La cátedra Peñalosa
A veces llegan cartas. Una tarde de febrero llegó una al colegio Fernando Soto Aparicio de Kennedy, en la que pedían no hablar mal del alcalde de turno. Una rectora quedó asustada. Unos profesores, furiosos. Y un tal anónimo nunca apareció. El desafortunado remitente era la Secretaría de Educación... Ver post completo.