Intensamente (Inside Out): los pequeños cambios que nos moldean
La duración de la emoción que deja una película va más allá de la proyección. Según la cinta puede variar. Puede que incluso se demore en asentarse y que solamente, con el paso de los días, uno la aprecie realmente. Otras cintas, en cambio, se saborean intensamente durante su exhibición y, luego, se van desvaneciendo. Inside…
La duración de la emoción que deja una película va más allá de la proyección. Según la cinta puede variar. Puede que incluso se demore en asentarse y que solamente, con el paso de los días, uno la aprecie realmente. Otras cintas, en cambio, se saborean intensamente durante su exhibición y, luego, se van desvaneciendo. Inside Out, traducida al español como Intensamente, pertenecería al segundo grupo de un modo ilustre. Se trata de una emotiva alegoría que se centra en describir el paso de la niñez a la pubertad. Una sencilla premisa que da pie para que los directores Pete Docte y Ronaldo del Carmen, con ingenio y esmero, retuerzan viejos trucos y armen una cinta que no puede encasillarse en el molde de cine para niños. El objeto inicial del film es ir más allá de la fábula, partir de su historia para provocar una meditación que nace de las transformaciones que soportamos en nuestro diario vivir. Su resultado es un espectáculo gratificante, que si bien tiene sus inevitables limitaciones, cumple efectivamente con el doble propósito de dar pie a nuestra reflexión y de contar una entrañable fábula. El largometraje se encuentra enraizado en nuestra contemporaneidad y nos habla desde ella para producir una imaginativa y fascinante historia en la que se nos persuade de la cercanía de lo que nos relata. Las emociones vuelan durante la cinta y uno queda al final con la amargura que entraña abandonar la infancia y vivir una nueva etapa. Sin embargo, con el paso de los días, mi entusiasmo ha decrecido y la cinta va quedando rápidamente hundida en los abismos del olvido.
Aunque uno se extienda narrando el relato de la cinta, su trama es bastante delgada. Riley es una joven de 11 años que va a tener que aprender a lidiar con las transformaciones que empieza a afrontar y cuyo motivo es la reciente mudanza desde su Minnesota natal a San Francisco. La hasta entonces niña feliz que mamá y papá adoran ya no será la misma. Intensamente crea toda una fantasía para dar cuerpo a las emociones de la joven y mostrar como se trastoca lo que hasta entonces era el orden en que Riley vivía. Desde el cuarto de control Furia, Desagrado, Temor, Tristeza y Alegría moldean las respuestas de la joven, su personalidad, siendo Alegría la que dirige el modo en que las emociones deben actuar. La mudanza, sin embargo, altera el comportamiento habitual de la joven, al punto que los “pensamientos centrales” que la han definido pueden mutar de recuerdos felices a tristes, lo que provoca un caos que terminan haciendo caer a dichos pensamientos, a Alegría y a Tristeza en los confines de la mente de la joven. Mientras este par de emociones intentan regresar al cuarto de control, las restantes emociones tendrán que apañarse para afrontar los difíciles cambios que sufre Riley. Ahora, la destreza de los animadores y los directores reside en que con esta delgada línea argumental consigan relatar una satisfactoria aventura. El escoger la alegoría lleva necesariamente a la simplificación, ejemplificada en las personalidades prototípicas con que se da vida a cada una de las emociones. Dana Stevens compara elogiosamente a Intensamente con otras obrasque usan alegorías como The Pilgrim’s Progress y La divina comedia. La comparación puede llevar a equívocos, pero sí sirve para notar que Intensamente está arraigada en una contemporaneidad, debido a que se sirve de ella como espejo, y a que describe los alcances de una visión de la realidad fundada tanto en la ciencia como en el arte actuales. Probablemente en ello la cinta no está al nivel del paragón que hace Stevens, en cualquier caso. De hecho, incluso la cinta no explora otras estimulantes aristas de su relato como el que nota en su reseña Andrew O’Hehir: los padres de Riley se apoyan en la (feliz) niña para soportar su rutina y sus preocupaciones, los cambios de ella pueden provocar cambios en el comportamiento de los padres también. Pero quizás aquí pesa lo del cine para niños en una cinta que de por sí ya es melancólica. Cuando concluye Intensamente es claro que busca convenir que la tristeza es una emoción necesaria en nuestro diario vivir, y así lo aprenden Alegría y Riley. El que se vea esto como un descubrimiento habla más del tipo de comunidades y comportamientos en los que estamos inmersos hoy que de la naturaleza inherente de las personas.
Intensamente es una fábula interesante que se sostiene, en todo caso, debido al ingenio con que los directores han sabido cruzar la cultura pop con unas nociones básicas de lo que se conoce del funcionamiento de la mente humana. En una de las mejores secuencias en que Tristeza, Alegría y el encantador amigo imaginario de Riley, Bing Bong, quedan atrapados en la zona del pensamiento abstracto, los personajes van transformándose como si fueran obras cubistas; una muestra de la apropiación típica de la cultura pop que utiliza corrientes artísticas como elementos expresivos de una situación narrativa. Debe señalarse, eso sí, que los mejores momentos de la cinta son aquellos de comedia ligera en que de repente se salta a las mentes de otros personajes para que, desde unos prototipos, se pueda provocar la risa, la identificación y la reflexión. Esa levedad es la que eleva a la cinta, ya que en otros tramos el film se pierde en secuencias que parecen demasiado expositivas. A veces es como la cinta tendiera a extender el periplo de Tristeza y Alegría para regresar al cuarto de control para didácticamente presentar cada uno de las partes del cerebro. Este es un mal menor, no obstante. Intensamente es una gratificante muestra de cómo cifrar un contenido complejo en un cuento sencillo. La resonancia emocional de la película gira alrededor de los sentimientos que nos produce el dejar de ser la persona que una vez fuimos y el convertinos en otra. Inevitablemente la nostalgia predomina en Intensamente. Precisamente en esto la cinta no llega lo lejos que pudo, pero esto no disminuye el derroche de fantasía que despliega en pantalla. A pesar de que la cinta tuvo un efecto a corto en plazo en mí, no puedo negar la encantadora fascinación que provoca este meritorio film.
Licenciado en filología con énfasis en inglés de la Universidad Nacional. Agudamente enfermo de literatura y cinefilia, sufre terriblemente cuando no puede dedicar tiempo completo a estas adicciones por ceder a obligaciones laborales. Mis reseñas también son publicadas en la revista electrónica El Otro Cine (http://www.elotrocine.cl).
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