“Ni mi país de origen me reconoce,
ni el país al que he llegado”
poeta sirio Ali Ahmad Said Asbar
Por: Óscar Hembert Moreno Leyva*
Siria es ahora la causa y consecuencia de problemas socio políticos gestados en Europa. Una breve revisión de la historia de este importante territorio entreverá el actual conflicto interno. Todo comienza con un enorme imperio Persa que gobierna durante varios siglos en la región; es ahí donde nacen también las tres principales religiones monoteístas del mundo: Judía, Cristiana e Islámica.
Los imperios Griego, Romano e Islámico vinieron poco después dejando una profunda huella en el viejo mundo, no obstante es el imperio Otomano quien gobernó en una gigantesca zona durante seis siglos, finalizando solo en la primera guerra mundial. Ahí surgieron las nuevas naciones, las nuevas identidades políticas que reconocemos hoy en día entre ellas Siria.
En 1916 se firmó un acuerdo llamado Sykes-Picot o el llamado Acuerdo de Asia Menor, fue redactado por ingleses y franceses dividiendo la región en diferentes estados y estos fueron a su vez fragmentados en importantes territorios según su preferencia económica y política. Los ingleses habían colonizado territorios en Líbano, Palestina, Jordania e Irak por otra parte los franceses establecieron sus colonias en Siria, Turquía e Irak. Parte del acuerdo firmado era una clara promesa que hoy ISIS (Estado Islámico) está queriendo reivindicar y consiste en la creación de una gran nación árabe o la llamada “Gran Siria”. En 1917 los ingleses prometen de igual manera a losSionistas que vivían en Gran Bretaña parte del territorio Palestino como “un hogar nacional para el pueblo judío”.
Francia asentada “políticamente” en Siria hasta 1945 controló durante todo ese periodo el petróleo de la zona y el paso del crudo hacia el Mediterráneo. En el momento que Francia sale de la región se fortalecen todo tipo de movimientos religiosos y políticos. Recordemos que tres años después se crea “el Estado de Israel” un plan que dividió a Palestina en dos Estados, dando a los árabes y a los judíos una extensión similar de terreno. Como consecuencia de lo anterior se produjo una serie de guerras fronterizas donde Israel salió victorioso en estos conflictos.
Siria por su parte, vivió hasta 1963 una serie de golpes de estado que llevaron al poder al padre del actual presidente de Siria, Bashar al Assad apoyado por el movimiento político Baath Arabe Socialista, (BAAZ). Este movimiento laico y socialista se expandió por varios países árabes durante la guerra fría. Hafez al-Assad había dado a su pueblo libertad religiosa y otros numerosos derechos civiles que luego “suspendió” para continuar en el poder.
Hafez al-Assad era Shiite, que es aún minoría en Siria (13%), los Sunnis por su parte (70%) al no estar directamente en el poder buscaron aliarse con EEUU, Francia, Turquía, Gran Bretaña y Arabia Saudita, en respuesta a los ataques de represión vividos bajo el gobierno de Hafez.
Bashar al Assad, hijo, asume el poder en el año 2000 aliándose con Rusia, Irán y China; este gobierno intentó abrirse camino generando algunos cambios modestos. Liberó algunos presos políticos y mejoró las telecomunicaciones. Bashar al Assad no tardo en reprimir el surgimiento de grupos y movimientos de protesta con tal brutalidad, que genero así el comienzo de una guerra civil. Esto representó el momento y la razón perfectos para el surgimiento de grupos apoyados por Al Qaeda incentivando la lucha armada e intentando llevar a los Sunnis al poder.
A Estados Unidos le interesa que Siria sea un país «democrático» pero Bashar no quiere “entregar” su país a EEUU, sabe que si lo hace tendrá que hacer amistad con Israel. Por otra parte Rusia, Irán y China apoyan a Siria por motivos estratégicos (disminuir a EEUU como potencia mundial) y por motivos económicos (Rusia le vende el armamento a Siria, el control del gasoducto, etc). Los otros beneficiados en esta ofensiva son Canadá e Inglaterra como fabricantes de armas. Lo que empezó como una guerra civil es ahora un boom internacional donde todos tienen alguna responsabilidad en la continuación de este conflicto.
En entrevista con Diana Alejandra Pantoja, voluntaria Action From Switzerland, Boat Refugee Foundation, Youth for Refugees y Qandil and UNHCR nos explica algunas cuestiones con el tema de los refugiados en Europa.
