Mataron a Pedro Juan

A Pedro Juan Acosta Zabaleta lo asesinaron a golpes y a machetazos. Tenía 29 años. Ocurrió ayer en Majagual, Sucre, ese pueblo en el que nací y al que odio con todo mi amor.
Asesinaron a Pedro Juan, amigo, y ahora, sin respeto, ni pudor alguno, con el morbo exacerbado circulan fotos de su cuerpo cortado y ultrajado.
Pedro Juan era un joven profesional que usaba su muro de FB para expresar de manera argumentada las miserias en las que está sumido el pueblo y sus corregimientos. En una región fanática, religiosa y políticamente, que adora a Alvaro Uribe y deja las soluciones de los problemas a Dios, Pedro Juan denunciaba el maltrato animal, la ausencia de un sistema ecológico para el manejo de las basuras que ha acabado con el caño Mojana; la falta de salubridad; la ausencia de inteligencia y sensibilidad social de los líderes locales.
Entraron a su residencia y lo mataron con sevicia. Es la ley del viejo oeste. O mejor. la ley de las violencias colombianas que resuelven las diferencias de puntos de vista callando a quien cuestiona un orden inmoral e injusto. Es el imperio de las armas en una región en la que todos deben alinearse y adorar al verdugo de turno.
No habrá paz en su tumba, ni tampoco estará en un mejor sitio como claman hoy de manera hipócrita sus paisanos, porque su sitio era Majagual, el pueblo que amó y por eso cuestionó tanto la manera cómo lo roban y lo maltratan los que con lágrimas en los ojos llaman a Majagual “el mejor pueblo del mundo”, pero se lo roban, reparten miseria y asesinan a sus hijos.
Pedro Juan Acosta Zabaleta era militante de la Colombia Humana (para variar). La candidata a la Alcaldía de Majagual por ese movimiento político, ingeniera Martha Patricia Loaiza Meza emitió un comunicado en el que exaltó su profundo sentido del sarcasmo, su incansable trabajo por la gesta política en apoyo al actual presidente y exigió a las autoridades una investigación seria.
No habrá una marcha de protesta en el pueblo por su cruento asesinato, todos callan allá en La Mojana: por miedo, porque es la voluntad de Dios, porque “quién lo mandó a ser tan inconforme”, porque “se lo estaba buscando”.
No descansará en paz Pedro Juan porque no hay paz donde él quería que hubiera paz.