Andrés Felipe Sanabria
A Juan Sebastián
Hemingway le apunta a mi corazón.
Veo el mar de Cuba
de La Habana
cómo un látigo girando.
Fue mi primera lectura de su cortés héroe legendario,
y el cinismo inminente de su hazaña;
con su presagio de ver volar el mar
a la altura de su sensatez.
Ahora,
estamos de nuevo el viejo y yo
en otra lectura
en el mismo bote….
Él leyendo
para que yo pesque mi gran pez;
y yo escribiendo
para que nunca se termine de acabar el mar.