¿Cómo colombiana qué perspectiva tienes sobre los refugiados?
Vengo de un país que tiene un conflicto armado interno, mis padres fueron refugiados internos (desplazados), amenazados por el paramilitarismo, y he tenido que trabajar mucho para adaptarme a la vida aquí en Europa. Algunos europeos creen que por ser de América latina u Oriente Medio el origen es muy precario, de pobreza extrema en muchos casos, teniendo una imagen desdibujada de la realidad de nuestros continentes, por lo cual muchos de ellos no saben qué hacer con los refugiados. Los europeos viven con ciertos privilegios con los cuales llegarían a ofrecer a los refugiados alternativas reales de cambio, de construir un nuevo comienzo. Los refugiados lo han intentado en su lugar de origen pero la guerra interna no los deja, es por ello que quise ser voluntaria y siento que puedo llegar a aportar cosas muy interesantes con la población que está llegando a Europa.
Según datos oficiales de la ONU, uno de cada 122 habitantes en el mundo ha afrontado situación de desplazamiento forzado, Colombia es el segundo país en el mundo después de Siria con mayor número de desplazados, seis millones.
¿Qué medidas crees que se necesitan para solucionar la actual situación de los refugiados en el mundo?
El primer problema es la negar la realidad por parte de algunos gobiernos locales, ¿Por qué es necesario el reconocimiento? Porque así vendrán más recursos y ayudas que necesitan realmente los refugiados; la Unión Europea comenzó a cerrar sus fronteras por cuestiones de seguridad lo cual es perfectamente entendible pero muchos de los refugiados deberían tener la posibilidad de transitar más fácilmente dada la situación que viven algunos de ellos; otro aspecto negativo por cambiar es el uso como chivos expiatorios a los refugiados por parte de partidos ultra derechistas y de políticos que solo buscan beneficiarse con la crisis, para incrementar su popularidad y así mediante la creación de leyes segregacionistas que terminan legitimando la discriminación y el racismo por toda Europa.
Partidos de ultraderecha en Europa y Estados Unidos usan el tema migratorio como excusa de los problemas económicos o de seguridad, personajes como Donald Trump en reiterativos discursos señaló tanto a mexicanos como “musulmanes” de ser la causa de los problemas de su nación, con iguales argumentos triunfó el Brexit en Inglaterra y por la misma línea va Frauke Petry de Alternativa para Alemania (AfD), Marie Le Pen en Francia por el Frente Nacional, Nikos Michaloliakos en Grecia por Amanecer Dorado, el cantante Gianluca Iannone en Italia junto con los movimientos Casa Pound y Fuerza Nueva, Timo Soini del partido Verdaderos Finlandeses, Pia Kjærsgaard y Kristian Thulesen Dahl de Dinamarca con el Partido Popular Danés (PPD), Björn Söder en Suecia por Demócratas Suecos, Gábor Vona en Hungría, Zeljko Reiner en Croacia, Norbert Hofer en Austria, todos con discursos antiinmigrante, euroescépticos y un gran sello de ultraderecha xenófoba.
¿La presión internacional qué papel juega?
La presión internacional ayuda en la resolución de los conflictos, ejemplo de ello es el caso de Colombia durante el gobierno del expresidente Uribe donde el poderío militar y paramilitar se fortaleció durante varios años. Una de las condiciones establecidas para la firma del TLC por parte de EEUU era hacer cambios internos en las Fuerzas Militares Colombianas debido a la imperante violación de los derechos humanos. En el caso de Siria es necesario reconocer que hay una crisis de derechos humanos y más presión internacional real sin ambigüedades. Por ejemplo: ISIS robo todo el trigo y la harina de Siria, Italia es el comprador principal, el 80% de la harina que se consume en Europa es harina robada de este país, es decir se la compran a ISIS, no solo es petróleo y gas son muchos más recursos en juego que Europa debería evitar adquirir.
La situación en Siria para Tariq Ali escritor pakistaní, director de cine e historiador, pareciera improbable una salida del presidente Assad por voluntad propia, necesita ser empujado, el pueblo Sirio evidentemente está haciendo todo lo posible, dentro del país. Lo más peligroso es la presión externa, especialmente en Estambul y de la OTAN, para intentar organizar una intervención. La mejor influencia viene de países no hostiles como Rusia y China. Es preciso decirle a Assad, en términos claros, que él tiene que irse, que su padre derramó mucha sangre en Siria y él está haciendo lo mismo, que esta familia es inaceptable y que este país precisa de un gobierno nacional no sectario que prepare una nueva Constitución.
