Éel María Angulo
A no mezclar la sal con el azúcar, a eso nos enseñaron. A calificar. A medir. A escoger. A juzgar sin conocer y valorar sin probar. A rotular. A señalar al que le pone sal al café o al que le riega miel a las aceitunas. A separar la miel de las aceitunas. A poner a metros la sal y el café. A buscar diferencias. A aislarnos.
Pero somos iguales. Con medicina prepagada o Sisbén. Con maestría o preescolar. Con camisilla o gabán. Somos idénticos. Somos pares que buscan ser dispares para parecer interesantes. Porque en el afán de las categorías y el espectáculo, importa más parecerlo que serlo. Importa más presumirlo que sentirlo. Importa más publicarlo que vivirlo.
Hay tanta prisa y tan pocos abrazos. Tantas despedidas frías y corazones calientes. Tanto amor guardado y tanto veneno exhibido. Tantos encuentros pendientes y tantos extraños perdidos. Tantos aeropuertos repletos y tantas sillas vacías. Hay tanto vacío.
En las semanas de enero hay calendarios rotos y días en blanco. Los primeros, del año viejo y los segundos, del que ya no es tan nuevo. Hay paraguas de colores y lluvia ácida. Ácido y rostros desfigurados. Corazones desfigurados y siluetas sin sombra. Sombras. Caminos entre las sombras. Caminantes que le temen a caminar. Muletas y muletillas. Relojes detenidos y afán, mucho afán.
Y en esas tardes de afán transcurre el tiempo. Pasa el primer mes del año y siguen los vientos. A los mares los cruzan buques. Por las calles se atraviesan bicicletas. Y en los vasos se derrite el hielo. Se enlistan los propósitos y se presupuestan anhelos. Se anhela. Se sueña. Se desea vivir, pero no vive con deseo.
Y si soñamos. Si volamos. Si ayudamos a volar, a soñar. Si le ponemos flores de sal a un chocolate belga. Si nos pasamos de carril. Si dejamos de pelear por andar más rápido. Si festejamos sin motivo. Si buscamos motivos para festejar. Si saboreamos enero. Si masticamos los días. Si mordemos la vida, si nos la comemos completa, como un caramelo, aunque las lágrimas la humedezcan con su ligero sabor a sal.