El Hilo de Ariadna

Publicado el Berta Lucia Estrada Estrada

DE HIENAS, ZORROS Y SANTOS

 


hiena 1

Hiena: animal  traicionero, come carroña y hace el amor una vez al año

Es bien sabido que un zorro nunca se comerá a una hiena, pero si se sabe que la hiena se come al zorro; sobre todo se sabe que se alimenta de carroña. Y el zorro Zuluaga hace tiempo terminó en las fauces de la hiena Uribe que ya lo digirió. Es por ello que la hiena busca más carroña para colmar sus ansias de traición y de venganza; por eso clama por la continuación de la guerra fratricida que asuela al pueblo colombiano desde hace 50 años.

Espero que la gente, en vez de quedarse en casa pensando que de todas formas es “lo que dios quiera”, salga en masa a votar; ya que no creo que el dios al que tanto le rezan desee un país en guerra permanente, ni siquiera por un minuto. Al menos no el dios de los cristianos, católicos y romanos; ya que siempre he escuchado decir que él es amor; por lo tanto no creo que él se alegre con la guerra. No se puede votar por la continuación del odio visceral que anima a la hiena Uribe y a la jauría que lo sigue; y de la cual hace parte un ave rapaz disfrazada de paloma, a la cual venden como la falsa paloma de la paz; puesto que a la verdadera, tanto la Cabal, como Ordoñez y los eternos aspirantes a historiadores y filósofos como Josefos Obdulios y Fernandos, entre otros -sin olvidar a las crías de la hiena y del zorro, y al insignificante Pfachito Santos- la ahorcaron, desplumaron y le sacaron las entrañas hace tiempo y luego la tiraron por el hoyo, directo al infierno. Y como la hiena Uribe nunca está satisfecha, quiere más y más carroña. Siempre está al acecho, se agazapa en todos los caminos por los que transitamos los colombianos de bien, y que deseamos un país mejor para nuestros hijos y nietos.

No hay sino que leer la frase que la hiena Uribe, en boca del zorro ya deglutido, dice: “Un nuevo tiempo va a comenzar”; léase “UNA NUEVA HECATOMBE VA A COMENZAR. Por lo que ya me he puesto el traje de gala para ser coronada como el nuevo sátrapa; o sea que podré hacer gala de mi verdadera condición y poder en la manada que presido. Eso se los garantizo si hoy soy elegida hiena mayor de esta jauría”

Afortunadamente hay un Santo que cuida la paz de los colombianos y vela porque la mantengamos con los países vecinos, así no estemos de acuerdo con regímenes autoritarios como el de los Castro, o el heredado por Maduro, o el de Correa, o el de Ortega; no me refiero a Ortega y Gasset, sino al dictador y  violador de su hijastra; al menos ella lo ha confesado públicamente.

 

Nota: No creo que criticar posiciones erróneas, como las de William Ospina, carentes además de argumentos sólidos -al menos para mí-, y en las cuales se puede vislumbrar que posiblemente le interese el Ministerio de la Cultura, o alguna embajada, sea atacarlo y no respetar su derecho a la disensión. Cuando se expresa una u otra ideología  se sabe de antemano que habrá  una respuesta de aquellos que no están de acuerdo con lo que se ha planteado. Es decir, una respuesta inteligente y argumentativa. Eso sí, siempre y cuando la respuesta no sea un ataque virulento, que raye con el insulto y la bajeza, o el regaño que tanto aman los machistas, como la hiena Uribe. Regaños que pululan en los foros que deberían ser más bien espacios de intercambio de ideas respetuosas. De esa forma la disensión cumpliría con su verdadero objetivo: discutir las ideas, defenderlas, y a veces cambiarlas cuando el interlocutor demuestra que su planteamiento tiene más validez que el nuestro. Igualmente deploro el llamado del senador Robledo a votar en blanco. Él aduce que por mantenerse fiel a sus ideas, desde hace treinta años, lo queremos “crucificar”. Lo que yo veo, al igual que mucha gente, es que su ego de animal político le impide tomar una posición que para él sería políticamente incorrecta; cuando la posición correcta es luchar porque la PAZ sea una realidad y no un sueño infinito. Con su posición sectaria y ególatra nos está robando la posibilidad de hacer realidad un sueño y nos sume en la pesadilla de un posible tercer, cuarto, quinto, sexto mandato de la hiena Uribe, de su zorro Zuluaga, y del resto de su jauría.

 

 

 

 

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