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¡Cristobal Colon era catalan!

Por: Felipe Villegas Múnera

@backpackinglawyer

Según cuentan nuestros libros de historia, Cristóbal Colón, era un navegante y cartógrafo nacido en Génova, Italia a quién se le atribuyó el “Descubrimiento de América” o, como es conocido hoy en día, el “Encuentro de Dos Mundos” luego de su expedición por el Atlántico en 1492.

 

Hoy les voy a contar una historia de mis viajes, y me parece que lo más adecuado es empezar por mi primer destino en donde “aprendí” que Cristóbal Colón era catalán.

Cuando tomé la decisión de irme a viajar por el mundo, tenía en mente iniciar mi travesía por Barcelona y de allí recorrer España y otros países en Europa. Tenía suficientes millas para conseguir un tiquete de Bogotá a Barcelona y/o Madrid. Al final, me decidí por el primero.

Barcelona
Barcelona

 

Todos hablan bien de Barcelona. Dicen que es una ciudad preciosa, llena de vida y arte, con comida exquisita y personas de todas partes del mundo. No soy una persona muy culta en temas de arte, pero las obras de Gaudí llamaban mi atención. Así que la decisión no era muy difícil, Barcelona parecía ser ideal para iniciar mi aventura por el mundo.

Compré el tiquete de ida y llegué a Barcelona con la emoción de conocer un nuevo lugar. Ese anhelado destino que muchos me habían recomendado. Incluso, recibí comentarios en Colombia diciendo “nunca se va a querer ir de Barcelona”.

No les miento, Barcelona como ciudad, es una de las más hermosas que he visto. Sin duda, llena de vida y personas de todas partes del mundo. El arte de Gaudí no me decepcionó y recorrí la ciudad a pie la mayor parte del tiempo explorando lo más que podía. Es un lugar que vale la pena visitar, aun cuando se esté volviendo cada vez más turístico y costoso.

Sagrada Familia
Sagrada Familia

 

Sin embargo, nadie me advirtió sobre los movimientos separatistas que se gestaban en esa época. Claro, hoy en día es más evidente, especialmente desde los incidentes ocurridos en el 1-0 (1 de octubre) y todos los escándalos que han venido suscitándose en los últimos meses.

Tengan en cuenta que este viaje lo inicié en el 2015. Si bien el ideal separatista ha estado presente a lo largo de la historia catalana, apenas hace unos años se volvió más fuerte y en la época en que visité esta hermosa ciudad, estaba volviendo a tomar fuerza.

Caminando por las calles de Barcelona, veía los balcones con banderas catalanas colgadas. Afiches en las paredes y calcomanías en los carros y en las ventanas de las tiendas. Esto me llamó mucho la atención así que cuando conocía a catalanes, preguntaba de manera discreta sobre su posición al respecto. La verdad siento que entendía a ambas posturas del conflicto, pero me reservo a dar una posición al respecto, porque esto es un blog de viajes y no de política.

Así que sigamos con la historia.

Fue en Barcelona que viaje a dedo, o como ellos lo llaman “autostop”, por primera vez. Siempre había querido visitar un lugar llamado Montserrat, el cual quedaba cerca de la capital de Cataluña.

Montserrat es la montaña más representativa de Cataluña. Está ubicada a 1.236 metros sobre el nivel del mar y alberga pequeñas iglesias en diferentes senderos y un monasterio benedictino dedicado a la Virgen de Montserrat. Esta montaña ganó importancia cuando unos monjes encontraron a la Virgen en una cueva y convinieron que era un lugar espiritual. Montserrat ofrece uno de los paisajes más hermosos de España y vale la pena visitarlo.

En la autopista camino a Montserrat
En la autopista camino a Montserrat

 

Luego de leer un poco sobre cómo llegar a Monserrat decidí salir de la ciudad en tren y de allí incursionar en el mundo del autostop.

Lee: Como viajar a dedo o haciendo autostop por el mundo.   

Cuando salí a la autopista, decidí buscar un lugar para hacerme. Me tomó varios minutos pero al final di con uno. No me tomó más de quince minutos en conseguir mi primer, y de hecho único, vehículo que me llevaría hacia Montserrat.

Para fortuna mía, me recogieron dos escaladores llamados Xavi y Marc. Ambos iban camino a los Pirineos y me dijeron que me podían llevar. De hecho, Marc visita Montserrat constantemente y se ofreció a pagarme el teleférico usando su tarjeta de visitante frecuente.

En el camino hacia Monserrat, les pregunté sobre su posición frente al conflicto entre Cataluña y España y me respondieron de manera enfática. Me hablaron sobre la importancia económica de Barcelona. Como el resto de España se aprovecha de los ingresos de Cataluña y que las demás regiones dependen de los catalanes. Me dijeron que más de la mitad de la selección española que ganó el Mundial de Fútbol era del Barcelona así que “Cataluña fue quien ganó el mundial y no España”. Y el discurso continuó por varios minutos hasta que Marc me hizo una pregunta:

“¿Tú sabes quién fue Cristóbal Colón, cierto?”  me preguntó.

Eh, sí. Creo que fue importante en nuestra historia como latinoamericanos.”  Le respondí.

Bueno, pues te voy a contar algo: CRISTÓBAL COLÓN ERA CATALÁN.” Me dijo Marc de manera enérgica.

Esa era una de las cosas más absurdas que había escuchado en mi vida, pero Marc se había ofrecido pagarme el teleférico y llevarme a Monserrat, así que no arriesgaría mi privilegio y decidí escucharlo y no contradecirlo.

Cristobal Catalan

 

Me habló durante diez minutos sobre cómo las escrituras que habían encontrado eran más parecidas al Catalán de la época que al Italiano. Me dijo que todo había sido un complot del Reino de Castilla para negarle los títulos a Cataluña y que ésta ha sido una de las mentiras más grandes que se han propagado en la historia de la humanidad.

Marc siguió con sus lecciones de “historia” hasta que le dije que investigaría todo lo que me dijo pues me resultaba fascinante e increíble, literalmente. Al llegar a Montserrat, mis nuevos amigos catalanes se aseguraron que pudiera tomar el teleférico y llegar a mi destino. Allí nos despedimos.

Con Xavi y Marc
Con Xavi y Marc

 

Luego de mi excursión por Montserrat, investigué sobre lo que decía Marc y me di cuenta que hay teorías que dicen que Colón era catalán. A pesar de no coincidir con este pensamiento, me di cuenta que las “locuras” de Marc tenían sustento. Sin importar quién tiene la razón, vale la pena reflexionar un poco, especialmente porque pasa en el día a día de todos.

Muchas veces adoptamos posiciones (políticas, religiosas, económicas, deportivas, etc.) radicales sin escuchar a los demás y tratamos de imponer nuestros ideales a toda costa. Esto genera intolerancia y conflictos en nuestra sociedad, por lo cual invito a todos los que leen este artículo a que seamos más abiertos a escuchar y permitir los debates de manera sana y respetuosa. Al escuchar no significa que estás de acuerdo, sino que respetas a la otra persona lo suficiente como para tomarte un momento y tratar de entender lo que quieren transmitir. Y si ambos se ponen en esta posición, es más fácil llegar a un acuerdo. Quizás.

En Montserrat
En Montserrat

 

Esto es todo por hoy. Gracias por su tiempo, la otra semana se viene un artículo de la sección “Lo que me habría gustado saber antes de viajar”. Hasta la próxima.

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