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Publicado el Banco Interamericano de Desarrollo

7 razones medioambientales para hacerse vegetariano (o al menos comer menos carne)

Este blog fue publicado en Hablemos de Cambio Climàtico del Banco Interamericano de Desarrollo.  http://blogs.iadb.org/cambioclimatico/

 

vegetariano

Hace un tiempo empecé a interesarme por el impacto medioambiental de una actividad ancestral a la que dedicamos gran cantidad de tiempo y de recursos: comer.

Todo comenzó hace seis años cuando vivía en Londres. Un frío día de invierno compré en Tesco, una cadena local de supermercados, un manojo de judías verdes frescas. Cuando llegué a casa, leí la etiqueta -una costumbre que tengo desde siempre, ya que leo las etiquetas de absolutamente todo lo que compro- y me quedé boquiabierto al descubrir un “Made in Kenya”.

Resulta que Kenya está a nada más y nada menos que 6.700 kilómetros de Londres, así que deduje que aquellas judías verdes que estaba a punto de cocinar habían venido a Londres en avión, dejando tras de sí una huella de varias toneladas de CO2.

Hace poco comencé a leer más sobre el impacto medioambiental de la producción de carne, uno de los alimentos que precisan de más energía, agua y recursos naturales en su producción y que cada vez ocupa un lugar más grande en nuestras dietas.

Aquí les comparto algunos datos sobre el impacto que consumir este alimento produce en el medio ambiente. Yo, por lo pronto, ya he decidido incorporar los “meatless Mondays” (lunes sin carne) en mi vida, como una forma de reducir mi impacto en el medio ambiente y, de camino, bajar mi nivel de colesterol:

7 razones para hacerse vegetariano

1

La industria ganadera es responsable del 18 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, incluyendo el 9% del CO2 y el 37% de metano.

2

Más de dos tercios de la superficie cultivada del planeta (un 67%) se destinan a la producción de piensos y pastos para el ganado, mientras que solo el 8 por ciento se dedica a la producción de alimentos para consumo humano.

3

El 50 por ciento de los antibióticos producidos a nivel mundial se destinan a la ganadería.

4

Cada vaca emite 90 kilos de metano al año (un gas 23 veces más peligroso que el CO2), lo que supone la misma polución que se genera al quemar 120 litros de gasolina.

5

Consumo de agua: Para producir medio kilo de carne de res son necesarios 7.700 litros de agua. Sin embargo, para producir medio kilo de arroz, basta con 1.250 litros.

6

Se estima que la demanda global de carne crecerá más del 70 por ciento hacia 2050, en gran parte como consecuencia del crecimiento de la clase media en los países en desarrollo y de la incorporación de más carne en sus dietas.

7

Si toda la población mundial consumiera tanta carne como se consume en los países occidentales, sería necesario destinar una superficie agrícola dos tercios superior a la cultivada en la actualidad.

 

La pregunta es, ¿qué podemos hacer al respecto? Según los expertos, la clave está en reducir nuestro consumo de carne y optar por comer más verduras, si es posible producidas localmente.

Si reduces tu consumo de carne a la mitad, podrías reducir tu huella de carbono total más de un 35%. Si solo comieras pescado, la reducirías casi en un 50% y si te convirtieras en vegano, la diferencia podría alcanzar el 60%.

Yo, por ahora, lo de hacerme vegano no lo veo nada claro, pero creo que es un buen momento para pensar en la sostenibilidad del bello ritual de alimentarnos cada día.

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