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Astilla

claviculas

Por: Pablo Triana

Tengo una astilla en la punta del pie
Casi nunca pienso en ella
Tan sólo en las noches, cuando roza mis sábanas,
Y un pequeño dolor me recuerda que sigue ahí,
Incrustada
Tengo una astilla en la punta del corazón
Casi nunca pienso en ella
Tan sólo en las noches, cuando tu rostro roza mis sueños,
Y un pequeño dolor me despierta.

Desnuda

La ciudad todavía sabe a ti
Tu ausencia en mi cama
Reclama tu aroma
Las calles húmedas, incrustadas
De brillantes luciérnagas ondulantes,
Se obstinan en retener la huella olvidada
De nuestros pies unidos
El humo de las avenidas
por las que deambulo
susurra tu nombre
Los domingos rotos huelen a ti
Y mi mano, avergonzada en mi bolsillo,
se niega a salir,
Se sonroja
Se esconde
Pues, desde que la tuya
Dejó de arroparla,
Simplemente
Se siente terrible e inexorablemente
Desnuda.

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