El humo de las canecas no solo afectaba la voz de Riley, sino que le irritaba los ojos. Quizás por eso cantaba mal, trastocando tiempos, cambiando las letras o inventando fragmentos. Sin embargo, a nadie le importaba: cada uno estaba concentrado en sus asuntos, que por lo general tenían que ver con... Ver post completo.
Dedicado a Alejandra Ávila
Si solo te hubieses llamado “la novia de Gonzalo”, sin más adornos, sin más parafernalias, no existiría el riesgo de convocarte y de que no acudieras al hacerlo. Pero una tarde vino él y dijo: «te presento a mi novia»; y te limitaste a decir, toda sonrisa, toda... Ver post completo.
Dedicado a Alexa Carrión, quien me regaló esta historia una tarde de febrero.
La primera sala de la galería parecía el cuarto de una niña. Paredes rosadas, osos de felpa de dos metros de altura y muñecas de tamaño natural que parecían mujeres disfrazadas de princesa, doctoras o ejecutivas encencerradas... Ver post completo.
Dedicado a Alejandra
Visitar la Biblioteca Virgilio Barco fue tu primer acto de independencia después de treinta años de matrimonio y dos hijas que hace poco se fueron de la casa: una para hacer la vida en las artes y la otra en la economía. Dos mujeres cuyas personalidades son tan divergentes que... Ver post completo.
A Aleida Betancourt y a su juventud sin orillas.
No quería ver a Aleida. Pensaba que sólo se necesitaba un poco de suerte y evadir los lugares de la universidad donde ella parchaba. Pero no hubo suerte: tuve que ir al Edificio Central para reclamar el pago y ella estaba en la entrada, con su mochila... Ver post completo.
Dedicado a Adjani León
Los hombres creemos que el matrimonio nos quita todas las posibilidades de tener una vida llena de aventuras. Quizás esa sea la razón por la que invité a cuanta mujer se atravesó en mi vida después de que mi esposa me abandonara. Invité desde exalumnas hasta mujeres que... Ver post completo.
Gustavo entró por un pasillo que conducía a un laberinto de cubículos separados por tabiques de un metro de altura. Siguió la ruta hasta llegar al último de ellos, como le había indicado la muchacha de recepción. El lugar tenía un archivador, un escritorio, un computador y una mujer de cincuenta... Ver post completo.
I
Adonay caminaba por la casa con la irreverencia de la mujer caribeña. Julio, también caribeño, seguía sus pasos con un movimiento lento, como de ventilador oxidado.
—¡No joda! Cómo está de grande Adonay, —le dijo Julio a Meche, amigo de parrandas y tío de Adonay.
—La vida es un soplo.... Ver post completo.
Estaba sentada sobre sus talones como una niña de ocho años. Lloraba frente a la tumba de mi esposo con las flores apretadas en las manos. Era un llanto profundo y silencioso. Después dejó las flores sobre el pasto y sacó una agenda del morral. La acarició unos segundos, buscó una página y leyó... Ver post completo.
Inspirado en la Aleida de veinte, pero dedicado a la Aleida de treinta.
Diego erraba entre los estantes, leyendo fragmentos de libros que tomaba al azar. Villoro, Pitol, Franco, Fuguett, Bonnett desfilaban por sus ojos, al tiempo que el sol entraba con violencia por las ventanas de la biblioteca.
A... Ver post completo.
Los editores de los blogs son los únicos responsables por las opiniones, contenidos, y en general por todas las entradas de información que deposite en el mismo. Elespectador.com no se hará responsable de ninguna acción legal producto de un mal uso de los espacios ofrecidos. Si considera que el editor de un blog está poniendo un contenido que represente un abuso, contáctenos.