Fernando Araújo Vélez y Alejandro Araújo Larrahondo
Yo te doy, tú me das, el amor es un negocio aunque suene sucio. Mi oferta son tres besos, dos tardes de cine y una noche de fantasía al mes, una especie de poema si estoy de buenas, dos sonrisas forzadas para huir de tus reclamos y una plena; cinco llamadas a la semana, todos los pasajes de bus, la posibilidad de comprarme un Renault 4 y mi viejo abrigo en las noches de invierno. A cambio, demando tu mirada, tu belleza o la belleza que yo percibo en ti, tu sonrisa sin exageraciones, que ojalá pierdas esos tres o cuatro kilos que te sobran, que no me lleves adonde tu familia sino una vez cada dos meses, que sigas empeñada en enamorarme, pero que no trates de impresionarme