En este MOMENTO del MUNDO, donde las diferencias entre RUSOS & UCRANIANOS; desbaratan las BOLSAS del planeta, los PRECIOS de las productos ENERGÉTICOS; las INMIGRACIONES… etc, etc
Hay algo que no podemos perder ese 2+2 que son CUATRO…o ese no menos célebre 2 x 4 tanguero…eso hizo que mis COMPAÑEROS del COLEGIO inundado de las infaltables MATEMÁTICAS nos traen una REFLEXIÓN…
“MATE…MÁTICAS…!
Un cociente se enamoró de una incógnita. Él cociente era producto de una familia de importantísimos polinomios. Ella una simple incógnita de mezquina ecuación literal ¡oh! ¡Qué tremenda desigualdad!
Pero como todos saben, el amor no tiene límites y va del más infinito al menos infinito.
Embargado, el cociente la contempló desde el vértice hasta la base, bajo todos los ángulos, agudos y obtusos. Era linda, una figura impar que se evidenciaba por: mirada romboidal, boca trapezoidal y senos esféricos en un cuerpo cilíndrico de líneas sinusoidales.
«¿Quién eres?», preguntó el cociente con una mirada radical.
«Soy la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de los catetos, pero puedes llamarme hipotenusa», contestó ella con expresión algebraica de quien ama.
Él hizo de su vida una paralela a la de ella, hasta que se encontraron en el infinito. Y se amaron hasta el cuadrado de la velocidad de la luz, dejando al sabor del momento y de la pasión, rectas y curvas en los jardines de la cuarta dimensión.
Él la amaba y el recíproco era verdadero. Se adoraban con las mismas razones y proporciones en un intervalo abierto de la vida.
Luego de tres cuadrantes, resolvieron casarse…
CON JABÓN…! NO COMO PILATOS PORFIS