Si hay una cosa que pienso que Siria no necesita son ejércitos extranjeros. Vimos lo que eso significó en Iraq, vimos lo que sucedió en Libia. Tampoco creo que sea del interés de Siria tener un gobierno islamista, moderado o extremista. Pareciera que el modelo turco, es el mejor modelo para el mundo árabe. Concluye Tariq diciendo:Discrepo fuertemente de esto. Veo diferentes grupos como partidos musulmanes semejantes a la democracia cristiana, organizaciones conservadoras socialmente, pero perfectamente satisfechas de seguir las tendencias económicas que dominan Occidente y por mantener relaciones con los Estados Unidos.
En el caso de Colombia, uno de los deseos más insistentes, por parte del entonces presidente de Colombia Álvaro Uribe, en el año 2003 era traer un destacamento de Cascos Azules de la ONU. Históricamente los Cascos Azules en la mayoría de los conflictos, en marcos de acuerdos de paz muy frágiles, lleva a que los boinas se conviertan en tropas con autorización para el uso de la fuerza; en consecuencia la violación de los derechos humanos se produce con mayor regularidad, ejemplo de esto: Tanzania, República Centroafricana y Congo que están bien documentados. Como dijo Tariq Ali, Siria no necesita de ejércitos extranjeros, Colombia ciertamente tampoco necesitó.
La socióloga holandesa Saskia Sassen indica que fenómenos como la inmigración, las ciudades globales y los cambios en el estado liberal son parte de las actuales condiciones trasnacionales y transfronterizos. La geografía de la mundialización profundiza desde hace un tiempo una dinámica de dispersión y centralización, característica que solo ahora ha empezado a ser reconocida.
Las tendencias en gran escala hacia la dispersión espacial de las actividades económicas en los niveles metropolitano, nacional y mundial que asociamos con la mundialización han contribuido a una demanda de nuevas formas de centralización territorial de las operaciones de gestión y control de alto nivel. La inmigración y la etnicidad se constituyen como «otredad». Al entenderlas como un conjunto de procesos en virtud de los cuales se localizan elementos mundiales, se constituyen mercados laborales internacionales y se desterritorializan culturas en todo el mundo, las situamos ahí mismo, en el centro del escenario, junto con la internacionalización del capital, como aspecto fundamental de la mundialización actual. Además, esa forma de narrar los acontecimientos migratorios de la era de la posguerra refleja perfectamente la influencia permanente del colonialismo y las formas poscoloniales de imperio en los más importantes procesos de la mundialización actual y, concretamente, los que vinculan a los países de emigración y los de inmigración de esos millones de refugiados como actualmente sucede en Siria a lo que el filósofo, sociólogo esloveno Slavoj Žižek llama “el nuevo proletariado europeo, porque ya no tenemos una auténtica clase proletaria”. Para un refugiado hay cosas esenciales por definir: la seguridad, la cobertura de las necesidades básicas como alimento, vivienda, salud, empleo y educación; una vez resuelto viene el tema de la interacción humana, ¿Cómo socializar con el otro? ¿Qué debemos hacer?
Para Allen J, Frances psiquiatra del Duke University nos indica que mediante una confrontación critica a la tradición europea, la pregunta que viene es ¿Qué significa ser europeos? Con ello formular un nuevo comienzo aun si esto implica asumir un riesgo claro dentro de lo desconocido. Existirá una vinculación con el estado y una parte de la sociedad que ha sido aislado de sectores sociales con una clara aversión a los inmigrantes, hay quienes, a pesar de haber nacido en Europa, se les hace sentir no-europeos. En una Europa donde sus guerras imperialistas producen centenas de millares de muertos en Oriente Medio y en África, que generan crisis humanitarias e propician fenómenos reaccionarios como ISIS, no extraña que se incremente una militarización interior al estilo Francia de Françoise Hollande.
