Debemos parar el odio y sus justificaciones. No matar es la premisa para construir el país que queremos. Antanas Mockus
La ley 84 de 1989 por la cual se adoptó el Estatuto Nacional de Protección de los Animales, decretó en su CAPITULO III: De la crueldad para con los animales, lo siguiente:
Artículo 6. El que cause daño a un animal o realice cualquiera de las conductas consideradas como crueles para con los mismos por esta Ley, será sancionado con la pena prevista para cada caso.
El 29 de octubre de 1996, Luis Felipe Giraldo escribió, bajo el título MATANZA DE PERROS, MINUTO A MINUTO, en el diario EL TIEMPO un relato, por lo menos, desgarrador. Este es un extracto del texto:
«A las cinco de la mañana, los operarios ingresaron a una celda llena de perros y mojaron al grupo de canes hacinado en la jaula anexa.
Los animales tiritando de frío por los sorpresivos baldados de agua aullaban y ladraban en forma desaforada. De sus cuerpos estresados y amontonados manaba un hedor fuerte y su excesiva transpiración formaba nubes de sudor.
Los operarios terminaron de mojar el primer lote de perros (unos 100) y lanzaron varas de metal sobre ellos, para que el flujo de corriente fuera más efectivo.
Cardozo tomó un palo largo de madera unido a un cable eléctrico y tocó con él un perro criollo.
Súbala! , gritó a otro operario encargado de controlar el dispositivo de la corriente de 220 voltios.»
Según la norma, la aplicación de este tipo de medidas, violaría al menos las siguientes disposiciones que se presumen como hechos dañinos y actos de crueldad para con los animales:
b) Causar la muerte innecesaria o daño grave a un animal obrando por motivo abyecto o fútil;
d) Causar la muerte inevitable o necesaria a un animal con procedimientos que originen sufrimiento o que prolonguen su agonía. Es muerte inevitable o necesaria la descrita en los artículos 17 y 18 del capítulo quinto de esta Ley;
Pensemos en el significado de estas palabras en un mismo texto: Celda, hacinado, jaula, frío, estresados, hedor, cable eléctrico, perro criollo, corriente, 220 voltios.
El día 3 de abril 2014, el portal publimetro.co, reseñó otro suceso de la siguiente manera. Este es un aparte del texto:
“El pasado miércoles, una máquina podadora le cortó 3 patas a una perrita de aproximadamente dos años de edad, en el barrio Protecho de la localidad de Ciudad Bolívar. Según, reportó una vecina a City Noticias, un funcionario de la empresa de Aseo Capital le dijo que se encontraba cortando el pasto en un parque cuando el animalito se abalanzó sobre la máquina.“
El hecho refleja la violación de, al menos, estas disposiciones:
a) Herir o lesionar a un animal por golpe, quemadura, cortada o punzada o con arma de fuego;
c) Remover, destruir, mutilar o alterar cualquier miembro, órgano o apéndice de un animal vivo, sin que medie razón técnica, científica, zooprofiláctica, estética o se ejecute por piedad para con el mismo;
No se debe olvidar que las máquinas operan solas y que los perros por naturaleza se abalanzan contra ellas con el objetivo de perder sus patas. “Muñeca”, no tuvo tanto éxito esta vez. Sólo perdió tres de estás. Ahora le va a ser muy difícil intentar un nuevo ataque contra otra máquina para que pueda perder la última que le queda.
En la sección NACIONAL de El Espectador, el 18 ENE 2015, la redacción del diario escribió el artículo:
Agresión contra los animales. Escándalo en Sucre por ataque a un caballo en corralejas. Fue descuartizado vivo un caballo en el municipio de Buenavista.
Este es un aparte del mismo:
“Este domingo el país amaneció con un nuevo escándalo por el atroz ataque que se registra en contra de los animales en algunos espectáculos públicos.
Luego de la indignación que causó la agresión a un toro en Turbaco (Bolívar), ahora se conoció un bochornoso episodio acontecido en las corralejas de Buenavista (Sucre).
Fueron más de 15 personas las que en medio de las corralejas decidieron descuartizar vivo a un caballo.
Orlando Serpa, habitante del municipio, quien grabó un video del hecho, en Blu Radio no ocultó su indignación al relatar cómo le cortaban las extremidades al caballo en frente de niños y mujeres. (Vea el video de la barbarie cometida en corralejas en Sucre)
Aunque el caballo aún estaba vivo y el hecho era evidente, ninguna autoridad hizo algo para evitar su asesinato.
“Ese día el toro corneó el caballo y la muchedumbre, lo más peligroso, gente armada con cuchillos dentro de la corraleja, sacaron el caballo y lo descuartizaron vivo, delante de toda la comunidad, el video habla por sí solo y consideramos que eso no solamente es un hecho bochornoso sino de gran impacto”, dijo Serpa, autor del video a Blu Radio.
En este hecho es innegable la violación de varias disposiciones:
a) Herir o lesionar a un animal por golpe, quemadura, cortada o punzada o con arma de fuego;
b) Causar la muerte innecesaria o daño grave a un animal obrando por motivo abyecto o fútil;
c) Remover, destruir, mutilar o alterar cualquier miembro, órgano o apéndice de un animal vivo, sin que medie razón técnica, científica, zooprofiláctica, estética o se ejecute por piedad para con el mismo;
d) Causar la muerte inevitable o necesaria a un animal con procedimientos que originen sufrimiento o que prolonguen su agonía. Es muerte inevitable o necesaria la descrita en los artículos 17 y 18 del capítulo quinto de esta Ley;
f) Convertir en espectáculo público o privado, el maltrato, la tortura o la muerte de animales adiestrados o sin adiestrar;
z) Lastimar o arrollar un animal intencionalmente o matarlo por simple perversidad.
No hay mucho que decir. Las imágenes son elocuentes.
Ahora bien, muchos dirán que son sólo animales. Muchas desearían que fuesen parte de las listas de especies en vías de extinción. Pero muchos, a su vez, creemos que la vida, las vidas, son sagradas, dignas de veneración y respeto. Todas. No sólo aquellas que los seres humanos consideran que sí o no lo son.
La norma existe, también existe para la especie humana, y busca proteger la vida. ¿Qué debemos cambiar como sociedad para que esto no suceda? El cambio debe surgir de la conciencia individual acerca del valor de la vida. De la propia y de la vida ajena.
«Lo sagrado es el respeto a la vida. La espiritualidad es el respeto de lo esencial: amar la vida, amar todas las vidas.» (Bruno San Marco)
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