza: neutrinos, bosones de Higgs, diversidad de partículas y de toda esa gama de fuerza que en su infinito ámbito fluye.

La Luna, justamente es reflejo de esa potencia de maldad. Que la desequilibra, y consigo a la Tierra.

Ese astro que se enseñorea en la bóveda celeste, de mágica belleza, de él, de su imponencia en la corte de las estrellas es lo que percibe el Hombre, con un halo romántico que envuelve a poetas, cantores y amantes. Pero representa, igualmente, verdades ocultas aún al conocimiento de los hombres. Pues bien, toda esta historia de desorden, caos, miseria, crimen, horror, injusticia y desbordante maldad que desata el ser humano segundo a segundo, ha condensado una fuerza de pavor, monstruosa, que vemos a cada instante en los telediarios: se refleja en ella.

El Hombre ha tenido frente a sí hace unas noches la representación que se yergue en señal de lo que realmente es y connota el mundo de lo oculto. Una señal que ha bajado a hacerse ostentosamente visible, y a reiterar en sus ciclos los avisos que en ella existen.

Para hacer más clara la idea que intentamos trasmitir quiero referirme al lenguaje de los sueños, para explicar a partir de ese símil el lenguaje que subyace en las representaciones de la Luna.

El Hombre a diario ve reflejado en sus sueños las verdades que tejen su existencia y no es capaz de captar ese lenguaje expresado en arquetipos, porque no lo maneja o ha perdido ese conocimiento. El psicoanálisis pudo avanzar de forma extraordinaria, porque dos inteligencias enormes: Freud y Jung descifraron lo que en ese mundo estaba sucediendo. Carlos G. Jung le entregó a la Humanidad conocimientos para entender el mundo de los sueños, como también los señalamientos y aportes en las relaciones de la psique y sus productos: la cultura.

Así como ese lenguaje de los sueños puede ser comprendido porque media el conocimiento de los arquetipos identificados por Jung; así, igualmente, pasa con otros ámbitos, con el esotérico, por ejemplo, donde debe mediar el conocimiento de lo oculto para entender el lenguaje que se cifra.

En los tiempos antiguos, los hombres se hubiesen abismado de terror con esa Luna llena en primerísimo plano, porque aún les quedaba un poco de intuición que les hacía comprender de forma inconsciente tamaño significado.

El fenómeno de la ‘Superluna’, como le bautizó el astrólogo Richard Nolle, en 1979, es una Luna Nueva o Llena, cuya distancia relativa al apogeo de su órbita es mayor o igual que el 90%, el cual estaría asociado a huracanes, terremotos y erupciones volcánicas por la influencia derivada de su cercanía con la Tierra. El término de ‘Superluna’ empezó a referirse específicamente a Lunas llenas que suceden cerca del perigeo y se ubican a una distancia no mayor del 10 por ciento de su punto más cercano a la Tierra en el recorrido de su órbita.

De otro lado, es cierto que la ciencia deja al Mito lo que su “certidumbre” soslaya. No se pierda nunca de vista que el Mythos funda cosmogonías, que los hombres de ciencia tratan con menosprecio, y muchas veces por su pedante intelecto y por ignorancia supina lo relegan a la circunscripción de lo que juzgan: -es lo que explica los fenómenos con simplezas-.

Por consiguiente, si, el mito es depositario simplista de un inventario de fenómenos, historias y leyendas, que custodia de cierta forma lo que los hombres de ciencia no pueden y no saben explicar. Pero el poder del mito reside en la condensada síntesis metafórica que le imprimió el sabio o los sabios que lo pusieron a circular.

Todos estos ciclos que les conciernen a los astros, tienen su lógica y correspondencias matemáticas, como todos los fenómenos de los mundos e infinitos universos, que funcionan dentro de esquemas y armonías perfectas y normales; mas no es así, cuando su normalidad y funcionamiento se altera por violaciones a las leyes que los rigen, y que muchas de ellas aún son ocultas a la Humanidad. El conocimiento de una de esas leyes alteradas en su equilibrio es justamente lo que sustenta el motivo de estas afirmaciones. Y ese equilibrio fue alterado por lo que ya mencionábamos: la formación de un egregor negativo que satura y viola las leyes físicas y cósmicas, como también los elementos que obedecen a la regencia de este determinado astro. Para ser más claros, el hombre ha activado fenómenos como el del mencionado egregor negativo y ha creado energía plasmática que amenaza nuestra existencia. En el Universo todo es energía, y esa energía del mal vulnera la natura de lo existente. Ya lo señalan los principios de incertidumbre: el aleteo de una mariposa puede propiciar el inicio de una tormenta.

De no estar perturbadas ciertas leyes por las obras e inconsciencia del Hombre, ese bello astro cumpliría con sus ciclos, y sus representaciones no estarían signadas por avisos y señales aciagas.

***

En efecto, la ‘Superluna’ es el espejo de lo que sucede en la Tierra en estos momentos, ella irá mostrando a futuro lo que ha de suceder en el planeta.

Como potencia de lo femenino negativo- régimen nocturno, en contraposición a lo solar, régimen diurno – positivo masculino, ella indica el advenimiento del dominio del liderazgo de la mujer en el mundo; y la acentuación del rasgo de feminidad en la naturaleza masculina con propensión a lo femenino, es decir, al predominio de la homosexualidad.

Señala, de otro lado, la inestabilidad de la masa terrestre. Se sucederán 11 terremotos en distintas zonas del globo, cuyo ciclo inició con el temblor de Nueva Zelanda, que fue el mismo día del fenómeno lunar. El último de estos terremotos será de graves consecuencias para la población. Entre otros, el propósito de las distintas sacudidas telúricas es buscar el ajuste de la corteza terrestre. Aún no se señalan consecuencias catastróficas para la Humanidad, sin embargo, uno de estos movimientos sísmicos traerá graves consecuencias para la población donde se suceda, y otro estará relacionado con el mar.

Todo el fenómeno ocurrirá en un lapso de 6 seis meses, más o menos hasta abril o mayo del 2017. Luego habrá un periodo de tranquilidad el resto del año. Pero a partir del segundo semestre vendrá una ola invernal. Donde el invierno es frío, habrá mucha nieve; y en otras zonas habrá lluvias torrenciales, con consecuencias materiales dañinas, sobre todo para la infraestructura de urbes y pueblos a nivel mundial. La temperatura bajará en todo el planeta.

*Escritor y periodista. Iniciado gnóstico-Rosacruz (Escuelas de misterios). Este análisis se complementa con las indagaciones en los mundos superiores realizadas con el médico e iniciado gnóstico José Vicente Arias, que dieron como resultado las profecías que señala el Padre Celestial, de inminente cumplimiento.

 

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