Massimiliano Panarari propuso en el periódico italiano La Stampa el término “Islamofascismo”. El fascista rechaza libertades de ideas y conductas que derivan de la modernidad ilustrada, laica y pluralista. ISIS utiliza las tecnologías más avanzadas tanto en el terreno del armamento como en el de las comunicaciones para legitimar su poder. Como dice Fernando Savater Este proyecto de dominio exterminador no es propiamente islámico, por mucho que encuentre justificaciones ad libitum en algunos textos coránicos leídos de manera exaltada y excluyente. Es un terrible tumor nazifascista brotado sobre la religión musulmana y que la aprovecha como cualquier otro parásito letal utiliza el cuerpo del que se nutre. El Islamofascismo es el desprecio de la modernidad y el uso ideológico de la muerte, un claro totalitarismo a las condiciones de vida impuestas en los territorios subyugados. La glorificación del acto individual que siembra la muerte está lleno de vitalismo irracional que constituye uno de los pilares de su cosmovisión. Desprecio por el llamado «arte degenerado», camisas negras, quema de libros. Todo esto es, exactamente, el Islamofascismo. Extremismo yihadista que utiliza el terrorismo como instrumento para atacar a los estados musulmanes que pretenden dominar y países occidentales que consideran sus peores enemigos.
El arte tiene entonces un papel preponderante como visión diferente, como propuesta social integradora con los refugiados. Adaptarse en los países europeos y que los mismos ciudadanos de origen europeo entiendan la situación de los refugiados es fundamental dentro de este caos que sucede en buena parte del mundo. El artista y fotógrafo alemán Kevin McElvaney creó en 2015 un muy interesante Proyecto fotográfico llamado #RefugeeCameras una mirada diferente al tema con Siria y su población que llega a Europa, aquí la entrevista:
Cuéntame de tu proyecto fotográfico con los refugiados y ¿qué papel tiene el arte con los conflictos en el mundo?
Para mí, como un fotoperiodista, la crisis de los refugiados parecía uno de los eventos importantes que debes que fotografiar. Al final del año 2015 estaba cansado de ver estos chalecos salvavidas de color neón-naranja en muchas fotos y de los barcos que llegaban a las costas de las islas Griegas. Estuve pensando en unas alternativas para documentar este evento histórico. Después de ayudar en centros de refugiados y otros programas sociales conocí varias personas que me contaron sus historias sobre cómo habían llegado aquí (Alemania) y estas historias siempre fueron tan únicas a su manera que me inspiraron a iniciar el proyecto #RefugeeCameras.
Les di a algunos refugiados la oportunidad de mostrar su viaje a través de la fotografía con cámaras de un solo uso (cámaras de fotos desechables), que distribuí en diferentes lugares a lo largo de las rutas donde transitaban los refugiados.
Estas perspectivas individuales también deben dar a cada refugiado un poco más de identidad detrás del concepto anónimo de «refugiado». El arte puede ayudar a superar una visión política y nacionalista/egoísta a los conflictos y a la guerra. Una cosa es informar y otra mostrar las situaciones. El arte puede ayudar a ver causas repetitivas de estos escenarios y ayuda a cambiar la perspectiva. Creo que es importante tener una representación alternativa para tener al menos dos ángulos y una reflexión sobre los temas. Un artista es capaz de tener un poco más de tiempo aquí.
¿Consideras tu trabajo como un tipo de activismo?
Mi trabajo en Agbogbloshie, un vertedero de residuos electrónicos en Ghana y #RefugeeCameras estuvo en muchas Exposiciones y recorrió toda Europa. Creo que estos proyectos intensos en tiempo y trabajo pueden ser interpretados como activismo, pero entiendo que soy simplemente un activista del nivel mediano. Me gusta mostrar a la gente un mundo completamente diferente y creo que una Exposición es la mejor manera para contar estas historias.
Siria ha sido el escenario de matanzas masivas de civiles en todos los bandos. En la mayoría de las guerras civiles, las fuerzas combatientes dependen del apoyo popular para tener éxito. Durante algunas décadas las Farc vivieron del apoyo popular hasta hacer uso directo del narcotráfico como fuente de financiación. Este “terreno humano”, como lo llaman los expertos en contrainsurgencia, proporciona persuasiones a todos los bandos para proteger a la población civil y minimizar las atrocidades, y con frecuencia ha resultado ser determinante. No obstante en Siria depende de patrocinadores extranjeros, más que de la población local, por ello tienen pocos incentivos para proteger a los civiles. En Siria han muerto más de 400.000 personas, en Colombia fueron 220.000 aproximadamente. Dos guerras civiles de las que podemos aprender mutuamente. Sibylla Brodzinsky del periódico The Guardian dice Es mucho más fácil comenzar una guerra que detenerla, sobre todo cuando el conflicto ha durado más de lo que muchas personas han estado viviendo.
*Licenciado en Historia, fotógrafo y realizador.