VIDA PERRA

Publicado el Henry Salazar

¿Está usted preparado para tener una mascota?

Consideremos la alternativa específica de un perro. Como ser humano, como ser urbano, va a tomar la decisión de llevar a su entorno social, como un miembro más, a un perro.

Trate de determinar qué tipo de perro le interesa y porqué. Consúltelo con su grupo familiar y escuche todas las inquietudes.

Un perro que pueda manejar puede ser la primera consideración. Es decir, de un tamaño apropiado a su lugar de vivienda y que los demás miembros de la familia tengan el potencial de guiarlo también.

Que sea un ejemplar de una raza en particular lo llevará a consultar por las principales características de su temperamento. Pero si la opción es un perro mestizo siempre será útil buscar información acerca de sus antecedentes. Cada individuo y su entorno vital harán que pueda o no desarrollar sus mejores características.

Todos los perros tienen la posibilidad de aprender, de relacionarse en forma equilibrada con los otros, perro, humano, ave, gato. Y la condición particular de una raza determinará sólo características para las cuales fue criado. Será un perro de trabajo o de compañía pero en su genética, tanto de raza como mestizo, tiene los sabores de su especie. Y si se le enseña y se le entrena, podrá llegar a desarrollar un gran potencial como individuo.

En el caso de las razas, es prudente considerar si el ambiente donde vivirá le será favorable para el desarrollo pleno de sus habilidades. No tiene mucho sentido tener un perro velocista como un galgo, por ejemplo, viviendo en un pequeño apartaestudio. Esto le traerá al perro y al dueño muchos problemas.

Si su decisión apunta a esto, considere si lo va a adquirir de un criador especializado o de un criador aficionado, lo cual determinará importantes diferencias, particularmente en la calidad de la información sobre el origen del mismo. Tendrá que decidir igualmente la conveniencia de elegir un macho o una hembra y deberá buscar información sobre las características de comportamiento particulares en cada caso.

En este punto se enfrentará a dos posibilidades: elegir un cachorro o un perro de mayor edad. Un cachorro requiere de mucha atención y cuidados. Pero especialmente de mucha paciencia.

Un perro más grande quizás no demandará tanta dedicación pero el tiempo que haya vivido habrá marcado pautas de comportamiento que desconoce. Pero esto no quiere decir que no sea posible integrar a la familia un perro joven o adulto.

Si decide comprar un perro, cachorro, la primera recomendación es buscar asesoría para ello. No tome una sola raza en consideración. Elija dos o tres y luego del consejo de un especialista en adiestramiento o educación canina, verá cuál le conviene o mejor se puede integrar a su entorno y su grupo familiar.

Si decide comprar o adoptar un perro joven o adulto, de raza o mestizo, le conviene indagar por sus ancestros. Nunca estará de sobra el consejo de un especialista para conocer algunos rasgos del temperamento de cada padre, de sus condiciones de salud, de su formación y de algunas de sus experiencias previas.

Cuando haya elegido el perro de su interés, hágase las siguientes preguntas:

  1. ¿Puede destinar los recursos económicos para satisfacer los requerimientos de su nuevo ejemplar?
  2. ¿Cuenta con el apoyo de su grupo familiar para ocuparse de suplir las necesidades de su perro?
  3. ¿Conoce medianamente las necesidades específicas de ese perro?
  4. ¿Dispone del tiempo para realizar las tareas que un perro demanda?
  5. ¿Quién se hará cargo de la educación o adiestramiento? ¿Usted, un miembro de su familia, un especialista?
  6. ¿Puede ofrecerle la alimentación adecuada, un lugar de descanso, atención sanitaria y veterinaria de calidad, actividad física diaria, espacios de socialización y juego, un ambiente rico tanto físico como psicológico?
  7. ¿Puede usted y su grupo familiar dedicar el tiempo a construir una relación de beneficios mutuos con su perro?
  8. ¿Comprende los alcances de esta responsabilidad?
  9. ¿Sabe que debe ejercer una paternidad responsable en su representación?
  10. ¿Podrá disfrutar de su compañía?

Considere que un perro vivirá 10 años o más en promedio y pasará por todas las etapas propias del desarrollo. Estas son: infancia, juventud, madurez o adultez y vejez, y también llegará el momento de su partida, incluidas las ventajas y dificultades en cada una de ellas. En todas estas etapas usted y su familia deben estar presentes. De eso se trata la tenencia responsable.

Henry Salazar

@VidaPerraBlog

 

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