Viviendo por fuera

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¿Quiere vivir o estudiar en otro país? – Seis cosas que debe tener en cuenta –

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Por @karlalarcn

Irse a otro país puede ser la decisión más importante en la vida de una persona. Muchas veces es una opción que se plantea y organiza solo y no se sabe por dónde comenzar. Estas seis sencillas cosas le ayudaran en lo que para muchos puede ser una idea loca pero para usted, el reto de su vida.

 

Evalué que tiene y que quiere alcanzar

 

Siempre hay un motivo para salir del país pero que no sea la desesperación de una situación personal. Salir del país tiene que ser una de las mejores decisiones, tiene que hacerlo sintiéndose feliz de la opción que tomo y no tomándolo como una carga. Esta decisión puede ser la que más consecuencias traiga en el futuro así que hay que tomarla con cabeza fría.

Evalué que tiene en el ámbito social, académico, económico, sentimental y personal. Si estos cinco ítems pesan mucho en su vida revalúe la opción de salir del país. Lo peor que le puede pasar al emigrar es añorar lo que dejo.

Si lo anterior no es problema, empiece por encontrar ese pedacito de mundo en el que usted se sentiría más cómodo. Deje de un lado el cliché que si quiere estudiar Inglés “toca” en Inglaterra o francés en Francia. ¿Sabía por ejemplo que un lugar escogido por muchísimas personas para aprender inglés es Malta?

Si lo suyo es desarrollarse como profesional, empiece por evaluar en que país o que cultura presenta las mejores perspectivas en su profesión o carrera.

Si quiere establecerse en un país, piense en el mejor según su núcleo familiar. Radicarse en un país es totalmente distinto si es soltero o casado. El año pasado escribí este post que en 2015 aun tiene validez. Acá puede verlo.

Esto suena fácil, pero créame, si puede invertirle un buen par de meses evaluando opciones no se arrepentirá.

 

Salga de su zona de confort

 

Esta es la primera y más repetida excusa que tenemos siempre a la hora de pensar en la posibilidad de salir del país. En cualquier aspecto, a los colombianos nos cuesta salir de la sombra del árbol que en el momento nos cobija.

¿Ejemplos? Muchos… La familia, los amigos, la relación sentimental, hasta el trabajo (así no nos guste) suelen ser utilizados para quedarnos anclados donde estamos, desgraciadamente, la comodidad siempre pasa factura.

¿Cuántas veces dejo pasar ese trabajo, esa persona, esa oportunidad solo por no cambiar el Statu quo de las cosas? Si su respuesta a la pregunta es –Muchas – revalúe la idea a la hora de pensar en salir del país.

 

Póngase plazos y metas

 

Tómese un tiempo prudente analizando opciones. En términos generales desde que se toma la decisión hasta hacerla efectiva piense en mínimo un año, pero que esto no sea impedimento para que cada mes establezca una meta en su proyecto. Ya sea estudiar, trabajar o radicarse son muchas cosas las que se deben hacer y mucha información que tendrá que contrastar y analizar. La idea es que tenga el tiempo necesario buscando lo mejor para usted, de usted depende que su decisión sea todo un éxito.

 

No pague por procesos

 

Jamás lo haga. Muchas empresas o personas están dispuestas a “colaborarle” en hacer papeleo o buscarle la mejor opción a su idea, pero esa colaboración se reduce a algo simple: ¡dinero!

No importa el motivo de su viaje, las embajadas e institutos ligados a ellas son las mejores opciones para empezar a buscar información.

Los sitios web especializados, blogs, foros y hasta las mismas redes sociales son también instrumentos viables para evaluar opciones. No regale su dinero que seguro lo necesitara.

 

Ni el dinero ni la edad son excusa

 

Estas son también dos excusas que merecen un capítulo aparte.

El dinero. Estamos de acuerdo que salir del país es un proceso que requiere de tener dinero pero se debe establecer cuanto. Seguramente después de establecer su plan de acción para emigrar encontrara que hay opciones en este aspecto. Por ejemplo pasajes baratos, países donde se puede trabajar mientras se estudia, escuelas o universidades que brindan trabajo a sus estudiantes. Si su caso es residir en otro país, la mayoría de los países con políticas serias de migración brindan ayudas desde el primer momento. Conclusión: que el dinero no sea su primera excusa.

La edad. Colombia es un país restrictivo en cuanto la edad. Solo un ejemplo, una oportunidad laboral esta supeditada a cuantos años tiene usted, pero no es lo mismo en todo el mundo.

Si su deseo es estudiar, muchos países tienen las puertas abiertas a estudiantes no importando la edad. Si es el caso de residir en otro país, por ejemplo Canadá tiene un sistema de puntos donde se obtiene puntaje por edad hasta los 42 años. Si quiere irse a trabajar a otro país, su edad será vista en relación con su experiencia y será un activo beneficioso en cualquier empresa.

 

Usted es el que se adapta a donde va

 

– Donde fueres, haz lo que vieres –

Palabras viejas que a la hora de pensar en emigrar cobran importancia. Este factor es clave si quiere que su experiencia sea la mejor. Casos de gente devolviéndose por falta de adaptación a un país hay por montones; pero para minimizar el impacto es necesario que sepa que se va a encontrar a donde va. Cada país tiene un sistema, cultura y gente diferente que merece todo el respeto del mundo (así como exigimos respeto por el nuestro) y la mejor forma de adaptarse es formando parte de lo que le rodea. Seguramente después que lo haga encontrara que esas leyendas urbanas que existen de cada cultura no son más que barreras para integrarse.

Salir de Colombia puede ser la mejor experiencia del mundo. No importa si lo hace por estudio, trabajo o por buscar otras oportunidades, pero tenga en claro que el éxito se basa en buscar información, planificar y organizar su proyecto. Nadie lo hará por usted, no espere que alguien o una empresa le diga que es mejor para su futuro. Busque usted mismo la mejor manera de generar esa oportunidad que busca. Un último consejo: no lo cuente hasta que tenga un proyecto organizado y recuerde que la última decisión siempre este en sus manos.

Twitter: @karlalarcn

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